¿Primarias o Congreso?

Ésa sigue siendo la pregunta del millón en el PSOE. El sábado los socialistas celebrarán un Comité federal en el que tendrán que debatir qué es lo mejor para el partido después de los desastrosos resultados cosechados en las elecciones del domingo. Desde el País Vasco llegan las voces más críticas con la intención del presidente del gobierno de celebrar primarias. Ayer, Zapatero dijo que había hablado con Patxi López y que le había explicado lo que iban a hacer. Según la postura del presidente, el lehendakari había entendido perfectamente los pasos que iba a dar el PSOE y estaba de acuerdo con ellos. Pero poco después el PSE emitió un comunicado en el que se decía que de eso nada, que respetaban la postura de Zapatero pero que seguían pensando que la mejor opción para el partido es un Congreso Extraordinario que cambie la dirección de esta formación política. El lío está servido. Si no fuera porque este asunto tiene mucha importancia y porque puede tener implicaciones en la continuidad del gobierno hasta el año que viene, se diría que el PSOE está demostrando auténtico pánico a la democracia y al debate interno. A pesar de que afirman todo lo contrario, parecen no estar cómodos con las discrepancias que llegan desde el PSE.

Es más, Elena Valenciano ha declarado que antes del sábado el PSOE tendrá una opinión conjunta sobre qué hacer. Es más, en declaraciones a TVE ha dicho que no contempla que haya propuestas en el Comité del sábado que no estén consensuadas. Cabe preguntarse si sería tan grave que en el seno de ese Comité se diera un debate real y se discutiera sobre qué es mejor para el partido. Lo lógico en un partido que dice defender la democracia interna es no tener miedo a que haya voces discrepantes sobre el camino que debe recorrer el PSOE de aquí a las generales. El PSE está en cabeza de los que quieren un Congreso. A favor de las primarias está el aparato del partido, diríamos que los partidarios de Zapatero, y también alguna federación territorial como la andaluza. No obstante, se desconocen los apoyos reales que tiene la propuesta de Latxi López. Se presume que si se ha tirado a la piscina y se ha atrevido a llevar la contraria al presidente del gobienro y secretario general del partido es porque ha comprobado antes que hay agua en ella, es decir, que no es él el único que piensa en un Congreso Extraordinario para elegir al candidato a las generales y antes de ello a una nueva dirección del partido. Reclamar un Congreso es una forma suave de pedir la marcha de Zapatero del partido.

El presidente del gobierno ha convocado a los barones territoriales para tratar de hacer lo que ha dicho Elena Valenciano, es decir, encontrar uan postura común antes del sábado. No parece que vaya a encontrarla tan fácilmente. Fernández Vara ya ha dicho que tan democrático como un proceso de primarias es un Congreso. Está por ver cuántos apoyos logra obtener Zapatero para las primarias. Es una prueba de fuego a su autoridad. Como bien señala hoy el diario El País, se trata de la primera ocasión en la que Zapatero tiene que poner a prueba su autoridad en el seno del partido. Si algo era incuestinable cuando el viento soplaba a favor era que Zapatero contaba con un apoyo casi unánime en el partido y que todo el mundo respetaba su autoridad. La realidad económica del país se volvió adversa y Zapatero se vio obligado a anunciar su renuncia a ser candidato del PSOE a las próximas generales. Ahora, cuando todos saben que él no seguirá, tiene ante sí un reto considerable: consensuar el modo en el que se elija a su sucesor. Zapatero quiere primarias. El duelo sería entre Chacón y Rubalcaba. No sé hasta qué punto esto será así, pero parece que Rubalcaba prefiere el Congreso y Chacón confía en sus posibilidades en unas primarias.

