Visita del Papa

Benedicto XVI visitará España la próxima semana. Será durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Esta celebración está provocando cierta polémica debido, entre otras cosas, al carácter aconfesional del Estado español y a los gastos que, según a quien escuches, van a tener que hacer frente las instituciones públicas. Hoy mismo, según el diario que leas, verás cómo la visita del Papa sólo dejará ganancias a la ciudad de Madrid o, por contra, que sí habrá gastos por parte del Estado, Ayuntamiento, Comunidad, etc. Ya es tradicional que acada vez que el pontífice visita España se arme cierto revuelo. En esta ocasión, además, está el 15-M y las organizaciones laicas. Se ha convocado una marcha contra la visita del Papa para la sema aque viene pero la delegación del gobierno ha prohibido el recorrido incialmente previsto para este acto de protesta.

Supongo que habrá tiempo de aquí al domingo próximo, día en que el Papa se marchará de Madrid, para hablar de todas estas cuestiones. Hoy, por lo tanto, sólo haré alguna breve consideración inicial. Los organizadores de la JMJ dicen que el Estado no pagará nada de la visita. En cierta parte, lo que afirman es verdad. Todos los gastos derivados de estas jornadas están sufragados por los propios jóvenes y por patrocinadores. Si acaso, como con todos los jefes de Estado, se tendrá que cubrir el gasto de las medidas de seguridad. Sucede igual en un concierto de rock o en cualquier acto multitudinario. El País publica hoy que los descuentos en el transporte para los participantes de esta JMJ y la cesión de espacios públicos también cuenta y que eso es un gasto público. Quizás sea rizar el rizo.

En todo caso, es verdad que España es un Estado aconfesional que no lo parece en ocasiones. El presidente del gobierno y el Rey recibirán al Papa, pero es que además de líder espiritual es Jefe de Estado, aunque no deje de ser algo simbólico. Yo soy de los que cree que todos los grandes fastos asociados a actos religiosos hacern un flaco favor a la Iglesia, que debería predicar con el ejemplo y ser austera al máximo. En todo caso, sí estoy convencido de que la visita del Papa saldrá rentable a Madrid. Por otro lado, no podemos dejar de tener en cuenta que serán miles de personas, dicen que millón y medio, las que se juntarán en las calles de la capital para ver al Santo Padre. Hay para quienes está visita significa mucho y también para los que es intrascendente. Debemos respetar a todo el mundo. La Iglesia católica y su líder merecen el mismo respeto que se pide para las demás religiones. Más adelante, hablaré más a fondo de esta visita que llenará Madrid de jóvenes católicos.

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