Movimiento 15-M

El movimiento del 15-M o Democracia Real Ya sigue siendo la gran noticia del día en España. Definitivamente las personas concentradas en la Puerta del Sol de Madrid y en otras ciudades españolas están protagonizando las portadas de muchos medios de comunicación y abren informativos de radio y televisión. Ayer la Junta Electoral de Madrid prohibió la concentración debido a que, según ellos, puede afectar de cara a las elecciones del 22 de mayo. En todo caso, saltándose la prohibición, miles de personas se manifestaron anoche en varias ciudades y cientos de ellos han pasado la noche acampando en Sol. Esto va para adelante y seguimos con las mismas que ayer comentaba y otra certeza más: la reacción de la clase política ante este movimiento está siendo más bien torpe. Algunos piden el voto para cambiar las cosas, otros buscan identificarse con los que están manifestándose contra ellos y no falta tampoco quien se pregunta, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, por qué no están acampados en Moncloa y sí en la sede de la Comunidad. La respuesta de los políticos deja bastante que desear. Ninguna se atreve a decir que habrá que cambiar las cosas si eso es lo que quieren los ciudadanos.

La noche en Madrid ha estado pasada por agua, pero eso no ha impedido que cientos de personas se hayan quedado acampadas en la Puerta del Sol. Sus peticiones y reivindicaciones son las mismas que las comentadas ayer, es decir, poner fin al bipartidismo y entrar en un sistema más justo. Hay varias cosas que los miembros de este movimiento deben vigilar si quieren éxito en sus actos de protesta. Por un lado, deben estar atentos ante posibles altercados. Ayer no se produjo ninguno en la concentración de Madrid y ése es el camino a seguir para que sus mensajes sean escuchados. Además, tienen que respetar a todos los medios de comunicación. Algunas televisiones, como Telemadrid o Intereconomía, pasaron verdaderos problemas y malos ratos al tratar de cubrir la información en la Puerta del Sol. Esto no debería volver a suceder, pues un pilar de la democracia es la prensa. La prensa libre, es verdad, pero ellos pueden quejarse del modo en que algunos medios manipulan la información, pueden gritar "televisión, manipulación", como hicieron ayer, pero deberían respetar a los periodistas de todos los medios, sean como sean esos medios y sea cual sea su ideología. En una palabra, deben dejar trabajar a los reporteros de todas las cadenas. Gusten más o menos.

Sin duda la clave fundamental será ver cómo reaccionan los ciudadanos el 23 de mayo, es decir, si este movimiento que ha surgido poco antes de unas elecciones, algo que para ciertos analistas es bastante sospechoso, va más allá del 22 de mayo. Sería deseable que así fuera. Lo que están haciendo los jóvenes del movimiento Democracia Real Ya es reclamar abrir un debate y una reflexión, piden un cambio en el sistema democrático. Nadie puede decir que éste no sea el mejor sistema posible, pero tampoco hay mucha gente que pueda afirmar que no hay problemas relacionados con la política en España. Para empezar, la clase política no parece capaz de dar respuesta a los problemas que de verdad preocupan a los españoles. Pero se podría seguir con la corrupción que salpica a casi todos los partidos o con la falta de sentido de la responsabilidad y altura de miras de los políticos. Estas personas que se manifiestan en Sol y en otros puntos de España no son antisistemas. Supongo que habrá de todo, pero lo cierto es que reclaman cambios para mejorar nuestra democracia. Me decepcionaría mucho que tras las elecciones del 22 de mayo desapareciera este movimiento tal y como llegó, de forma inesperada. Y también sería frustrante que resultara ser un simple acto antisistema. No creo que vaya a suceder ni una cosa ni la otra.

