Festival de clásicos



El mundo (futbolístico, se entiende) se paraliza con los cuatro partidos entre el Real Madrid y el Barcelona. El festival de clásicos comienza esta noche a las diez en el estadio del conjunto blanco. Es el partido menos trascedente de los cuatro, pues es el choque de Liga entre los dos equipos y en esta competición el Barcelona parte con una considerable ventaja de ocho puntos sobre el equipo de Mourinho. El entrenador del Madrid la ha vuelto a liar, esta vez con su no rueda de prensa de ayer. Fue algo esperpéntica la escena del primer entrenador junto al segundo, Aitor Karanka, en la sala de prensa. Se anunció que sólo el segundo entrenador sería quien respondería las preguntas de la prensa, y los periodistas españoles y parte de los extranjeros abandonaron la sala. De este modo, el entrenador portugués vuelve a conseguir que la presión previa al partido no recaiga en sus jugadores y que la atención deje de estar centrada en lo puramente deportivo. Luego hablaré de esta actitud de Mourinho hacia la prensa, y del papelón del pobre Karanka en la rueda de prensa de ayer, pero lo más importante de todo es lo que tiene que ver con lo estrictamente futbolístico, es decir, con lo que está en juego ( y es mucho para ambos equipos) en estos cuatro duelos.

La Liga está sentenciada, o eso parece, pero el partido de esta noche no deja de tener gran interés. En primer lugar, porque es un duelo entre Madrid y Barcelona con todo lo que eso significa. Además, la moral y confianza en uno mismo puede dispararse o hundirse según cómo se dé este choque que abre el festival de clásicos. Cuatro grandes partidos entre los dos mejores equipos de Europa. Un partido entre Real Madrid y Barcelona es siempre todo un espectáculo. Esto multiplicado por cuatro es lo que vamos a vivir desde esta noche y hasta la vuelta de semifinales de la Champions entre los dos equipos en el Camp Nou. Entre medias se decidirá gran parte de la temporada. El miércoles se juega un título, la Copa del Rey. Hoy se puede certificar otro, la Liga, y todo el mundo da como gran favorito en la final de la Champions al equipo que resulte vencedor de la semifinal entre los dos conjuntos españoles. De este modo, no sólo se puede dar un paso enorme hacia grandes éxitos, sino que además los dos tienen la opción de hacerlo a costa de su gran rival. En definitiva, lo que estamos a punto de comenzar a seguir es algo que promete emociones fuertes, fortísimas, para todos los seguidores de cada uno de los dos equipos y del fútbol en general.

Vamos por partes, por competiciones y por cada uno de los dos equipos. Sobre la Liga, como digo se da por hecho que ni una victoria del Real Madrid en el partido de hoy haría posible que el conjunto blanco le diera la vuelta a la clasificación y lograra vencer en el campeonato doméstico. Difícil lo tiene el Madrid. Otra cosa hubiera ocurrido si, en el supuesto de que los madridistas ganen esta noche, el Sporting de Gijón no hubiera dado la sorpresa hace dos semanas en el estadio del Madrid. La Liga tiene color azulgrana. No obstante, Pep Guardiola, siempre tan prudente en sus declaraciones ante la prensa, dijo ayer, y lo ha venido repitiendo además estas últimas semanas, que tiene la sensación de que tendrán que ganar al Madrid para poder levantar la copa de la Liga, es decir, que la victoria será necesaria esta noche si quieren ganar la competición. Más parece una forma de hacer que su equipo esté concentrado y enchufado al campeonato que un aviso de un temor cierto. La verdad es que, aunque pierdan esta noche, los barcelonistas seguirán teniendo de cara la Liga. El Madrid se pondría a cinco puntos si gana hoy y quedarán seis partidos por disputarse. Resulta complicado pensar que el Barcelona pueda perder otro partido y empatar otros dos, o perder dos partidos, de lo que queda de aquí al final, por lo que el partido de esta noche es el menos importante.

