Los Serrano en Moscú

Ayer fui al cine por primera vez en 2011. Tengo como intención escribir una entrada cada vez que vea una película para hacer así mi crítica de cada uno de los films que vaya a ver en la gran pantalla. Tocó "La daga de Rasputín", una película dirigida por Jesús Bonilla y protagonizada por él mismo más Antonio Resines y Antonio Molero. El trío calavera de Los Serrano reunido de nuevo, esta vez para el cine. La película no ofrecerá a quien vaya a verla ni más ni menos de lo que se espera de ella. Entretenimiento sin más pretensiones. Es una comedia que hace reír en bastantes momentos a los espectadores y quien busque algo más que se meta mejor a otra sala porque la cinta no ofrece plantemientos rebuscados ni nada por el estilo. Es sólo una comedia española con un reparto, eso sí, de lujo. Nadie en su sano juicio tomará en serio "La daga de Rasputín", pues tampoco es ese el objetivo de sus creadores y protagonistas. El único objetivo es pasar un buen rato de humor y creo que ese objetivo se consigue en la película gracias a los actores que hacen, por lo general, un buen trabajo.
Como digo es la primera vez después del final de una de la series más exitosas de la televisión (Los Serrano) que se juntan de nuevo sus tres principales protagonistas para trabajar juntos. El feeling entre los tres queda claro en la cinta y sus peripecias en busca de la daga recuerdan en muchos momentos las disparatadas aventuras de Diego Serrano, Santiago Serrano y Fiti. Son personajes distintos pero el registro interpretativo de los tres no varía mucho respecto a la serie. Esta película es, por lo tanto, un guiño a todos aquelles que nos enganchamos a la serie hace unos años y que seguíamos con gran interés lo que le sucedía al mundo de la familia Serrano en la pequeña pantalla. Es de prever que a quien nos gustaba la serie (éramos unos cuantos) nos gustará la película, y quienes la detestaban ni se molestarán en pasarse por el cine y gastarse algún dinero en ver más de lo mismo. Yo estoy en el primer grupo: me encantaba la serie y me gustó el film. No es un peliculón, ni una cinta que será largamente recordada, ni tampoco acaparará premios de ningún tipo. Pero se pasa un rato entretenido mientras se sigue a un grupo de personajes muy peculiares por las calles de Madrid primero, y por Rusica después siguiendo el rastro de una daga que da plenos poderes a quien la posee.
Esta película ha sido ferozmente criticada por muchos expertos, por la inmesa mayoría. Mejor dicho, no he encontrado una buena crítica del film en ningún medio de comunicación. Todos los medios hablan de que es una mala película y que para este resultado no hacía falta tal inversión ni un presupuesto tan alto. En fin, es una forma de verlo. No seré yo quien me una a las críticas negativas de la película porque considero que es sencillamente una forma como otra cualquiera de entretenerse y divertirse durante algo menos de dos horas. Otros prefieren ver un partido de fútbol, ir a la ópera. Los hay que les gusta ir al cine a ver una comedia española. El que va a ver "La daga de Rasputín" al cine no va buscando una película que te haga pensar ni mucho menos. Yo no soy de los que sólo van al cine a ver comedias, pero de vez en cuando, y más aún si el reparto promete tanto como el de esta película, sí me atrae reírme durante el tiempo que dure la comedia y olvidarme así de más problemas y situaciones conflictivas y delicadas. Desconectar un ratito de lo que te preocupa y simplemente ver cómo un grupo de buenos actores hacen reír. Ni criticaré ferozmente esta película, ni la elevaré a los altares. No tiene ninguna pretensión más que provocar sitacuines disparatadas y surrealistas. Pero algo de disparate y surrealismo tampoco viene mal.