Los políticos están en campaña electoral, es decir, a lo suyo. Tras un primer momento en el que se les vio bastante el plumero, con aquello de querer defenderse a toda costa y decir que es muy fácil criticar a la política y que hay que ir a votar (a votarles, querían decir), ahora hay reacciones de todo tipo, pero la mayoría pasan por afirmar que comprenden este sentimiento de indignación de los ciudadanos que están siendo los verdaderos protagonistas de estos últimos días de la campaña. Rodríguez Ibarra habló ayer de estos jóvenes y dijo que hay que escucharles y buscarn cambios junto a ellos, que su partido debe estar del lado de estas personas buscando aquellos cambios que sean necesarios. Esperanza Aguirre, además de lo antes mencionado, declaró ayer que hay intentos por parte de la "izquierda radical" de apropiarse del discurso de los miembros de este movimiento y de manipularlo en contra del PP. Los líderes de IU y UPyD aprovechan para reclamar el fin del bipartidismo. Se podría decir que el hecho de que haya ciudadanos que pidan un cambio en la Ley Electoral es para ellos algo así como ver el cielo abierto, pues es por lo que llevan años luchando las formaciones pequeñas como ellas. Eso sí, no espero una revolución en el mapa electoral con motivo de esta corriente.

El caso es que está por ver cuáles serán los siguientes pasos que dan las personas que están manifestándose día sí y día también en Madrid y en otras ciudades españolas. Sus propuestas deben ir saliendo poco a poco a la luz, porque no vale con decir que un modelo no gusta, sino que hay que ofrecer una alternativa. En todo caso, la gran repercusión mediática de este movimiento y lo mucho que está dando que hablar sirven para hacernos una idea de que podemos estar ante algo importante. No sé si histórico, pero sí importante. Importante e interesante, pues todo movimiento social como éste atrae la atención de todos. Los políticos de los dos grandes partidos podrían estar empezando a preocuparse. Insisto, no por los efectos directos en las elecciones del 22 de mayo, algo que yo descartaría aun a riesgo de equivocarme, sino porque el descontento y la lejanía de los políticos con respecto al pueblo está quedando más patente que nunca. La clase política está formada por los que son nuestros representantes, y si ahora hay cada vez más gente que no se siente representada por ellos, es que algo está yendo mal. ¿Provocará este movimiento algún cambio real? ¿Arrancarán alguna promesa de los dos grandes partidos? No lo sé, me cuesta creerlo, pero hacen muy bien en intentarlo.

La idea es que estas protestas se conviertan en un clamor popular que obligue a las instituciones y a los políticos a comenzar a escuchar con atención a estas personas. Si algo han demostrado los miembros de Democracia Real Ya es su poder de convocatoria, ya que sólo a través de Internet han logrado movilizar a miles de personas en toda España. Es un hecho que han sabido organizarse y el primer triunfo ha sido conseguir la repercusión mediática que han logrado en estos primeros días de protesta. Cuando se lleva a cabo alguna manifestación lo que se intenta es que tus mensajes sean escuchados, para eso se organizan los actos de protesta. Esto lo han conseguido las personas del movimiento 15-M. Los medios de comunicación están más pendientes de esta corriente que de la campaña electoral y eso, a tres día de las elecciones, es mucho decir. Su primer triunfo, por lo tanto, ha sido atraer a los medios y a la sociedad. Ahora quedan por dar pasos complicados e inciertos. En todo caso, la ilusión de querer cambiar el mundo es algo que caracteriza al ser humano, y más en concreto a los jóvenes. Estas personas creen que pueden lograr cambios en España y eso les honra. Los que decían que no había respuesta al paro, la crisis y el resto de problemas se equivocaban.

Hoy los focos seguirán centrados en la Puerta del Sol y en otros puntos de España. La próxima decisión importante que deberán tomar las Juntas Electorales se refiere a qué hacer si los jóvenes pretenden mantener las conentraciones el sábado, jornada de reflexión, o el domingo, día de las elecciones. Si han prohibido la concentración de ayer, parece previsible que también se haga lo mismo con actos que no dejan de ser políticos en un día de reflexión previo a unas elecciones. La intención de los manifestantes parece ser seguir así hasta el día de las elecciones. Después llega la pregunta ¿y ahora qué? Eso es lo que todos nos preguntamos, cuando pase el 22 de mayo, qué van a hacer estas personas, en qué se van a concretar sus actos de protesta, seguirán o no reclamando cambios. Intuyo que este movimiento es de largo recorrido, puede que me equivoque, pero no creo que vayan a echar el cierre a sus campamentos o a sus manifestaciones cuando pase el 22 de mayo. Si quieren cambios profundos, poco debería importar una cita electoral, pues lo que ellos buscan es un cambio más de fondo, más estructural. Los actos de protesta seguirán hoy adelante y volverán a ser noticia de portada en los informativos.

Comentarios