¿Cuántos lunes cais seguidos llevamos hablando de Grecia y de la grave situación económica por la que atraviesa el país heleno? ¿Cuántas veces en los últimos meses hemos hablado de lunes negro? Pues bien, hoy no va a variar mucho si entramos en cualquier web informativa o escuchamos la radio o vemos la televisión. Las Bolsas de toda Europa, y también las de fuera del contiente, sufren importantes caídas y el epicentro del seísmo sigue situándose en Grecia. Esta vez es la propuesta del gobierno griego sobre los Presupuestos generales lo que ha generado más dudas sobre la solvencia de este país y lo que ha dado lugar a más especulaciones sobre una situación de impago que parece cada vez más cercana.
Veamos, según lo que se deduce de los cálculos del gobierno griego en su propuesta presupuestaria, Grecia no cumplirá sus compromisos de déficit el año próximo, verá cómo su economía se sigue contrayendo y subirá la deuda del país. La situación difícilmente podía ser menos tranquilizadora. Las noticias que llegan de Grecia son a cual peores. Los expertos cada vez tienen más claro que una situación de impago por parte del gobierno heleno es algo muy probable. Es complicado ser optimista con este panorama económico. No hace falta recordar que lo que sucede en Grecia afecta de forma más o menos directa a la economía de toda la zona euro y, por consiguiente y de forma especialmente notable, a países con ciertos problemas como España.
En resumen, todo sigue mal. No hay novedad y esto recuerda a una viñeta leída hace poco en el diario El Munod (perdón por no mencionar sus autores, es que no lo recuerdo) en la que se veía a una Grecia hundida en el agua y a Europa lanzándole flotadores, uno tras otro, para ver si el último hace su función, mientras vemos que en el fondo del mar hay decenas de ellos que se han hundido. El optimismo ha de luchar mucho por hacerse un hueco con este panorama, y la UE tiene que apostar de manera clara y contundente por salvar de una vez por todas a Grecia antes de que se hunda o siga ahogándose poco a poco. La UE sigue teniendo en este asunto una prueba de fuego que no consigue superar porque no afronta de forma decidida.
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