Comienza la JMJ

Agosto sigue pasando con alerta por altas temperaturas en media España y con septiembre en el horizonte, con todo lo que eso significa. Este mes en que se suele parar el país nos deja noticias importantes y, entre otros asuntos de interés, la visita del Papa a Madrid. Este será uno de los temas centrales de la información de esta semana, pero también hay otras noticias que deben ser comentadas. Este puente ha dejado, como de costumbre, drama en la carretera. Conviene extremar las precauciones y todas las campañas son pocas para intentar reducir al mínimo los accidentes de tráfico. Además, España está conmocionada por un suceso ocurrido en un pueblo de Valladolid. Tres niños discapacitados fallecieron, al parecer de forma violenta, en un centro de atención a menores. Su cuidadora está detenida como presunta autora de las muertes de tres niños de corta edad que perdieron la vida por un "acto de locura" de esta cuidadora. Lamentable y trágica noticia que dejó todo lo demás en un segundo plano en el día de ayer.

Nuestro país, por otro lado, será noticia en todo el mundo por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra en Madrid desde hoy hasta el próximo domingo. Benedicto XVI llega a la capital de España el jueves, pero desde hoy hay ya actos programados para los miles de jóvenes que han llegado a Madrid. Llegan desde distintos puntos de todo el mundo para vivir juntos su fe y para celebrar una fiesta religiosa que creó el Papa Juan Pablo II pensando expresamente en los jóvenes católicos. Este pasado domingo, el domicial Magazine de El Mundo publicó una entrevista con Antonio maría Rouco Varela, encargado de la organización de la JMJ. Entre otras cosas, declaró en esta entrevista que la Iglesia no se lo pone fácil a los jóvenes. Reconoció así que el camino propuesto por la Iglesia católica no es sencillo, en absoluto, para los adolescentes. En todo caso, quizás sigue faltando algún gesto de aperturas mayor por parte de la Iglesia en asuntos como el uso del preservativo.

La polémica, por cierto, sigue rodeando esta JMJ. El último causante de la misma es que de la fachada de edificios públicos cuelgan carteles que invitan a participar en los actos de estas Jornadas católicas. Como estamos en un Estado aconfesional, las críticas no se han hecho esperar. Quizás los mensajes de estos carteles, claramente apoyando esta JMJ, sean lo que en verdas provoca estas críticas. Algunos, justo es decirlo porque todas las críticas no se las pueden llevar siempre los mismos, hacen del laicismo y de la aconfesionalidad una religión casi tan estricta (o más) que aquella contra la que protestan. Así lo veo yo. Da la sensación de que hay muchas personas que tienen el laicismo, o incluso el anticlericalismo, como una religión con sus propios preceptos y todo. La indiferencia, que sería lo esperable de aquel para quien el Papa no es nadie especial no simboliza nada especial, deja paso a la relevancia extrema que se da a cada pequeño detalle que provenga de las instituciones públicas hacia la JMJ que, aunque ellos se empeñen en no reconocerlo, dejará mucho dinero en la capital.

La Iglesia puede ser criticada por muchas cosas y no lo hace todo bien, eso está claro. Pero tan claro como eso está que los participantes de esta JMJ deben ser respetados. Algunas críticas a esta visita sí son entendibles, y ya escribí la semana pasada que todo lo que se aleje de la austeridad en al organización de esta Jornada vas en contra de la propia Iglesia, pero así como algunos verán todo bien hagan lo que hagan los organizadores, otros irán a saco contra ellos pase lo que pase. Ciertamente, yo soy de los que desea que todo salga bien porque una JMJ positiva y sin problemas serios será bueno para la ciudad. El Papa es un Jefe de Estado, pero además es un líder espiritual para millones de personas. Cierto es que nuestro país es aconfesional, pero tan respetables son los que se oponen a esta visita como los que la reciben con los brazos abiertos y como algo realmente muy importante para ellos.

Si algo tiene la Iglesia que provoca críticas, más allá de cuestiones delictivas que también le han llevado a un deterioro serio de imagen, es que está muy cerrada a los cambios sociales y, también, que la cúpula de la Iglesia no está siempre tan cerca de la base como debería. Así, no tiene mucho que ver el boato de algunos actos religiosos con la labor impagable de muchos párrocos o misioneros que, aquí o allá, ayudan de verdad a las personas y llevan una vida austera y entregada por completo a los demás. Rouco Varela decía en la entrevista que antes citaba que habría que preguntarse si la política no ha invadido territorios que no le corresponden. Igualmente, podemos preguntarnos si la Iglesia no tiene en ocasiones tendencia también a meterse donde poco tiene que decir. En todo caso, la Iglesia va a enseñar músculo en esta JMJ para demostrar que goza de buena salud, aunque la afluencia masiva a estos actos tiene poco que ver con la asistencia cada domingo a misa.

En todo caso, polémicas o críticas al margen, esta JMJ es muy importante para el millón de peregrinos que llegan a Madrid estos días. Hoy se celebrará una misa en Cibeles y el jueves llegará el Papa. El viernes se celebrará uno de los actos más destacados con el Vía Crucis con pasos de Semana Santa y santos de toda España. Para el sábado y el domingo quedarán los actos más multitudinarios de esta JMJ. Los católicos de todo el mundo mirarán a Madrid estos días. Mientras tanto, la ciudad acogerá a miles de personas y sufrirá los inevitables cortes de tráfico y las molestias propias de los grandes eventos a los que asisten muchas personas. La JMJ echa a andar.

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