Vuelve la Fórmula 1



LLega lo que muchos aficionados estaban esperando: comienza, con dos semanas de retraso por la suspensión del Gran Premio de Bahréin, la temporada de la Fórmula 1. Lo hace con más campeones del mundo sobre la pista que nunca y con los ya habituales cambios en el reglamente para tratar de hacer más espectaculares las carreras. Esta madrugada se han disputado los primeros entrenamientos libres de la temporada en Australia y allí el panorama ha sido el mismo que el del año pasado, es decir, los Red Bull dominan de forma bastante clara y sólo Fernando Alonso es capaz de seguirles el ritmo con su Ferrari. Cada año se incluyen novedades que hacen que los que seguimos los grandes premios pero no somos grandes aficionados tengamos que estar algo despistados las primeras carreras. Así, este año son los neumáticos el centro de atención. La marca Pirelli entra en la Fórmula 1. Este no es el único cambio en lo que respecta a las gomas, ya que habrá cinco tipos de ruedas. A los que nos costaba aclararnos antes, se nos echará una mano con el código de colores que se pondrá en estos neumáticos de tal forma que, por ejemplo, las ruedas de lluvia extrema llevarán una franja naranja, las medias de color blanco y las duras de color plateado.

Además regresa el KERS, es decir, el Sistema de Recuperación de Energía Cinética. Ya en 2009 estuvo presente en la competición y ahora regresa para jugar un papel, veremos si clave o no, en este conjunto de novedades que trae esta temporada. Quizás el elemento de cambio que más llama la atención es alerón móvil trasero. Los pilotos podrán cambiar el ángulo de incidencia del viento para así ganar algo de velocidad punta en las rectas. Si a esto se une que el volante de los monoplazas tiene cada vez más botones, parece claro que se está haciendo cada vez más complicada la conducción a los pilotos. El objetivo de todos estos cambios es que haya más emoción y atractivo en los grandes premios. Eso sí, uno de los elementos que complicaban la vida a los pilotos, el polémico conductor F, desaparece este año de la parrilla. Seguro que se me escapa algún cambio, pero dejaremos que Antonio Lobato nos los vaya contando en sus retransmisiones de La Sexta. Las primeras carreras serán, a buen seguro, un poco lío para muchos seguidores, pero este lío será bienvenido si se logra que haya más espectáculo en forma de adelantamientos en las carreras. Veremos si finalmente es así, porque algún gran premio del año pasado no fue todo lo divertido que se espera de la Fórmula 1.

Sobre lo que tiene que ver con los equipos y los pilotos, parece que la vida sigue igual, o casi. Red Bull parte como gran favorito con sus dos pilotos, Weber y Vettel, con los dos mejores coches de la parrilla. Lo que iremos descubriendo en las primeras carreras es si el dominio de esta escudería es tan brutal como lo fue el año pasado, o si se ha recortado algo la distancia en relación a Ferrari. Los que parecen que no están muy satrisfechos con su coche son los McLaren. Hamilton hizo hace una semana unas declaraciones en las que dejaba claro que no veía a su monoplaza con opciones reales de estar en la zona caliente de las carreras, de estar en la pomada. Pero han estado muy bien en los libres de esta madrugada, así que puede ser una estrategia. En Ferrari las cosas son distintas y parece que están más contentos con su coche. Fernando Alonso afronta esta temporada el reto de intentar llevarse el Mundial. Algo para lo que hace meses él señaló a un piloto con el que ya pocos contaban para aspiraciones tan altas: Michael Schmacher. Y con el paso del tiempo parece que son muchos los expertos de la Fórmula 1 que miran hacia El Kaiser cuando buscan a los pilotos que pueden estar en la batalla por los grandes premios. En otra liga está Jaime Alguersuari. El piloto catalán ha demostrado ya su calidad y valía, y este año seguro que crecerá aún más.

