Convención del PP

Retomo la actualidad política como asunto central de la entrada de hoy tras unos días con el cine y los deportes como protagonistas del blog. El Partido Popular ha celebrado estos días una convención nacional en Sevilla en la que la formación ha dado el pistoletazo de salida hacia las elecciones autonómicas de mayo en las que todas las encuestas auguran triunfos históricos para el partido de Mariano Rajoy. Precisamente ha sido el presidente del PP, en torno al cual parece haber una unanimidad y un consenso enorme en el principal partido de la oposición, el encargado de clausurar con su discurso esta reunión de militantes y dirigentes políticos en la capital de Andalucía. En este discurso Rajoy no ha defraudado ya que ha dicho exactamente lo que se esperaba de él, es decir, ha vuelto a pedir elecciones anticipadas con estas palabras: "España tiene sed de urnas para abrir una nueva etapa". En fin, lo esperado. Este fin de semana en Sevilla ha servido para constatar el optimismo que inunda el PP gracias a la situación políticas y a los "aires de cambio" que se respiran en nuestro país. Para todos los partidos las elecciones de mayo son muy importantes, como toda cita con las urnas, pero para el PP se plantean como un previo a las generales de 2012, por lo que para ellos (también para el PSOE) esta cita es vital en tanto será la última convocatoria electoral antes de las generales.
Las encuestas, de las que huyen como la peste en el PSOE y que abrazan con efusividad en el PP, dicen lo mismo que decían hace un tiempo, es decir, que el PP lograría alzarse con la victoria en las elecciones generales y también que conseguiría vencer en sus territorios tradicionales y también en territorios que han sido del PSOE durante muchos años. Extremadura o Castilla La Mancha son algunas de las plazas socialistas en las que el PP quiere (y puede según las encuestas) hincar el diente a los socialistas. Queda mucho para unas elecciones generales que, si se cumple lo dicho por el presidente Zapatero, se celebrarán en marzo de 2012. De aquí a ese año pueden pasar muchas cosas y el PSOE se aferra especialmente a una: la recuperación económica que no termina de llegar y que podría dar un respiro al partido del gobierno. En todo caso, para lo que no queda mucho es para las autonómicas y municipales de mayo. Es más, se podría decir que queda más bien poco. La reunión del PP estos días en Sevilla y también la del PSOE ayer entre Zapatero y los líderes regionales del partido demuestran que es así y que los dos principales partidos están atentos ya a lo que suceda en las elecciones de mayo. Esas elecciones en las que los dos pueden hacer historia, pero por razones opuestas.
En un tono presidencialista se ha expresado el líder del PP, Mariano Rajoy en el último discurso de esta convención. Ha dicho que no se resigna y que "España no es un caso perdido". Ha reconocido que habrá que hacer esfuerzos, pero que no serán "sacrificios inútiles como los de ahora, ni serán los más débiles quienes más los soporten". Además ha afirmado que todos los españoles deben caminar hacia "una gran tarea de recuperación nacional" y que no exprimirá España como un limón tal y como, según dice, hace Zapatero. "No haremos milagros" ha dicho Rajoy quien ha asegurado que los españoles ya les conocen y ya saben de lo que son capaces. Uno de los pilares de esta convención y de la precampaña que daremos ya por comenzada con este acto, será para el PP recordar su llegada al poder en 1996 y la recuperación económica que se produjo entoncs en nuestro país hasta llegar a ese famoso "España va bien" de Aznar. El expresidente del gobierno ha estado en esta convención junto a otros pesos pesados del PP como Jaime Mayr Oreja, quien continúa con su obsesión enfermiza contra el PSOE que esta vez ha ido un poco más lejos como ya comentaré más adelante. Parece que el PP quiere ofrecer una imagen de partido serio que afrontará la crisis con determinación y acierto.
