Reforma constitucional a la vista

Ayer se celebró en el Congreso de los Diputados un pleno extraordinario y vaya si lo fue. Para sorpresa de todos, el presidente del gobierno anunció que tiene en mente una reforma de la Constitución para introducir en la Carta Magna un límite al déficit, tal y como pedían Alemania y Francia. José Luis Rodríguez Zapatero cuenta con el apoyo de Mariano Rajoy en esta propuesta y ahora busca el visto bueno de más partidos políticos para conseguir que esta reforma constitucional tenga el máximo consenso posible. Parece que CiU está dispuesto a apoyar esta modificación, pero quiere esperar a conocer más detalles de la misma. Otros partidos, como UPyD también están a favor de esta reforma, no así IU, pues considera que se debería llevar a referéndum.

Estaba previsto que el pleno de ayer sirviera sólo para el gobierno lograra sacar adelante, sin apoyos de ningún otro partido y gracias a las abstenciones de otros grupos, las nuevas medidas económicas que se aprobaron en el pasado Consejo de Ministros. Pero la sorpresa estaba escondida entre estas medidas y Zapatero soltó la bomba informativa al proponer un cambio en la Constitución. Antes de llevarlo al Congreso, había hablado con Rajoy y con Rubalcaba. Los dos dieron su apoyo a esta propuesta. Eso sí, el líder del PP parece más entusiasta con esta reforma constitucional que el candidato socialista, entre otras cosas, porque Rajoy propusó algo similar hace poco más de un año y el propio Rubalcaba criticó esta medida que ahora apoya y parte de su propio partido: Rubalcaba dijo ayer que la noche anterior le había convencido el presidente del gobierno de esta reforma, sólo después de saber que contaba con el apoyo del líder de la oposición.

Otros políticos del PSOE, como Alfonso Guerra, no parecen estar muy convencidos de que la reforma vaya a poder salir adelante en el tiempo récord que queda antes de que se disuelvan las Cortes para convocar las elecciones del 20 de noviembre. En todo caso, al no necesitarse más que 3/5 de los votos y estar estos garantizados por PSOE y PP, la reforma sí tiene visos de salir adelante. El referéndum, que es una posibilidad pero no una obligación en artículos que no afectan a derechos fundamentales, ha sido pedido por IU y también por algunos ciudadanos en las redes socialies. Además, el 15-M también estaría discutiendo sobre este punto y ayer convocó una asamblea en Sol.

Dicen quienes piden esta votación popular que este límite en la Constitución al déficit supondrá un golpe al Estado de bienestar y que se corre riesgo de serios recortes sociales. En esa línea se expresó Gaspar Llamazares ayer al decir que la importancia de esta reforma invitaba a la necesidad de consultarla en referéndum. Esto no sucederá y los dos grandes partidos, quizás con el apoyo de algún otro grupo que haga más mayoritario aún el acuerdo, sacarán adelante la reforma constitucional que pedían los líderes de Francia y Alemania a todos los países de la UE para mandar un mensaje a los mercados.

Precisamente ésta es una de las lecturas que se puede hacer de esta reforma: la Constitución, que tanto miedo daba tocar y que parecía algo sagrado en inmutable con el paso de los tiempos, se va a modificar básicamente porque así lo han exigido Francia y Alemania. El debate quizás sea si esta medida es acertada o no, y puede que sí lo sea, pero el modo en que se ha tomado esta decisión da la imagen de que estamos siendo gobernados por esos dos países, que estamos tomando las medidas que nos exigen desde los dos principales motores económicos y centros políticos europeos.

El calendario está muy apretado, tanto que algunos grupos hablan de reforma expréss. La intención es que se pueda sacar adelante antes de que acabe esta legislatura. El hecho de que el gobierno cuente con el apoyo del PP hace pensar que podrá lograrse este objetivo, aunque para ello los diputados tendrán que reunirse a finales de agosto y principios de septiembre y reducir sus vacaciones para abordar esta reforma constitucional. La enésima medida para atacar la crisis, el enésimo gesto a los mercados y una nueva ocasión en la que Merkel propone, sugiere, exige, tomar ciertas medidas y España las adopta sin rechistar.

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