Comienza por lo tanto un Mundial en el que todos esperamos, todos menos los miembros de la escudería Red Bull, que no haya un equipo con una ventaja excesiva sobre el resto. La belleza llegaría a la Fórmula 1 de forma nítida y clara si hubiera tres escuderías, al menos cuatro o cinco pilotos que se disputarán cada carrera y tuvieran opciones para lograr alzarse con el título. En todo caso, pase lo que pase en Australia este fin de semana, lo cierto es que queda mucho tiempo por delante y que esto no es como empiece, sino como acabe. No tengo ninguna duda de que, a poco que el Ferrari responda y así debería ser en un principio, Fernando Alonso va a estar metido de lleno en la lucha por lograr el Mundial. Sería su tercer triunfo, algo histórico. De aquí en adelante lo que va a seguir haciendo Alonso es batir registros de grandes pilotos de la historia de la Fórmula 1. El Gran Premio de Australia va a servir para tener una primera impresión de cómo están los coches, de en qué posición están cada una de las escuderías y de qué pilotos parten con cierta ventaja, un punto por delante del resto. Aún así, no sería la primera vez que se empieza de un modo y se termina de otro porque haya escuderías que cambien cosas o que, a la larga, se muestren más fiables. La Fórmula 1 vuelve y con ella las comidas de domingo a las cuatro de la tarde tras ver la carrera. Ánimo Alonso.

Hablo en lo sucesivo de otros deportes. En concreto de cicliso, fútbol y baloncesto. Sobre ciclismo, todo lo que quería decir en relación a la medida de la UCI de recurrir la absolución de Contador está escrito en mi blog de ciclismo, Pelotón agrupado. Sólo quiero recalcar aquí que estoy convencido de que Contador va a seguir hablando sobre la bicicleta y que sus triunfos van a servir para seguir confiando en él, en su valor y en su inocencia. Ahora todo está en manos del TAS, el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que tendrá que decidir si Contador es sancionado o no por esa ínfima cantidad de clembuterol encontrada en su organismo. Contador dijo ayer que confiaba en sus abogados y que este deporte debería cambiar muchas cosas. Veremos. Lo cierto es que la UCI ha hecho lo que algunos esperaban de ella, es decir, recurrir la absolución de Contador que la RFEC había llevado a cabo. Eso sí, para terminar de enredarlo todo, la UCI ha decidido dejar la decisión hasta el último día. Ahora el TAS tendrá entre cuatro y cinco meses para tomar una decisión que, esta vez sí, será definitiva, pues no admite recursos. Se alarga así hasta su límite posible el proceso de Alberto Contador, un ciclista luchador que tendrá que llevar ese espíritu lejos de la carretera.

Sobre baloncesto, quiero comentar los partidos de cuartos de final de la Euroliga que se están disputando estos días. En la eliminatoria entre dos equipos españoles, Real Madrid y Valencia, hay empate tras la victoria ayer del conjunto valenciano en la Caja Mágica de Madrid. Salvo para el Power Electronic Valencia, ayer fue un día aciago para el resto de los españoles en liza en esta competición. La Final Four de Barcelona se pone aún más complicada para Barcelona y Caja Laboral, que ayer perdieron sus partidos frente a Panathinaikos y Maccabi respectivamente. Lo que está en juego es llegar a la final a cuatro de la Euroliga, y ya de paso hacer historia porque España lograría meter a tres equipos en esta fase final, algo que nunca ningún país ha logrado hasta ahora. Uno (o Madrid o Valencia) estará fijo, pero sería toda una fiesta para el baloncesto español que Barcelona y Baskonia entraran también en la Final Four que, además, se jugará en Barcelona. Ahora, este fin de semana, vuelve la Liga ACB. Para estos cuatro equipos no será fácil desconectar de sus duelos de Euroliga, pero no tendrán más remedio que centrarse en la competición doméstica antes de volver a tener su mente en los choques de cuartos de final de la competición europea.

De fútbol hay dos temas centrales: el partido de hoy de la selección española ante la República Checa, partido clasificatorio para la Eurocopa 2012, y también la amenaza de paro patronal de la mayoría de equipos de la Liga de Fútbol Profesional que quieren, básicamente, más dinero. Sobre este último asunto, lo que reclaman los equipos que están decididos a que no se dispute la próxima jornada de Liga es, entre otras cosas, que se elimine la olbigación por ley de que se tenga que dar un partido en abierto cada semana. Es una medida para ganar dinero que da la espalda a los aficionados. Hay muchos que no se pueden permitir, en los tiempos que corren, el lujo de tener una televisión de pago y que sólo se acercan a su deporte preferido a través de las transmisiones en abierto. Creo que los equipos españoles se están quitando la careta y demuestran que para ellos el fútbol hace mucho tiempo que dejó de ser un deporte para convertirse en un negocio. Poco les importan los aficionados. Sólo quieren ganar más y más dinero. Veremos si finalmente hay parón o no. Por último, España juega esta noche en Granada ante la República Checa. La locura se ha desatado en este preciosa ciudad con la selección. Es un partido importante para dar un paso adelante hacia la próxima Eurocopa.

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