Último día de campaña

Acaba la campaña electoral en la que más se hablado de política y, curiosamente, en la que menos se ha escuchado a los políticos. La causa de que se haya hablado mucho de política y de que se haya visto gran interés por este asunto en la ciudadanía, pero a la vez se haya escuchado menos que de costumbre a la clase política hay que buscarla en el movimiento Democracia Real Ya. Esta iniciativa ciudadana que tiene la Puerta del Sol de Madrid como emblema de sus actuaciones y sus reinvindicaciones; algo que, por cierto, Esperanza Aguirre no entiende muy bien. El caso es que hoy compartirán protagonismo y titulares el cierre de campaña de todos los partidos políticos y los mensajes que se lanzan desde la acampasa de Sol, donde una noche más cientos de personas han vuelto a ocupar la plaza. La Junta Electoral Central estaba llamada ayer a decidir sobre si era legal celebrar manifestaciones en la jornada de reflexión, es decir, mañana, y decidió que no lo es y que no se puede permitir que haya actos políticos en este día ya que afecta a la libertad del voto. Los manifestantes parecen decididos, no obstante, a seguir con sus protestas y a mantenerse acampados en Sol para celebrar allí sus asambleas, también el sábado, día de reflexión.

En una entrevista en la Cadena Ser, el presidente de gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de decir que entiende a los jóvenes y a las personas que se han quedado sin empleo. También dice que el Ministerio del Interior, a quien le corrresponde tomar la decisión sobre qué hacer si los manifestantes pretenden llevar a cabo sus actos de protestas el sábado, actuará con inteligencia. En esta línea, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que la Policía está para resolver problemas, no para crearlos. El tema es que, nos guste más o nos guste menos, incumplir la ley es también un problema. El ministro se enfrentará mañana ante una difícil decisión. Por un lado, debe cumplir lo que la Junta Electoral Central ha ordenado, pero por el otro no puede provocar altercador públicos ni enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. No es nada sencillo adivinar qué sucederá mañana si los manifestantes, tal y como parece, siguen adelante con su idea de no variar sus planes en relación al día de reflexión y al día de las elecciones. Parece que Democracia Real Ya va a continuar con sus asambleas en la calle y surgen voces que se preguntan por qué no pueden hacerlo en una jornada de reflexión si no piden el voto para nadie.

Lo que dicen las personas que están en la Puerta del Sol es precisamente eso, que no van a pedir el voto para ningún partido y que no van a intentar influir en la decisión individual de cada uno en relación a su voto el domingo. Se mantienen las actividades en Sol y la prohibición de la Junta Electoral Central no impide que todo siga su curso. Sigue habiendo alguna duda como, por ejemplo, qué será de este movimiento cuando pase el 22 de mayo. Lo deseable sería que se mantuviera más allá de la cita con las urnas. Si su intención es seguir adelante con sus protestas a partir del lunes, no es ciertamente tan importante que puedan manifestarse el sábado o no. En todo caso, la simpatía con la que muchos miramos a este movimiento se debe a su carácter pacífico y al hecho de que representan a una sociedad que no se queda parada ante las dificultades y que no se resigna. Unos jóvenes que no quieren que, sin ningún pudor, les digan que son una generación perdida. Unos parados que quieren poder trabajar. Hay en la plaza gente de todo tipo y eso debe seguir siendo así: que no se politice la protesta, que no se manipule y que ningún partido se la adjudique como propia. Debe seguir siendo lo que es, debe mantener el idealismo con el que nació.

Democracia Real Ya, así se llama este movimiento. El nombre no gusta a algunos. Es el caso de Esperanza Aguirre quien afirma que la democracia se devalúa cuando se se le ponen apellidos. La presidene de la Comunidad de Madrid es quien se muestra estos días más contraria a las protestas. Ayer comparó el término "democracia real" con la democracia orgánica de Franco o con la democracia popular de los "sátrapas de los países del Este". Pero es que hoy se ha despachado a gusto en Telemadrid. En una entrevista en este medio que tanto conoce ella ha dicho que está por mandar a los 90.000 militantes del PP de Madrid a la calle Ferraz para que se sienten allí hasta que Zapatero se vaya. Dice que son más que los que se están manifestando en Sol. Aparte de que habla de los militantes del PP como si fueran sus títeres, a los que puede mandar allá donde quiere, Aguirre demuestra fata de respeto hacia los que están pidiendo un cambio, cambio que a ella no le interesa como no le interesa a muchos políticos. Podría taparse un poco, pero debe ser que la presidenta sabe que entre los indignados no hay ninguno de sus votates. Esperanza Aguirre dice que PP y PSOE no es lo mismo y eso es entendible. Los del PSOE dirán lo mismo.

