Messi resuelve



Cuando tienes en tu equipo al mejor jugador del mundo, todo se ve con otros ojos y, como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa. Eso debían pensar ayer los aficionados al Fútbol Club Barcelona cuando vierona Messi sentenciar la eliminatoria. El nombre del partido fue, una vez más, el del argentino, pero no se puede dejar de lado el hecho de que el árbitro influyó en el devenir del encuentro con una rigurisa expulsión de Pepe. Si esta semifinal llegó precedida por unas polémicas declaraciones de Mourinho y Guardiola en rueda de prensa, era de esperar que la fiesta continuará y esta vez el entrenador del Madrid dijo de todo y, aún así, se mordió la lengua porque si dijera todo lo que pensaba, declaró, se terminaría su carrera. Cómo sería la cosa que el Barcelona va a denunciar, según informan hoy diversos medios de comunicación, el técnico luso por sus palabras de ayer. Todo está muy caliente, pero lo más importante es que el Barça tiene pie y medio en la final de la Champions y el propio entrenador del Madrid da por sentenciada la eliminatoria. Ayer no vimos un gran partido de fútbol, pero a falta de fútbol, buena es la emoción. En ocasiones demasiada tensión que llevó a una refriega en el descanso de la que Pinto acabó expulsado.


Antes de comenzar el partido, el seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, había dicho que estaba preocupado por los piques entre jugadores de la selección. Ayer no debió de quedarse mucho más tranquilo porque siguió habiendo roces entre compañeros de selección, aunque de todos modos parece casi lo lógico tratándose de un duelo vital como éste en el que está en juego el pase a la final de la Champions. Hubo enfrentamientos en el césped del Bernabéu. El guión del partido decía que, de nuevo, el Barcelona iba a salir a tener el balón y generar ocasiones de gol (hizo más lo primero que lo segundo) y el Madrid a defenderse y a intentar salir a la contra. Está asumido que, hoy por hoy, al Barça no se le puede salir a jugar de tú a tú, por lo que a nadie extrañó que el Madrid, en casa, saliera con esta estrategia frente a su gran rival. De este modo, los locales renunciaron a tener el balón y el Barcelona dominó en este sentido el choque, aunque no logró hacer grandes ocasiones de gol en la primera parte. De nuevo se daba la circunstancia de que el enorme dominio blaugrana en relación a la posesión del balón no se veía reflejado luego en una avalancha de ocasiones ante la portería de Casillas. Al Barcelona le costaba llegar a puerta y buscar el gol.


Con estas se llegó al descanso. Con la sensación de que no habíamos visto una gran primera parte, más bien todo lo contrario. En la retirada de los jugadores al vestuario, hubo un enfrentamiento entre jugadores de uno y otro equipo y el segundo portero del Barcelona, Pinto, fue expulsado por irse contra un jugador del Madrid. La tensión iba en aumento para la segunda parte en la que el Madrid jugaría con Adebayor en lugar de Özil. Parecía que el partido tenía mejor color para los locales en los primeros minutos de la segunda parte, pero lo que determinó el partido, amén de la magia de Messi, fue una desición arbitral polémica. Pepe hizo una fea entrada a Alves y el árbitro, después de pensárselo unos segundos, decidió expulsar al portugués y dejar así al Madrid con un jugador menos para lo que restaba de partido. Se cumplía así la regla de Mourinho que dice que sus equipos rara vez acaban con once ante el Barcelona. ¿Era expulsión esa entrada de Pepe? Creo que la roja es rigurosa, pero tampoco se puede decir que sea una barbaridad expulsar a un jugador por entradas de ese tipo. Lo que sucede es que esta expulsión determinó el partio y quizás la eliminatoria, es decir, se inclinó la balanza hacia el lado del Barcelona.


