El 15-M no para

Si algo está quedando claro este verano es que las noticias, al contrario que la mayoría de los políticos, no se van de vacaciones. Está siendo un verano muy intenso en lo que se refiere a lo informativo. Estos últimos días, todos hemos estado pendientes de la evolución de la prima de riesgo y de la marcha de la Bolsa española. Hoy, la economía vuelve a ser noticia porque el Tesoro pretende colocar deuda y está por ver a cuánto interés lo conseguirá. De momento, la prima se relaja y la Bolsa va subiendo, quizás sea indicativo de que la venta no irá tan mal como todos esperamos, aunque nunca se sabe y saldremos de dudas a lo largo de la mañana. En todo caso, hoy no quiero hablar de economía, sino del movimiento 15-M que sigue adelante. Ellos tampoco se han tomado vacaciones este verano y están dispuestos a no dejar morir el movimiento. Tiene pinta, de hecho, de que está muy vivo.

A diferencia de lo ocurrido al comienzo de este movimiento, cuando los indignados pudieron ocupar la Puerta del Sol de Madrid sin ninguna restricción por parte de las autoridades, ahora todo ha cambiado y llevamos dos días con cierres puntuales de la estación de metro y de cercanías de Sol para evitar la entrada de manifestantes con la intención de ocupar la plaza. No entiendo dos cosas, alguna más, pero éstas son las que menos entiendo. La primera es que no sé qué ha cambiado para que aquello que se consintió mirando para otro lado (ocupar Sol) ahora se esté intentado evitar por todos los medios. Y ojo, no digo que no sea lo que hay que hacer o que se deba tolerar que se ocupe un espacio público, pero extraña ver este cambio tan radical en las autoridades. La segunda duda que tengo es por qué los indignados, que decidiero hace tiempo que dejaban atrás la ocupación de plazas y se marchaban de ellas, ahora quieren volver a tomarlas.

Para lo primero, la respuesta que muchos dan es que la visita del Papa estaría detrás de esta nueva prohibición de entrar en Sol para ocupar la mítica plaza, un símbolo para este movimiento. Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud han afirmado que Benedicto XVI va a pasar por la Puerta del Sol. Ése sería el motivo por el que se estaría evitando que se ocupe de nuevo la plaza. Para lo segundo, la duda sobre el motivo que lleva a los indignados a querer ocupar espacios públicos otra vez, no tengo respuesta. Creo que es un paso atrás en este movimiento. Es verdad que están demostrando que tienen fuerza, pero nunca vi como la mejor opción ocupar una plaza y asentarser allí en una acampada. Veo mucho más lógico manifestarse de forma convencional por las calles de Madrid. En todo caso, la actuación de las fuerzas de seguridad, cumpliendo órdenes directas de la delegación del gobierno en Madrid, está sirviendo para alentar y dar alas al 15-M. Cuanto más difícil le pongan las cosas, más fuerza tomará este movimiento.

Se debería buscar una solución a esta situación porque tampoco es muy normal que la estación de Sol esté cerrada cada tarde desde hace dos días. Esta mañana, a eso de las 12, los indignados quieren volver a marchar hacia Sol desde la Plaza de Oriente. La Policía tiene órdenes directas de que no puedan acceder a la Puerta del Sol, por lo que es de prever que volveremos a presenciar las mismas escenas de los últimos días. Sigo alabando que los miembros del 15-M defiendan reformas y cambios y vayan contra la corrupción y la injusticia del poder de los mercados, entre otras cosas, pero corren el serio peligro de que el medio para expresar su descontento se convierta en un fin en sí mismo. Ocupar Sol no puede ser el fin de este movimiento, sino un medio para protestar. Todo el tiempo que pase siendo noticia sus intentos de ocupar Sol en lugar de sus proyectos y propuestas concretas, será tiempo perdido porque no se hablará de lo esencial.

En todo caso, y a modo de conclusión, está claro que el 15-M sigue con vida y con muchos apoyos. Tiene fuerza y ha logrado conectar con una parte de la ciudadanía. Es por ello que deberían intentar concretar propuestas e ir contra cuestiones concretas. Estos últimos dos días se ha hablado mucho de sus peripecias para acceder a la Puerta del Sol, pero nada de lo que está detrás de este movimiento, de sus reinvindicaciones de fondo. Están en la prensa y tienen presencia mediática, pero más como una cuestión de orden público que como un movimiento que pide cambios reales.

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