La nueva Ley Sinde

Ayer el PP, el PSOE y CiU llegaron a un acuerdo para elaborar una nueva Ley Sinde, o más bien, para salvar esta polémica reforma legal que es ferozmente criticada por la inmensa mayoría de los internautas. Los usuarios de la red se han mostrado contrarios a esta medida desde el comienzo y, cuando parecía que todo el pescado estaba vendido y que la Ley Sinde sería un fracaso que no conduciría a ningún lado, llegó el acuerdo en el Senado entre estos tres grupos políticos. Lo que yo opino de una regulación del acceso a contenidos en Internet ya lo expresé hace un tiempo en estas mimas líneas. Ya traje al blog mi antipopular postura de que debe exisitir una regulación que proteja a los creadores y la propiedad intelectual. A partir de ahí, estoy seguro de que las personas que se mostraron contrarias a la Ley Sinde y que también están en contra de la segunda versión de esta reforma legal, estarán cargados de razones y estoy convencido de que, si se ha levantado tanta polvareda puede ser por dos motivos: uno, que la gente quiera seguir con el gratis total (probable) y dos, que se tendría que haber contado con la red y con los internautas en todo el proceso de creación de la ley de una forma más activa.
Resulta ahora irremediable que, en este caso, surjan dos bloques enfrentados: el de los creadores y el de los ciudadanos. Así, ayer Alejandro Sanz, muy activo en su cuenta de twitter, celebró este acuerdo, mientras que la misma red social estaba en plena ebullición en contra de que se haya resucitado la Ley Sinde. No estaba muerta, que estaba de parranda. El caso es que no parece convencer esta reforma de la propuesta original y eso que esta vez sí tendrá que ser un juez el que cierre una página web que compartan contenidos protegidos por la propiedad intelectual. Hay unanimidad en el bando de los contrarios a la anterior ley, o bien porque van a estar en contra de toda regulación que se haga en este sentido, o bien porque sigue sin gustarle la nueva propuesta que sí saldrá adelante. En el otro frente, no parece haber tanto consenso y Alex De la Iglesia, director de la Academia de cine y que ha participado activamente en el debate público sobre la Ley Sinde, ha anunciado que tras la gala de los Goya se irá y dimitirá como presidente de la Academia debido, precisamente, a este acuerdo entre PP, PSOE y CiU que no le ha debido de gustar mucho por lo que ha expesado en un artículo y en la red social twitter en la que muestra su desagrado con esta solución.
El gratis total, en eso estaremos todos de acuerdo, es inviable, ciertamente insostenible. No se puede mantener un sistema en el que los creadores de películas de cine se gastan un dineral en producir el film y luego, antes incluso del estreno, puede haber gente que se descarge la película sin pagar un euro. Eso muestra que la picaresca está muy extendida, pero yo creo que a la delincuencia le llaman picaresca. Considero que es un delito, o debería serlo, poder proceder de este modo. Toda la razón que puedan tener los contrarios a la Ley Sinde (parecía que antes lo que no les gustaba era que no fuera un juez el que cerrara páginas webs, ¿qué es lo que no les gusta ahora?)la pierden desde el momento en el que da la impresión de que lo único que persiguen es que cada uno pueda bajarse música, series de televisión o cine de forma alegal y totalmente gratuita. A lo mejor me han lavado el coco las empresas que se dedican a la cultura, pero yo creo que si no se regula de algún modo esto, antes o después dejarán de hacerse muchas películas porque la gente no va a ir al cine a verla sino que se la va a descargar gratis. La cultura debe ser protegida. Todos hablamos del derecho de los ciudadanos (muy importante), pero también forma parte de ese derecho el que la cultura sea respetada y protegida.