Hay mútiples interpretaciones a todo lo que está pasando en el PSOE. Ésta es de esas situaciones en las que es adecuado leer los artículos relacionados con este tema de más de un periódico, para hacerse una idea general de lo que en verdad está sucediendo. Como digo, cada medio tiene una lectura distinta de los movimientos que hay en el PSOE. Si ayer decía que El Mundo interpretaba las palabras de Rubalcaba como un movimiento favorable a Rubalcaba, hoy ABC dice que Patxi López se convierte en la tercera vía. El periódico afima que muchos en el PSOE le valoran como una altenativa al duelo entre Chacón y Rubalcaba. ABC es también quien asegura que la situación podría llevar a Zapatero a convocar elecciones en otoño. Aquí está una de las claves de lo que sucede en el seno del PSOE, que este partido está en el gobierno central y que un Zapatero débil en su partido sería un presidente débil. La crisis interna puede llevar a un adelato electoral. Así como antes de las elecciones Zapatero tenía claro que no adelantaría las generales, así como defendió lo mismo el domingo, ahora podría verse obligado a hacerlo si la situación en su partido no se normaliza lo antes posible. ABC cita a fuentes próximas al gobierno y a los dirigentes del PSOE para informar de este posible adelante electoral.

Visto lo que dice El País, El Mundo y ABC, falta por saber qué piensan otros medios. Por ejemplo, Público afirma en su edición digital que lo que está pasando en el PSOE es un órdago para colocar a Rubalcaba al frente del partido. Por último, La Razón asegura que Zapatero se "atrinchera en las primarias" y habla también de un PSOE movilizado para quitar de en medio al presidente y secretario general del partido. Eso es lo que hay, muchas interpretaciones de una misma realidad. En algo coinciden todos los medios y es en que el PSOE vive momentos delicados de luchas internas. Una derrota como la que sufrió el partido el domingo escuece mucho y da lugar a todo tipo de movimientos internos para intentar cambiar la situación lo antes posible. Lo que ocurre es que, si se piensa en lo mejor para el PSOE no creo que sea un partido dividido e inmerso en una guerra por el poder, y si se piensa en lo mejor para España, tampoco es bueno para el país esta situación que vive el PSOE, partido que está en el gobierno. Por contra, esta situación es de las más jugosas informativamente hablando de los últimos tiempos para los medios de comunicación. Las espadas están en todo lo alto en el seno del partido y el sábado se verá hasta qué punto hay división interna.

El sábado es el gran día para saber cuál es la situación real del PSOE. Ese día todos los medios estarán pendientes del Comité del partido. No parece sencillo que se llegue a esta cita con una postura única y común, que es lo que desea el PSOE tal y como ha declarado Elena Valenciano. Visto desde fuera, ¿qué sería mejor para el PSOE? ¿Unas primarias? ¿Un Congreso? Sinceramente no lo sé. Sí creo que ambos caminos son perfectamente trnasitables y compatibles con la imagen de partido con democracia interna que quieren dar los socialistas. Lo que dudo bastante es que los que apoyan una o otra opción no hayan medido a quién beneficiaría, es decir, los que apoyan las primarias no lo hacen porque consideren que es lo mejos, sino porque creen que este proceso beneficia a su candidato. Y lo mismo sucede con los que apoyan el Congreso. Eso es al menos lo que pienso. La atención está centrada en el PSOE donde hay una batalla interna que ríete tú de la de Mourinho y Valdano en el Real Madrid que, por cierto, ha acabado con el argentino fuera del club. Cabe la posibilidad de que el PSOE alga fortalecido de esta situación, pero tampoco se puede descartar que esto termine como el rosario de la aurora y que el partido quede aún más debilitado.

Todo está en el aire y todo puede pasar. El resto de partidos mira atentamente a lo que pueda pasar en el seno del PSOE. Desde el PP se dice que España no está para estas cosas. La verdad es que se ponen a huevo y le hacen el discurso, porque no es difícil para el partido de la oposición sacar la conclusión de que los dirigentes más destacados del PSOE, que a su vez lo son del gobierno, están más centrados en las luchas internas de su partido que en las cuestiones que preocupan de verdad a los españoles. El sábado se sabrá un poco más de lo que vaya a pasar en el PSOE, pero lo de pasado mañana será sólo un nuevo capítulo de esta historia, no el último.

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