Dura represión en Libia




La situación no hace más que complicarse en Libia y en otros países islámicos donde continúan las protestas ciudadanas para intentar construir un futuro mejor para su país. En el país que gobierna con mano de hierro Gaddafi la represión a los manifestantes está siendo brutal y podría haber, según distintas gfuentes, más de cien muertos desde que comenzaron las revueltas. No debe de ser fácil informar desde ese infierno en que se están conviertiendo algunas ciudades de Libia, pero llegan noticias de que los militares están reprimiendo de forma muy dura las protestas de los ciudadanos que, literalmente, se están jugando la vida. Bengazi, la segunda ciudad más grande del país, está siendo el escenario de los enfrentamientos y de esta represión por parte del ejército. La intención de las autoridades libias es dar una imagen de normalidad y frenar en seco las aspiraciones de cambios democráticos que tienen todas las personas que han salido a la calle estos días. Otra de las pocas noticias que llegan desde Libia dice que se están deteniendo a extranjeros por "desestabilizar" el país. La oposición a Gaddafi quiere que el mundo sepa lo que está pasando en su país, pero las autoridades libias lo están poniendo muy complicado y han cerrado el acceso a Facebook o a la red de vídeos de Youtube, para tratar de evitar que se cuente lo que sucede allí.

Libia es solo uno de los países en los que se están llevando a cabo estas protestas que han invadido todo el mundo islámico, en parte gracias al éxito que tuvieron estos actos en Túnez y en Egipto con los dictadores de estos dos países fuera del poder después de décadas al frente del mismo. En el país que lidera Gaddafi la información llega muy poco a poco y no hay prensa internacional que pueda contar lo que allí está sucediendo. Solo las organzaciones no gubernamentales están poniendo voz a los manifestantes en el mundo y están contando lo que ocurre. Y lo que ocurre es que Gaddafi no está dispuesto a que a él le pase lo mismo que a Ben Ali o a Hosni Mubarak, y por lo tanto está llevando a cabo una represión que está llenando de sangre el país. Las contadas imágenes y testimonios que llegan desde Libia dejan a las claras que el ejército está reprimiendo con mucha dureza a los manifestantes. Es algo que no sucedió en Egipto, donde el ejército se negó desde un primer momento a actuar en contra de la población y sus legítimas demandas y aspiraciones. En Libia todo es diferente y los militares parecen seguir leales al que ha sido su presidente durante muchas décadas, y dan la espalda a los ciudadanos que quieren cambios.