Sobre el discurso de Rajoy, además de lo ya dicho, el líder del PP se ha presentado así como candidato a la presidencia del gobierno. Ha insistido, como digo, en la idea de que haya elecciones lo antes posible en España. En este sentido, el presidente de Faes y expresidente del gobierno, amén de polemista profesional, José María Aznar, ha dicho (y esta ve al hablar él no ha subido el pan, lo cual ya es de por sí noticia) que un resultado histórico del PP en las elecciones de mayo podrían provocar un adelante electoral a nivel nacional. Es decir, en el PP existe la convicción, expresada por Aznar, de que un grtan resultado en mayo, con el consiguiente hundimiento del PSOE, traería consigo un adelanto de las generales. Puede ser. ¿Quién dice que no puede ser así? Ciertamente no lo sabe nadie. José María Barreda, presidente castellanomanchego y líder del PSOE en esa comunidad, declaró hace un tiempo que unas elecciones locales echaron abajo la monarquía y trajeron la II República. Con esta expresión quería decir que esta cita electoral es importante y que puede traer consecuencias a nivel nacional. Máxime cuando al menos el PP va a plantear estas elecciones como un plebiscito sobre el gobierno de Zapatero y como una primera cita de cara a la llegada de Rajoy a La Moncloa.
Sobre la polémica en relación al sistema autonómico, Aznar había levantado mucha polvareda, como de costumbre, al afirmar que el sistema era insostenible y casi poner en duda su permanencia. Ayer el expresidente matizó sus palabras y dijo que es todo culpa del PSOE y de Zapatero, y que ha sido el partido del gobierno el que ha hundido poco menos el sistema autonómica. No es que a Aznar no le guste el modelo, es que el PSOE lo ha destrozado. Cuando, si todo va según lo previsto, el PP llegue al gobierno, a unos cuantos les va a costar más de un disgusto darse cuenta de que no todo es culpa de Zapatero. Tendrán que reconocer y descubrir que no existe una explicación sencilla a problemas complejos y que no hay, bajo ningún concepto, un único culpable de todos los problemas que tiene este país. Pero mucha gente tiene la idea de que todo lo malo que pasa es por culpa del presidente del gobierno, mientras que aquello positivo se produce a pesar de Zapatero. Así ven la vida algunos, como cuando llegue el PP al gobierno lo verán otros culpando de todo al partido de derechas. Debe de ser que resulta más cómodo vivir de este modo, culpando de todo lo que sucede a una persona y haciendo ver (o creyéndose) que los tuyos lo hacen todo bien.
Sobre Jaime Mayor Oreja, es terrible todo lo que está diciendo un hombre que en algún momento del pasado fue un alto responsable del gobierno español. Y resulta terrible porque se espera una mayor responsabilidad por su parte, pero cada vez que habla eleva el tono. Ver cómo ese político serio y correcto se ha convertido en un individuo sectario y radical ha sido un proceso lento y desagradable, pero así es la vida. El señor Mayor Oreja no duda en afirmar que el PSOE está negociando con ETA. Si antes hablaba de personas que ven culpable de todo lo que pasa a Zapatero, para Mayor Oreja el presidente del gobienro debe de haber sido hasta quien mató a Manolete. Es irresponsable decir que el gobierno negocia con ETA sin tener ni una sola prueba. Ahota ha dicho que el PSOE (el gobierno socialista) defiente la cultura de la muerte debido a la ley del aborto que aprobó el gobierno el año pasado. Lamentables declaraciones de una persona que ha perdido el norte y que ya nada parece importarle. Sobra gente como Jaime Mayor Oreja. En el pasado yo pensaba que políticos capaces y competentes hay pocos y metía dentro de este grupo al político del PP. Ahora me doy cuenta de que políticos marrulleros como él hay demasiados en España. Sencillamente ha pasado de ser alguien capaz a un mero agitador de las masas.
El PP culmina así la convención de Sevilla de la que pretende salir relanzado hacia la victoria en la cita electoral de mayo y en las generales, se celebren éstas cuando se celebren. La última encuesta sobre unas hipotéticas elecciones generales es de Onda Cero y Antena 3 y dice que la distancia entre PP y PSOE se amplía hasta los 17 puntos. Si a esto sumamos que en muchas comunidades la caída del PSOE parece que tiene pinta de ser pronunciada, el panorama invita al optimismo en las filas populares y a todo lo contrario en el PSOE que prepara estas elecciones con la intención de que se produzca un milagro o, al menos, de salvar los muebles. Todo esto la semana en la que se habrá de decidir la reforma de las pensiones después de una serie de filtraciones a la prensa por parte del gobierno en las que se confundía la velocidad con el tocino, las pensiones con las centrales nucleares.

Comentarios