El principio del fin de Gadafi

Los rebeldes libios tienen el control sobre un 90% de Trípoli y el final del régimen de Gadafi parece desmoronarse por momentos. Hay cierta confusión sobre algunos aspectos y una gran duda: ¿dónde está el dictador? Según la inteligencia de Estados Unidos, Gadafi no ha salido del país y podría estar en Trípoli. Igualmente se ha especulado con la posibilidad de que se encuentre en su localidad natal, y no son pocos los que piensan que sí es probable que el dictador haya huido de Libia al ver tan cerca el final de su régimen. Varios hijos de Gadafi han sido arrestados, no así Saif Al Islam, como se dijo en un primer momento. No podemos dejar de lado lo más trágico de esta batalla final en Trípoli: la muerte de miles de personas. Hay fuentes que dicen que cada día de combate fallecen 1.500 ciudadanos libios. Un drama terrible que esperamos pueda finalizar pronto y que lo haga con Gadafi y sus secuaces ante la justicia.

Aunque hay todavía bastantes dudas e incógnitas sobre la situación real en Trípoli, ya que el hijo menos de Gadafi asegura, quizás en un intento a la deseperada por mantener un poder que se desmorona, que la capital sigue bajo control de las fuerzas leales a su padre. Otras informaciones decían que gran parte de los combatientes del lado de Gadafi habían huido de la ciudad. la dificultad para saber con exactitud lo que está pasando en Trípoli es notable, pero hay varios indicadores que hacen pensar en un final inminente del régimen de Gadafi. Uno de los más significativos es el movimiento que se está produciendo a nivel internacional. Por ejemplo, ayer vimos en la embajada libia en Madrid la bandera del Consejo Nacional de Transición, la bandera de los rebeldes. Además, se suceden los discursos contundentes de líderes mundiales pidiendo una transición pacífica y dando por hecho que esto está acabado. Desde España, las ministras de Defensa y Exteriores han pedido que la ONU saque adelante una nueva resolución en la que se sienten las bases para ayudar a esa transición pacífica.

Que Gadafi está solo en la comunidad internacional era un hecho. El terrorista que había pasado a ser amigo de Occidente volvió a ser el enemigo de las democracias europeas y mundiales. Sólo líderes como Hugo Chávex apoyan ya al dictador libio al considerar que la guerra en Libia responde a intereses imperialistas de las potencias mundiales. Más allá de este apoyo intrascendente, el mundo entero ha dado la espalda a quien nunca debería haber recibido con los brazos abiertos como hizo en un pasado no muy lejano. En todo caso, desde la ONU hasta Estados Unidos pasando por países europeos como Francia o Gran Bretaña, todos los dirigentes mundiales están dejando claro que el final de Gadafi está próximo. Ahora se estudia el escenario de una Libia sin Gadafi en poder de los rebeldes.

No es una cuestión menor la que toca estudiar ahora, ya que nadie sabe muy bien quiénes son, de dónde han salido y qué intereses tienen los rebeldes libios. La revuelta, que pasó a ser una guerra que ha durado meses, en Libia no es tan parecida a las revoluciones en Túnez o Egipto como podría parecer en un principio. La gran ilusión de la mayor parte de los libios, eso no ahy duda, es que en su país se abra paso a una democracia que deje atrás la dictadura de Gadafi, pero no sé si deben estar completamente tranquilos y confiados con los rebeldes libios. Se les ha apoyado desde Occidente porque suponían en único camino hacia el fin de Gadafi, pero ahora se les debe reclamar que abran una transición ejemplar, modélica, en una palabra, un cambio pacífico de régimen.

Se abrirá en breve un nuevo tiempo en Libia y será necesario que quienes se pongan al frente del mismo lo hagan con altura de miras y sin ánimo de revancha, sólo de justicia. De esta forma, deben lograr que no se abra un tiempo de violencia en el país, ya que los enfrentamientos entre compatriotras deben pasar a formar parte del pasado para crear una nueva Libia asentada en bases de igualdad, libertad, justicia y democracia. No será fácil, pero vale la pena intentarlo y hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para que esto ocurra. Antes, habrá que dar por zanjada la dictadura de Gadafi y ganar esta batalla final en Trípoli.

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