En Argelia la represión a las protestas es también la noticia, aunque en este caso no se han producido tantos enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los manifestantes y, según parece, las cifras de muertos y heridos es bastante menos que en Libia. De momento las noticias que llegan desde Argelia son menos dramáticas que las pocas que logran escapar de la censura en Libia. En todo caso, la oposición argelina no se rinde y es de prever que seguirá con sus intentos de lograr cambios en su país a través de las manifestaciones que no están permitiendo hasta ahora las fuerzas policiales y militares de aquel país. Además de Libia y Argelia, Yemen es centro también de protestas y a todos estos países, junto a Bahréin donde la situación continíúa siendo preocupante, se suma hoy Marruecos. Este país no se escapa de la ola de cambios y protestas que está recorriendo todo el mundo islámico. Hoy es el día señalado por los organizadores de las manifestaciones en Marruecos para protestar contra el régimen que les gobierna. Estas protestas se han convocado a través de la red social Facebook, y aye algunos jóvenes se adelantaron al día previsto para protestar y se concrentaron en Tánger donde provocaron algún incidente al rompero lunas de vehículos.
La libertad de prensa tampoco es algo de lo que puedan presumir en Marruecos, y la prensa oficial se ha encargado de recoger en portada las muchas oposiciones a las protestas convocadas para hoy, en incluso informan de que dos de los convocantes a través de Facebook de estos actos los han desconvocado. Está por ver, y es ciertamente una gran incógnita, cuántas personas se manifiestan contra el régimen que gobierna en Marruecos. Es algo que hacía mucho que no sucedía y algo que ciertos analistas veían inevitable: que las protestas del mundo islámico llegaran antes o después a Marruecos. Y así ha sido. Ahora falta por ver dos elementos clave en este caso y en todas las protestas que se están produciendo en los diferentes países. Estos dos elementos que habrá que tener en cuenta son, por un lado, la asistencia de ciudadanos a estas protestas convocadas en quince de las principales ciudades del país, y por otro lado, la reacción que tienen las fuerzas de seguridad del Estado ante estas protestas. Ayer ya estaba tomando posiciones la policía ante las protestas convocadas para hoy, pero falta por ver cómo se desarrollan estos actos de reinvindicación de cambio en Marruecos. No hace falta decir que es de especial interés para España lo que suceda en este país, pues la proximidad geográfica hace de Marruecos el vecino africano de nuestro país.
Pero, ¿quién está detrás de esta convocatoria en Marruecos? ¿qué grupos han organizado este acto de protesta? Pues se trata de grupos de izquierda, de ONGs y también, a última hora, se ha unido Justicia y Esperitualidad, el gran movimiendo islamista de Marruecos. Esta organización es la que tiene un mayor poder de convocatoria, según apuntan los que conocen este país. En la prensa oficial se está desacreditando, o se está intentado desacreditar, a los convocantes de estas protestas. Es toda una novedad que Marruceso se una a los países en los que sus ciudadanos piden cambios democráticos. Este país da tímidos pasos hacia la democracia, pero son pasos muy lentos y los convocantes de estas marchas quieren más. Lo que está en duda, y esa duda la despejaremos hoy, es la fuerza con la que los marroquíes se unen a este oleada de protestas y revueltas en todo el mundo islámico. Hay bastantes organizaciones detrás de estos actos, por lo que podríamos pensar que las protestas van a ser numerosas, pero nadie sabe la respuesta que va a dar los ciudadanos de las principales ciudades maroquíes a esta convocatoria. En todo caso, la mera convocatoria de estos actos son una señal de alarma, o deberían serlo, para las autoridades de este país.
Las reflexiones profundas sobre lo que está pasando en el mundo islámico quizás tengan que esperar. Ahora es tiempo de contar hacia dónde van los países que como Libia, Bahréin, Yemen o Argelia, han tomado el testigo de Egipto. No paran de llegar nuevas noticias sobre lo que pasa en esos países, y parece más el tiempo de seguir pendientes la información que llega desde allí, que el de pararse a reflexionar sobre esta oleada de cambio. Pero no hay duda de que los analistas especializados en esta zona, y también el resto de expertos en política internacional, están tomando buena nota de todo lo que sucede en todos estos países. ¿Se podía prever que esto fuera a pasar? No lo sé. Es solo una de las muchas preguntas que surgen a raíz de estas revueltas que se suceden una tras otra o que, como ocurre ahora, coinciden en el tiempo en varios países árabes. Si dijimos de Túnez y Egipto que la acitud de sus ciudadanos era ejemplar, y que habían dado una lección de cómo se puede lograr un cambio político de altura sin recurrir a la violencia, debemos mirar a estos otros países con los mismos ojos. Lo que quieren los manifestantes es algo muy razonable: democracia y mejoras en sus condiciones de vida. Es una explosión de libertad que debe ser atendida.
Nadie esta pidiendo la luna en estas protestas, solo quieren que las cosas cambien en sus países. En Libia, por poner un ejemplo, Gaddafi lleva cuarenta años en el poder y parece lógico que los ciudadanos se cansen de la dictadura de este señor y quieran cambios en su país. Lo que está ocurriendo en los países árabes será sin duda objeto de estudio en las universidades de todo el mundo, porque se están produciendo revoluciones protagonizadas por los ciudadanos de estos países y que buscan cambios en el gobierno. La atención mundial sigue centrada en todos estos países, a los que hoy se suma Marruecos, en los que los ciudadanos, a los que las revueltas de Túnez y Egipto les han dado fuerza para comenzar estas protestas, están reclamando la marcha de sus gobernantes y elecciones libres y justas para poder decidir entre todos el futuro de su país.

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