Decisiva cumbre europea

Todos los expertos coinciden en señalar que la cumbre de la Eurozona es trascendental para el futuro de la Unión Europea. Todas las miradas estarán puestas en los líderes europeos que tratarán por todos los medios de evitar que ésta sea una nueva reunión fallida. François Fillon, primer ministro francés, lo tiene claro: "si la cumbre es un fracaso, Europa se podría adentrar en territorios desconocidos". Hay quien habla de última oportunidad. La de esta tarde en Bruselas será una cita muy importante de la que la UE necesita sacar acuerdos firmes y claros. No faltan dudas sobre el resultado final de esta cumbre, y tampoco falta expectación en todo el mundo ante lo que pueda pasar en Bruselas.

Italia parece ser ahora el centro de todas las críticas. Después de que en la cumbre de este pasado fin de semana Berlusconi fuera forzado por los líderes europeos a hacer más reformas, el primer ministro italiano emprendió a marchas forzadas el proceso para alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. Berlusconi parece tener siete vidas y, de nuevo, tras estar al borde del precipicio político logró sacar el apoyo a su propuesta por parte de su aliado, por lo que al menos podrá presentar alguna reforma concreta en la cumbre de esta tarde. Está por ver si lo que en muchos diarios se califica como acuerdo de mínimos es suficiente para los líderes europeos.

Si Italia es a la que todos critican, Alemania parece ser a la que todos obeceden, la que de verdad manda en la Unión Europea. Siempre fue así, pero pocas veces ha estado más claro que ahora el poder absoluto que tiene la canciller Merkel sobre el resto de países de la UE. El motor económico europeo adopta además el papel de piloto y mando político en en continente. Algunas informaciones de hoy en prensa apuntan, precisamente, a cómo Nicolás Sarkozy ha tenido que rendirse a la evidencia y aceptar que Merkel es la mandamás en Europa en estos momentos. Alemania parece ser la que hace y deshace, la que ordena los pasos que se deben dar en cada país de la UE. En España sabemos algo de eso, pues por obra y gracia de la canciller se hizo hace pocos meses una reforma exprés de la Constitución.

Y como a perro flaco todos son pulgas, ayer se debatió en el Parlamento británico una propuesta que buscaba la celebración de un referéndum para que los ciudadanos decidieran sobre la salida de su país de la Unión Europea. En Gran Bretaña siempre ha habido euroescépticos, y más que eso, gente que no quiere no oír hablar de la UE, pero supongo que ahora ese sentimiento habrá cundido entre más personas teniendo en cuenta que hoy en día la Unión Europea no parece ser caballo ganador. Al final el resultado de la votación en la Cámara ha resultado favorable a echar atrás esa propuesta. La contundencia del resultado en el Parlamento no parece ir n consonancia con lo que reflejan las encuestas, que dicen que un 49% de los británicos son partidarios de salir de la UE.

En resumen, hoy es un día decisivo para la Unión Europea. Lo que se saque en claro de la cumbre de líderes de hoy en Bruselas marcará en buena medida el futuro de la UE y, por consiguiente, de los países que forman parte de esta unión, entre ellos, España. Es una cita trascendental de la que a todos nos conviene que salga algo concreto y firme, no vaguedades o palabras bonitas con discrepancias de fondo, porque el tiempo de las dudas debe quedar atrás. Más nos vale.

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