Según parece, la protesta no está centrada sólo en Madrid, sino que poco a poco está calando también en otras ciudades. Es el caso de Barcelona, donde también se ven imágenes de concentraciones numerosas. La Puerta del Sol es el símbolo de este movimiento, pero cada vez son más las ciudades de España en las que comienza a triunfar esta corriente social que pide cambios políticos y económicos. Poco a poco también se van haciedo propuestas concretas. En lo económico se escuchan clásicas recetas de izquierdas, mientras que en lo político se habla de un cambio en la Ley Electoral. Es algo difícil de lograr. Es la pescadilla que se muerde la cola: esta ley interesa a los dos grandes partidos que son los que obtienen más escaños, si otros partidos tuvieran más peso, se podría pensar en un cambio de la Ley Electoral, pero como PP y PSOE saben que este cambio no les interesa, y gracias a la Ley Electoral actual ningún tercer partido obtendrá gran representación, no es fácil pensar que vayan a promover un cambio en esta legislación. De todos modos, el interés que despierta este movimiento se percibe también en el extranjero, donde los medios internacionales recogen las protestas que se llevan a cabo en España.

La campaña electoral, a todo esto, llega a su fin. Hoy es el último día en que los partidos podrán pedir el voto. Se celebrarán los actos de cierre de campaña de todas las formaciones políticas. Nunca antes de unas elecciones había ocurrido un movimiento social de estas características, que pida cambios en la política y que se muestre contrario al bipartidismo, por lo que no es fácil acertar a adivinar cómo puede influir esta corriente en las elecciones. En todo caso, yo no espero grandes cambios. El dato del que más pendiente se estará para ver si este movimiento ha calado mucho y ha influido en la decisión de ir a votar es, precisamente, el de la abstención. Siempre que la cifra de abstención es elevada se dice que eso muestra un descontento de la ciudadanía con la coase política. En este caso, ese descontento tiene forma de movimiento social reivindicativo. Veremos qué sucede pero no es fácil tampoco medir qué parte de esa abstención corresponde a la corriente de Democracia Real Ya. En definitiva, no será sencillo determinar hasta qué punto ha influido todo lo que está pasando en las elecciones del domingo, unas elecciones importantes para los partidos políticos que han visto cómo sus mensajes y discusiones pasaban a un segundo plano ante los mensajes y las asambleas de los ciudadanos.

Para el PP estas elecciones son decisivas en el sentido en que se las han planteado como unas primarias de las generales, como un plebiscito sobre el gobierno. Para ellos un triunfo en las elecciones siginifcaría que el país quiere un cambio de gobierno. Si todo sale como esperan, pedirán un adelanto electoral. El PSOE, por su parte, busca mantenerse al menos en las plazas fuertes de los socialistas y no hundirse en los comicios. Parte con la intención de dar la vuelta a las encuestas. IU, que está dando palmas con las orejas por el movimiento social previo a las elecciones, busca aprovechar el descontento de los votantes del PSOE para reforzar su posición allá donde tiene representación y para entrar en los Parlamentos autonómicos y en los Ayuntamientos en los que no está presente actualmente. Los partidos nacionalistas buscan también un buen resultado en las municipales, pues ni en Galicia, ni en Cataluña ni en el País Vasco hay autonómicas, y UpyD intentará fortalecerse y dar el salto adelante que esta formación busca en la cita del domingo. Hoy todos terminarán de pedir el voto y mañana será jornada de reflexión. Veremos si es una jornada de reflexión más movida que de costumbre por las protestas ciudadanas.

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