Fin de las vacaciones políticas

El descanso de los políticos llega a su fin, al menos su período de vacaciones. Hoy los dos grandes partidos comienzan a preparar seriamente las elecciones del 20 de noviembre y abren así el curso político. A fin de cuentas, estamos en los últimos días de agosto y tenemos a la vuelta de la esquina, esta misma semana, la llegada de septiembre, mes en el que comienza casi todo de nuevo tras las vacaciones de verano. Este comienzo de curso político va a ser especialmente intenso por varias razones, entre otras cosas, porque esta semana será clave para sacar adelante la reforma constitucional y porque las elecciones generales están cada día más cerca y las maquinarias electorales de los partidos políticos están ya que echan humo.


Hoy se reunen la Ejecutiva socialista y el Comité de Dirección del PP. Su tema central será el arranque del curso político. Por cierto, coincidiendo con este comienzo el diaria La Razón publica una encuesta de intención de voto en las próximas generales y el PSOE obtendría el peor resultado desde 1977, mientras que la mayoría absoluta del PP sería todavía más amplia que lo reflejado por sondeos anteriores que apuntaban también en esa misma línea. Según los datos de esta encuesta, el efecto Rubalcaba se habría evaporizado por completo. Precisamente de expectativas electorales se hablará mucho hoy en las reuniones de los órganos directivos de ambos partidos. Uno de los motivos por los que algunos socialistas criticaban duramente la reforma de la Constitución es que va a afectar a Rubalcaba en las urnas, ya que cundirá la sensación de que esta modificación legal viene impuesta y, lo que es aún peor, que servirá para hacer más recortes en gasto social.


Otro asunto que comenzarán a abordar en el PP y en el PSOE es la cuestión de las listas electorales. En las filas socialistas ha habido importantes miembros del partido que ya han dicho que no se presentarán a estas elecciones. Entre otros, la ministra Elena Salgado. José Bono dijo algo similar, pero como todo el mundo conoce a Bono, hasta que no lo veamos no vamos a creer que el presidente del Congreso no esté en las listas para las próximas generales. Quien sí irá en las listas, y además como número 2 del partido por Madrid, es Elena Valenciano. Es la mano derecha de Rubalcaba en la campaña y tendrá por ello este puesto destacado en las listas por Madrid. Eso en el PSOE, mientras que en el PP la reunión que van a celebrar este lunes en Toledo servirá también para dar el pistoletazo de salida al curso político.


Da la sensación de que el PP sigue partiendo desde la pole, sigue contando con una considerable ventaja. Por un lado, no es de extrañar teniendo en cuenta que parte del electorado socialista puede sentirse de algún modo traicionado por su partido. Son muchas las voces que expresan la idea de que el PSOE le ha hecho el trabajo sucio al PP. El último ejemplo de esto sería la reforma constitucional. El PSOE ha tenido que hacer frente en el gobierno a la mayor crisis económica de los últimos tiempos y eso pasa factura. Además, el modo en que se ha combatido la crisis no es el que más convence a gran parte de la población. No hay más que ver cómo el pasado viernes se aprobó en Consejo de Ministros que no habrá límites para encadenar contratos temporales. En tiempos de crisis, dijo el ministro de Trabajo, vale más el trabajo que si éste es temporal o indefinido. ¿Qué empresa va contratar a trabajadores de forma indefinida? El gobierno tira así la toalla en su lucha contra la temporalidad. Si a esto se suma que el contrato de formación se amplía hasta los 30 años, tenemos dos ejemplos recientes de cómo el gobierno está tomando medidas para salir de la crisis que no protegen a los que más afectados se están viendo por la situación económica.


Las elecciones del 20 de noviembre estarán marcadas por la crisis económica. Hace ya demasiado tiempo que se dijo desde el gobierno que había ciertos brotes verdes que, finalmente, no han florecido. Las palabras de la directora del FMI este fin de semana diciendo que entramos en una "nueva y peligrosa fase" estaba referida a la situación económica en todo el mundo, por lo que nos indica que no es éste el mejor momento para intentar crecer, en definitiva, que es casi misión imposible comenzar a recuperarse en estos tiempos que corren. Todo el coste electoral de la crisis se lo va a llevar el PSOE, como ya sucedió en las municipales y autonómicas de mayo con el consiguiente resultado catastrófico de entonces. El PP ha hecho, siendo generosos, pocas propuestas. La imagen que daba por momentos Rajoy era la de quien se para a esperar que su rival se autodestruya solito, la de quien sólo espera y no hace gran cosa para intentar ser él quien gane las elecciones por sus ideas propias y no su contrincante quien las pierda por sus duras decisiones para salir de la crisis.


Si hace unas semanas nos llegan a decir que el curso político iba a empezar con un gran acuerdo entre PSOE y PP probablemente no lo hubiéramos creído. Pero lo cierto es que es así, los dos grandes partidos acordaron reformar la Constitución. No es obligatorio acudir a las urnas, pero son muchas las personas que así lo reclaman. Dentro del Congreso, son líderes de partidos minoritarios como Gaspar Llamazares o Rosa Díez los que piden un referéndum. Si un 10% de los diputados lo piden, iríamos a las urnas, pero hoy por hoy no parece que vaya a ser así. Los partidos nacionalistas, por su parte, han optado por aprovechar esta circunstancia para pedir más beneficios para sus comunidades. El PNV quiere que, ya que estamos, también se cambie la Constitución para incluir el derecho a decidir, o sea, la posibilidad de que el País Vasco se independizara del resto de España. CiU quiere aportar menos al resto de Comunidades Autónomas, y el resto van también por la línea de poner precio a su apoyo a esta reforma. Todo my serio y responsable, como vemos.


El caso es que hoy arrancan los grandes partidos un curso político que tiene como gran cita en el horizonte las elecciones generales del 20 de noviembre, y como primer gran asunto, o último de la legislatura, la reforma de la Constitución. Se acabó pues el verano informativo en el que los políticos aparecían menos en los informativos y en la prensa. A partir de ahora, pugnarán por colar sus mensajes y sus dardos cruzados porque estamos, oficiosamente, en campaña electoral. Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba comienzan la carrera hacia La Moncloa. El uno con las encuestas a favor, el otro con el viento en contra. En tres meses veremos quién gana estas elecciones y quién puede formar gobierno.

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