Después de la expulsión de Pepe, Mourinho recriminó la decisión de su jefe al cuarto árbitro y el técnico del Madrid acabó siendo expulsado también y vio lo que quedaba de partido en la grada. La sensación era que esta jugada había roto el partido. Y así fue. Faltaba alguien que nos diera la razón y ése fue, como casi siempre, Messi. El genio argentino marcó el primero a pase de Afellay y ponía a su equipo con un resultado excelente de cara al partido de vuelta, pero aún quedaría una jugada sensacional del mejor del mundo para poner el 0-2 en el marcador. Es difícil que al Barça se le escape el pase a la final. Estos dos zarpazos de Messi ponen al equipo de Guardiola a un pasito de Wembley, y hacen del partido de vuelta en el Camp Nou algo así como un trámite para el Barcelona. Un trámite que han de superar, pero parece complicado que el Madrid pueda plantar cara a su rival en casa de éste y logre marcarle dos goles para empatar la eliminatoria, o tres para ganarla, todo esto en caso de que el Barcelona no haga ningún gol. La gran duda que queda es qué habría sido del partido si Pepe hubiera seguido en el campo y Madrid y Barcelona hubieran acabado once contra once. Muy a su pesar el árbitro del encuentro se convierte en protagonista del mismo.


Acabó el partido y los aficionados del Barcelona desplazados hasta el Bernabéu cantaron y festejaron el triunfo de su equipo como lo que era, medio pase a la final de la Champions. Lo de Messi, por cierto, está fuera de lo normal. Es, de largo, el jugador más decisivo y determinante de todos cuantos hay hoy en día. Es el mejor del mundo y su distancia respecto a los aspirantes a arrebatarle el trono es abismal. Sin ir más lejos, ayer en el campo estaba el que para muchos es el segundo mejor jugador del mundor, Cristiano Ronaldo. No hay más que ver lo que hizo uno y lo que hizo el otro para salir d edudas. Es cierto que Ronaldo estuvo con su equipo con un jugador menos, pero tampoco había aparecido antes de la expulsión de Pepe. Eso sí, yo soy de los defensores de Ronaldo, pues creo que es un portento y que puede ser considerado como uno de los mejores jugadores humanos, pues lo de Messi es de otra galaxia. Lo que sucede con Cristiano es que excesivamente individualista. Es su forma de jugar y hay que aceptarla, pero a veces entran dudas sobre si piensa primera en el equipo y luego en él, o es al revés. En todo caso, esta vez fue Messi quien ganó el duelo contra Ronaldo y situó a su equipo cerca de la final de la máxima competición de clubes.


Y después del partido, las comparecencias en rueda de prensa de Mourinho y Guardiola. Para empezar, el técnico blanco dijo que si decía lo que pensaba "mi carrera se termina". O sea, que hay que deducir que todavía se calló algo. Menos mal. "Algunas veces el fútbol me da un poco de asco". "A Pep le deseo que gane una Champions blanca, brillante, sin escándalos arbitrales". "Es un entrenador fantástico, pero ha ganado una Champions que me daría vergüenza ganar". "¿De dónde viene este poder?" "No sé si es por llevar UNICEF en la camiseta, o por el poder de Villar en la UEFA, o por si son simpáticos, pero no lo entiendo". En fin, estas son algunas de las lindezas que ayer soltó el técnico blanco. También dijo quesu equipo está eliminado de la Champions, que no le queda ninguna posibilidad. Mourinho en estado puro. Se pasó tres pueblos y dio a entender que hay una especie de conspiración a favor del Barcelona en Europa. El club azulgrana está estudiando denunciar estas palabras del portugués ante el Comité de Disciplina de la UEFA, esa a la que Mourinho acusa de estar del lado del Barcelona. No se recuerdan palabras igual de polémicas. Dicen que además de saber ganar, hay que saber perder, y el técnico blanco podría haber sido menos polémico en su rueda de prensa.


Al final, de este festival de clásicos, nos quedamos con que el último va a ser uno en el que hay mucho en juego (el pase a la final de la Champions), pero con el Barcelona muy por encima y con muchas más opciones de lograr viajar a Wembley. El martes de la semana próxima se terminará este rally de clásicos. El resultado, salvo sorpresas, será de un título para el Barcelona (la Liga), otro para el Madrid (la Copa) y el pase a la final de la Champions para los culés. El partido de ayer dejó mucha polémica y unas incendiarias declaraciones del entrenador del Madrid. Además de dejarnos eso, también deja una audiencia espectacular: 12,5 millones de personas siguieron el choque en las cadenas autonómicas que lo emitían. El de vuelta se verá por La 1 de TVE. Será un trámite, pero quién dice que no pueden pasar mil cosas que hagan de este choque el más interesante de los cuatro de este festival.

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