Merkel y Sarkozy buscan soluciones

Ayer volvió a quedar demostrado que en Europa mandan Alemania y Francia, mientras que el resto nos quedamos sentados a ver qué dedicen los líderes de estos dos países. Son los motores económicos de la UE y los países con una mayor influencia política en el mundo. Nicolás Sarkozy recibió ayer en París a Angela Merkel y ambos debatieron sobre los pasos a dar y las medidas a tomar para salir de una vez por todas de la crisis económica. Fue en el día en que conocíamos los datos de crecimiento de los países europeos. Malos en su mayoría. España creció un 0,2% en el último trimestre, mientras que Alemania no hizo una sola décima y Francia se quedó en plano, es decir, no creció nada. El estancamiento de la economía europea parece evidente y los dos principales líderes de la Unión están decididos a combatir estos problemas.

Muchos esperaban que mostraran su apoyo a los eurobonos, pero finalmente no fue así y volvieron a mostrarse contrarios a esta medida. Lo que propusieron es crear un "verdadero gobierno económico europeo" con jefes de Estado y de gobierno que se reúna al menos dos veces al año y que esté presidido por Van Rompuy. Además, otra medida que proponen consiste en hacer que todos los países de la UE establezcan en su Constitución un límite para el déficit. Además, quieren que se graven las grandes transanciones bancarias. En España, tanto PSOE como PP han recibido con agrado estas propuestas (a ver qué remedio viniendo de quiénes vienen). Por otro lado, el presidente Zapatero comparecerá en el Congreso en un Pleno extraordinario para explicar las medidas económicas que tomará en adelante.

La crisis económica no parece llegar a su fin y la reunión de ayer de la canciller alemana y el presidente francés buscan ser un impulso para fortalecer la Unión Europea. A todos los países del mundo ha afectado esta crisis mundial, no hay más que mirar a Estados Unidos, pero Europa sigue sin crecer a buen ritmo y el mal dato de Alemania muestra hasta qué punto no podemos hablar todavía de una recuperación sólida. Los mercados serán quienes dicten sentencia, pero todo lo que sea unidad y acción seria ante la crisis es positivo.

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