¿Y la Copa? Es otra historia. El miércoles en Valencia se jugará un partido decisivo en el que se decidirá el primer título de la temporada. Aunque el Barcelona salga del Bernabéu esta noche con media Liga en el bolsillo, tendrá que certificarlo en los partidos que faltan por jugarse. Sin embargo la final de Copa no tiene vuelta atrás: un equipo saldrá de Valencia con un título, el otro se irá de vacío a casa. En la Copa del Rey ambos equipos han tenido un camino similar, pero eso poco importa. Es mucho más clave el estado mental y de forma en el que lleguen los futbolistas de uno y otro equipo. Hacía muchos años que el Real Madrid no llegaba a la final de la Copa y está ante una gran oportunidad de volver a la senda de la victoria y de la gloria frente a su gran rival. De todos los partidos de este festival de clásicos el único en el que sí o sí se decidirá un título es el del sábado. Con media España de vacaciones, los audímetros pueden echar humo la noche del miércoles santo. Algo que hace de este maratón de clásicos un acontecimiento aún más atractivo e interesante es que los cuatro partidos se van a poder ver en abierto (La Sexta, TVE y la FORTA). Esto hace que los aficionados puedan estar más cerca de estos choques. Lo dicho, se esperan audiencias estratosféricas.

Vamos con la Champions. Mourinho se convirtió el miércoles pasado en el primer entrenador que logra llegar a las semifinales de la máxima competición europea con cuatro equipos diferentes. Esto sólo puedo lograrlo alguien que, polémicas aparte, sea muy grande y muy bueno en lo suyo. Qué decir también de Guardiola, quien está más que acostumbrado a meter a su Barcelona en las fases decisivas de la Champions. La otra semifinal de esta competición será entre Manchester United y Shalcke 04. El ganador, dicen muchos, está en la semifinal española. Eso es mucho decir, pero no hay duda de que Barcelona y Madrid son quizás los dos mejores equipos del continente. Es por ello que el choque entre ambos será una final anticipada para la Champions. Si antes decía que habrá mucha audiencia en los partidos de Copa y Liga, todo se multiplica en la Champions, pues se podrá seguir en todo el mundo esta eliminatoria. El primer partido será en Madrid y el segundo, el de vuelta, en Barcelona. Estos dos partidos supondrán el final del festival de clásicos. Habrá que ver quién sale como vencedor de este rally. Hay tres títulos en juego. "La Champions es la competición que todos quieren", dijo Mourinho a comienzos de temporada. La semifinales son el último obstáculo para Madrid y Barcelona de cara a la final.

Acabo con mis impresiones sobre los dos equipos. Empiezo por el Madrid. El entrenador blanco ha intentado, y lo ha logrado por supuesto, que la atención se centre en él y no en lo deportivo. La prensa que sigue habitualmente al Madrid andaba ya bastante cabreada antes de la escena que montó Mourinho con Karanka en sala de prensa. El caso es que el entrenador salió, pero no habló. Entonces, ¿para qué salió? El entrenador del Madrid es de los que no deja indiferente a nadie. De este modo, yo soy de los que se inclina por estar del lado del técnico, pero no soy un incondicional de él, ni de nadie. Así, creo que Mourinho se equivocó ayer de forma clara. El primer error es no hablar a la prensa antes del partido, pero ése puede tener su pase. Lo peor es el modo en que quiso tomar el pelo a los periodistas y su papel estelar como palmero de su segundo entrenador en la sala de prensa. En todo caso, a pesar de que como todo el mundo tiene sus cosas, está fuera de toda duda que el entrenador portugués es un crack. Eso no le da permiso para hacer lo que quiera sin poder ser criticado. Se ha puesto a la prensa en contra y no parece lo más inteligente. Él sabrá. Sobre lo deportivo, soy de los que piensa que el Madrid puede ganar al Barcelona. Veremos.

El equipo de Guardiola es, muy probablemente, el mejor equipo del mundo. Ahora bien, creo que el Madrid puede hacerle frente. El cinco a cero de la ida fue una excepción, un día genial del Barcelona y un día aciago para el Madrid. El seleccionador Vicente del Bosque ha dicho que un 5-0 es imposible que se repita. Yo también lo creo. El Barça es un equipo potentísimo y está claro que es el favorito para este festival de clásicos. La Liga la tiene muy cerca, y en Copa y Champions parte con cierta ventaja futbolística sobre el Madrid. Tiene al mejor jugador del mundo (Messi) y a un conjunto de inmensos futbolistas que desumbran y maravillan a todo el mundo. El Barcelona es un sensacional equipo y tiene las de ganar. Pero el Madrid también está fuerte. Guardiola dijo ayer de su rival que tiene el mejor contraataque del mundo. Puede que tenga razón en estos elogios. Cada uno tiene su forma de jugar. Veremos quién logra triunfar. El de hoy es el primer asalto. Cuando a eso de las doce haya acabado el partido, tendremos algunas dudas despejadas, pero muchas más preguntas que respuestas. Toca disfrutar (y a algunos sufrir en parte) con este festival de clásicos.

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