Debo confesar que tengo especial debilidad por Antonio Resines. Para mí hay muchas razones por las que eligo ir a ver una u otra película. El tema, el director y también si en el reparte está Antonio Resines. Si es el caso, rara es la ocasión en la que me resisto a acudir a las salas de cine. Es un actor que me encanta. Un actor consagrado que ha hecho grandes papeles en su larga trayectoria y que por lo general es querido y respetado por todos. A mí su forma de trabajar me apasiona. Reconozco por lo tanto que si a esta gran devoción uno mi gusto por Los Serrano, sería difícil que yo hiciera una crítica mala de esta película. "La daga de Rasputín" no se puede valorar con los mismos criterios con los que se valora un drama o una película de las que te hacen pensar y buscan una reflexión por parte del espectador. Es decir, no es una película con mensaje (salvo en alguna escena esporádica en la que se puede pensar que así es), sino sencillamente una comedia que busca divertir a quien vaya a verla al cine. No es por lo tanto una película que pasará a la historia, pero estoy convencido que la intención de sus creadores y actores no era esa en ningún momento. Si lo que buscaban era hacer reír, en mí caso lo han conseguido. Se me hizo corta la película y me quedé con ganas de más.
El argumento es sencillo: una daga milenaria que otorga mucho poder y que da fuerza a quien la posee. Así ha sido a lo largo de la Historia con todos los generales que la tuvieron. Por casualidad tres rateros se ven envueltos en la búsqueda de ese elemento de poder y se marchan por ello hasta Rusia, con unos generales rusos siguiéndolos muy de cerca. A partir de ahí, todo lo que sucede provoca situaciones inverosímiles. Especial atención hay que mostrar a la visita que se hace a la tumba de Lenin, no tiene desperdicio. Esta película logró rodar en la Plaza Roja de Moscú y en esta localización se da alguna escena del film. Tiene sus golpes de humos la cinta en la que, por lo demás y más allá de un guión mejorable, se sustenta en la interpretación de sus actores y actrices. María Barranco está sensacional en el papel de esposa de uno de los rateros. A los tres pilares de la película (Resines, Bonilla y Molero) se une con gran acierto la esposa del personaje de Bonilla. Barranco es quizás la más destacada de todas las interpretaciones en la película. Pero los tres portagonistas de la misma están también a un gran nivel y aunque se les pueda acusar de explotar siempre (o casi siempre) el mismo registro, creo que su actuación es correcta.
Por lo tanto esta cinta no es un ejemplo de lo que hay que hacer. No será nunca el máximo exponente del cine español. No entrará en la carrera a los Goya de ningún modo. No será recordada mucho tiempo por casi nadie. No puede ser catalogada como una muy buena película y no podemos hablar de ella en términos de acierto. Es más, habrá quien piense que podríamos pasar perfectamente sin verla, sin tener noticias de ella. En fin, que no nos va a aportar nada. Y tiene razón en parte. No aporta grandes reflexiones, pero sí te da unos 102 minutos de diversión y no es un tema menor éste de la diversión tal y como está el panorama. Hay que airearse un poco de tanta desgracia y mala noticia, hay que reírse también de vez en cuando y este tipo de películas ayudan en esa noble intención. Bonilla trata de repetir éxito tras "El oro dé Moscú". La semana pasada la película fue la número 11 en recaudación. Le queda un camino por delante y veremos qué tal resultado obtiene finalmente esta cinta tan mal tratada por parte de los críticos de cine. Cualquiera alaba una comedia de este corte, pensarán ellos.
En definitiva, se trata de una película entretenida sin un argumento sólido pero con un reparte excepcional. Al acabar de verla uno se pregunta lo que podría haber visto con ese reparto, es decir, si con tan grandes actores y actrices no deberíamos haber visto algo más. Puede ser. En todo caso creo qe si lo que se busca es sólo pasar unos momentos de risa, "La daga de Rasputín" es, sólo desde ese prisma, una buena película. Claro que es una fortuna que el cine español haga otro tipo de películas, pero tampoc hay que renunciar a algo tan español como la comedia. Y para ella es difícil reunir un elenco mejor de actores. En conclusión, no salí del cine con la sensación de haber tirado a la basura el dinero que me costó la entrada ni tampoco pensando que había perdido casi dos horas de mi tiempo en una película aburrida. No servirá más que para divertirme. Nada más. Larga vida al serranismo.

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