Una hora y media después de escribir estas líneas llegará el Papa Benedicto XVI a Madrid. Será el comienzo de cuatro días de viaje del Santo Padre, de la máxima autoridad religiosa para millones de personas en todo el mundo, a la capital de España. La polémica ha precedido esta visita ya que ayer, como muchos temían, la manifestación laica contra la financión pública de esta JMJ terminó con cargas policialies y encontronazos entre peregrinos y manifestantes. Hubo seis detenidos y algún herido, entre ellos dos policías. Por lo visto ayer en la marcha, esta manifestación tenía más pinta de estar hecha para insultar, ofender y ridiculizar a la Iglesia católica que para protestar por una financión inexistente. Decía el lema de esta manifestación "al Papa, de mis impuestos, cero", y el caso es que cero euros ha ido de los impuestos de los contribuyentes a financiar esta visita.
La oportunidad de esta manifestación ofensiva hacia la Iglesia en plena JMJ parece bastante dudosa. La delegada del gobierno en Madrid reculó y donde había dicho digo, dijo Diego, de tal forma que permitió a la manifestación pasar por la Puerta del Sol. ¿Fue un error? No lo sé. Es cierto que todo el mundo tiene drecho a manifestarse y, a ser posible, por lugares amplios y visibles, pero también es verdad que los altercados se produjeron, precisamente, en Sol. En todo caso, los 5.000 manifestantes (según la Policía, 20.000 según los convocantes) no están representados por aquellos energúmenos que se descalificaron ellos solos al atacar e insultar a los peregrinos y enfrentarse a la Policía. Pasada la manifestación, podemos decir que aportó más bien poco y lo de menos fue el motivo por el que se manifestaban. Se armó jaleo y se insultó y provocó.
La oportunidad de esta manifestación ofensiva hacia la Iglesia en plena JMJ parece bastante dudosa. La delegada del gobierno en Madrid reculó y donde había dicho digo, dijo Diego, de tal forma que permitió a la manifestación pasar por la Puerta del Sol. ¿Fue un error? No lo sé. Es cierto que todo el mundo tiene drecho a manifestarse y, a ser posible, por lugares amplios y visibles, pero también es verdad que los altercados se produjeron, precisamente, en Sol. En todo caso, los 5.000 manifestantes (según la Policía, 20.000 según los convocantes) no están representados por aquellos energúmenos que se descalificaron ellos solos al atacar e insultar a los peregrinos y enfrentarse a la Policía. Pasada la manifestación, podemos decir que aportó más bien poco y lo de menos fue el motivo por el que se manifestaban. Se armó jaleo y se insultó y provocó.
El caso es que hoy llega el Papa a Madrid y serán unos cuantos cientos de miles más los que, llegados de todo el mundo, arroparán a Benedicto XVI en las calles de Madrid. Este viaje es el tercero a España que hace el pontífice después de su visita a Valencia, Santiago y Barcerlona (estas dos últimas ciudades, en el mismo viaje). No falta quien interpreta que el Papa centra sus miradas en España y que para él es muy importante que este país con tanta tradición e historia católica pueda ser el escenario de una Jornada Mundial de la Juventud que será toda una demostración de fuerza de la Igleisa católica. Hoy, a eso de las 12 del mediodía, el Papa llegará a Madrid y desde entonces hasta el domingo se vivirán los grandes actos de esta JMJ. Hoy, el Papa pasará por la Puerta de Alcalá y presidirá un acto de bienvenida en Cibeles. Mañana por la tarde-noche, se vivirá el Vía Crucis con pasos de toda España. El sábado, la misa con seminaristas en la Almudena y la vigilia en Cuatro Vientos y, por último, el domingo la misa de cierre en el mismo escenario.
Cientos de miles de peregrinos están en Madrid desde el lunes y, a partir de hoy, mostrarán su cariño al Papa. Como vengo diciendo cada vez que escribo de la JMJ, el respeto a estas personas que, estemos o no de acuerdo con ellas, lanzan un mensaje de multiculturalismo y tienen muy buen ambiente sin meterse con nadie, debe ser la actuación que siga todo el mundo. Para aquellos que esta visita no significa nada, esta JMJ será un engorro importante, pero hay cientos de miles de personas de Madrid y de todo el mundo para quienes este encuentro es un hecho muy especial. Hasta el domingo, Madrid será capital de la religión católica y centro informativo mundial. Es de desear que todo resulte lo mejor posible y que los participantes en esta JMJ salgan de Madrid con buen sabor de boca.
Supongo que muchas personas estarán pendientes de todo lo que diga el Papa para intentar leer entre líneas o percibir críticas al gobierno o a algunos sectores de la sociedad. Lo que diga Benedicto XVI será interpretado por los analistas. Creo que lo que los peregrinos esperan es un mensaje optimista, de amor y solidaridad, un mensaje optimista y positivo. Considero que esta JMJ debe estar por encima de cuestiones políticas y de asuntos de confrontación. Si algo reflejan los jóvenes venidos de todo el mundo es unidad y entendimiento entre todos ellos, vengan de donde vengan. Lo que todos estos jóvenes esperan es que de esta JMJ salga un mensaje bello que sirva para mostrar que la Iglesia suma, y no resta. Hasta el domingo, tendremos tiempo de seguir esta visita papal.
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