Los mercados acosan a España

Eso que llamamos los mercados parece empeñado en llevarse por delante a España después de que la UE haya tenido que rescatar a Grecia (por dos veces), a Irlanda y a Portugal. Ahora son España e Italia los países que están en el punto de mira de este ente extraño compuesto, deduzco, por personas ricas que quieren serlo más a costa de especular con a solvencia de la economía de países como el nuestro. Ayer, la prima de riesgo alcanzaba por primera vez los 400 puntos, que es donde se sitúa la línea roja a partir de la cual un país podría necesitar un rescate. Pues bien, los mercados no parecen dispuestos a soltar la presa así por así y hoy la prima de riesgo de España ha vuelto a máximos históricos y ha llegado hasta los 407 puntos. La situación parece crítica y ésa es la sensación que tenemos todos, incluidos los que nunca hasta hace unos meses habíamos oído hablar de la primera de riesgo. Ahora parece que todo depende de este indicador y las cosas marchan mal, muy mal, para España. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer viajó a Doñaña para pasar sus vacaciones, ha regresado a La Moncloa a seguir la evolución de esta crisis. Mientras tanto, la Comisión Europea descartó que esté sobre la mesa un posible rescate a España.

Estamos viviendo una situación de gran incertidumbre y de muchas dudas sobre la solvencia de la economía española. Podemos escuchar a los expertos o pensar que los mercados no hacen más que buscar excusas para seguir con su acoso y derribo contra España e Italia. Dicen los primeros que las dudas sobre la capacidad de crecimiento de la economía de nuestro país, unida a otros factores del exterior, pueden ser los causantes de esta nueva crisis de dueda. El jueves es un día importante porque España intentará colocar más deuda y todos estarán esperando ver si consigue colocarla y con qué interés. En todo caso, me parece dramático, ciertamente triste y lamentable, que el presidente del gobierno de un país tenga que estar (porque no tiene otra opción) sentado en una sala a ver cómo unos cuantos especuladores dediden si España está o no en situación de tener que ser rescatada. Sólo imaginar esa escena de Zapatero sentado para seguir al minuto la evolución de los mercados me lleva a pensar que algo no funciona bien en este mundo. Resulta que a quien votan los ciudadanos para gobernarnos termina en manos de los mercados. Algo se debería hacer para cambiar esto, pero no parece que haya nadie con fuerza ni voluntad para llevar a cabo la necesaria transformación.

No entiendi de economía, y por lo tanto puede que este análisis sea muy simplista, pero no es de recibo que un país esté a la expectativa de lo que decidan sobre él los mercados. Me da en la nariz que, antes o después, en España se dará un nuevo plan de ajustes y recortes serios que afectará, cómo no, a los ciudadanos más modestos. Eso es lo que parece ser que quieren los mercados. Ante las especulaciones sobre un posible rescate a España cabe preguntarse ¿está tan mal nuestro país? Puede que no lo quiera ver, pero alguien debería dar más razones para llevar a cabo un rescate a España que limitarse a decir que la primera de riesgo indica que así debe hacerse. Urge que alguien explique que España no está en manos de los mercados, pero nadie lo va a decir porque, sencillamente, estamos en manos de los mercados. ¿Qué pasará en el futuro? Exactamente lo que quieran ellos. Si hace un tiempo eran unos pocos agoreros los que anticipaban un rescate a España, ahora suena menos descabellado que esto pueda suceder a corto-medio plazo. Lo cierto es que la UE lo descarta por el momento, pero eso no sirve para reducir la presión de los mercados sobre nuestro país. Se están dedicando a sembrar dudas y ponernos al borde del precipicio.

Creo que es bastante triste que el acoso de los mercados, más o menos justificado, pueda poner en jaque a un país. Tan triste que, como digo, todos deberían unirse para evitar que se pueda poner a Estados de la UE en situaciones críticas por el antojo de los especuladores. De acuerdo, es a España e Italia, países con dificultades económicas reales y no inventadas por los mercados, a quienes están atacando, pero no sé si está basado en la realidad el panorama que pintan los inversores de nuestro país. La respuesta política del presidente del gobierno está siendo, de momento, la de esperar a ver qué va pasando, algo que no parece lo más indicado. No podemos ser meros espectadores viendo como la economía española y su solvencia son los nuevos juguetes de los mercados, pero quizás tampoco se puede hacer mucho más. Hoy Zapatero y Salgado se vana reunir en Madrid para abordar este asunto. Pasamos horas críticas y nunca antes la sensación de incertidumbre había sido tan grande. La economía es un estado de ánimo y el de España está por los suelos en estos momentos. Es curioso que algo que debería ser bastante exacto, la economía, con sus datos y cuentas, quede tan expuesta a sentimientos como el pánico o a actitudes como la especulación.

Zapatero ha hablado con los líderes de todos los partidos para compatir con ellos la preocupación por esta nueva crisis. Sería de agradecer que los políticos hicieron justo lo contrario de lo que hizo ayer Esteban Gonzáles Pons. El portavoz del PP, experto en enfangarlo todo y en defender posturas de lo más irresponsable, dijo ayer que tener la prima de riesgo en 400 puntos significa más paro y más dificultades para España. Que la prima de riesgo se dispare es malo para España. Eso lo saben hasta los niños de cinco años, señor Pons. Qué gratificante sería ver a un líder del PP hablando de la crisis de la deuda en otros términos, diciendo algo así como "confiamos en la solvencia de la economía española y no aceptaremos ser objeto de los ataques de los mercados y los especuladores". En definitiva, sería lo suyo que desde el partido que aspira a gobernar España en breve se dijeran cosas más responsables sobre este asunto. Si desde el PP y el resto de partidos de la oposición se fuera algo más responsable y se tuviera más sentido de Estado, mejor nos iría a todos. No es tiempo de jugar a ambigüedades ni a ponerse de perfil, sino de remar todos en la misma dirección, pues tampoco creo que al PP le gustaría recibir un país rescatado por la UE.

Seguiremos pendientes de la prima de riesgo y el resto de indicadores con las dudas de saber hasta cuándo estaremos así. Al parecer los especuladores no se toman vacaciones y están haciendo que este mes de agosto comience de forma negra para la economía de nuestro país. Las dudas y la incertidumbre no son buenas compañeras de viaje. Zapatero seguirá en la sala de La Moncloa siguiendo de cerca cómo los mercados juegan con nosotros y esperando que pase el chaparrón. No parece que tenga muchas más opciones, pero no por ello deja de ser algo desagradable e ilógico.

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