Si los contrarios a la Ley Sinde no defienden un modelo de gratis total, entonces todo se puede hablar. Porque todas las posturas son respetables y porque estoy seguro de que las personas que se implican tanto en algo deben de estar muy informadas en esta materia, mucho más que yo desde luego. Por eso creo que se les debería haber tenido en cuenta con más convicción y no que los políticos hayan hecho lo que les ha venido en gana sin contar esta vez con las voces disidentes, con los que tiene otros puntos de vista. No sé si son puntos de vista irreconciliables los de quienes defienden la Ley Sinde y los que la atacan. Parece que están muy alejados pero, insisto, la clave está en el gratis total O todos estamos dispuestos a que se haga de una vez por todas una nueva regulación del mercado de la cultura ante una nueva realidad, o habrá gente que sigue dispuesta a vivir tan feliz descargándose películas, música y todo lo que se les ponga por delante sin pagar nada por ello y sin que las personas que han hecho esas películas o esas canciones reciban nada a cambio. ¿Hasta cuándo? Ésa es la pregunta, ¿hasta cuándo seguirán haciéndose discos de música si la gente va a pitaearlos impunemente. No es que sea un enamorado de los CD o un antiguo, todo puede evolucionar y desaparecer el disco, pero siemore habrá un camino legal y otro fuera de la ley. ¿Cuál queremos seguir?
Tendré que estudiar más a fondo el texto de la nueva Ley Sinde, pero de entrada parece que el motivo por el que el PP y CiU se han unido al pacto es porque ahora sí será un juez el que decida si se cierra o no una página web. Era una petición muy razonable de los internautas que ponían, con razón, el grito en el cielo porque entendían que con la anterior ley no estaría en manos de un juez la decisión de echar el cierre a una página qe compartiera contenidos culturales. Con este punto de fricción superado, parece que la calma no ha llegado, ni se la espera. La creación de una comisión que se encargará, en un principio, de estudiar qué páginas están haciendo un uso indebido de archivos, pero tampoco está claro, es ahora el principal escollo para encontrar un acuerdo con los internautas. Tampoco es que se haya buscado tal acuerdo, ya que este último pacto se ha hecho a espaldas de ellos. Se debería haber escuchado su voz, y haber tomado nota de sus peticiones. Creo que todas las personas que están en contra de la Ley Sinde tendrán motivos de diversa índole para criticar esta reforma legal, y desde luego quiero creer que no se limitarán tales motivos a querer seguir con el gratis total en el acceso a los contenidos culturales. Veremos qué sucede pero, de todos modos, algo parece seguro: la polémicca ha resucitado a la vez que la Ley Sinde.
Hay opiniones para todos los gustos, desde que esta reforma es "un desastre" hasta que es un "primer paso en el buen camino". No es fácil encontrar posturas intermedias, es un "o estás conmigo, o estás contra mí". No vale la opción, no contigo ni sin tí. Los implicados en este debate, que seguirá dando que hablar en la red, están o muy a favor o muiy en contra de este pacto entre PSOE, PP y CiU. Pocas personas se han expresado en términos intermedios o moderados. Nada de eso. En lugar de tratar de buscar puntos de unión con la otra parte, con los que tienen una opinión diferente a la tuya, todo el mundo busca reafirmarse en sus ideas previas. Con lo bonito que sería que se hubiera dado un auténtico debate, y no un diálogo de besugos en este caso entre unos y otros. Me niego a pensar que todos los que están en contra de la Ley Sinde mantengan esa postura porque quieren seguir descargándose películas y música gratis total, y tambén me niego a pensar que todos los que estén a favor de esa ley sean unos vendidos a las discográficas o a las grandes productoras de cine. El modelo es inviable. Si las leyes que rigen todo esto son tan antiguas como dicen, parece razonable que se haga una nueva regulación. Quizás no sea ésta la mejor, pero algo es algo.
Yo soy un caso atípico de internauta y lo asumo. De hecho con mis amigos suelo tener esta conversación y al final todos mantenemos nuestras posturas iniciales sin variar nada con relación a cómo comenzamos la conversación. Yo defiendo que no es sostenible el modelo y además no es sólo un discurso, sino que yo no me desgardo nada. En mi vida me he descargado nada. Cuando quiero escuchar una canción me compro el disco, cuando quiero ver una película, voy al cine. No entra en mi cabeza acceder a estos contenidos gratis, sin que el creador se lleve algo por ello. Creo que si no hubiera nadie que fuera al cine o comprara discos, la cultura sufriría un golpe duro. Por eso, siempre abierto a debatir sobre si la Ley Sinde es lo adecuado o no, creo que urge una regulación de este sector. Con consenso mejor que con disputas.

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