Este 2011 que empezamos a recorrer nos traerá elecciones autonómicas y municipales en mayo y empezamos a conocer las primeras encuestas del año sobre intención de voto en alguna de estas comunidades autónomas. Malas noticias para el PSOE y muy buenos resultados para el PP en algunos feudos tradicionales socialistas. La encuesta que hoy conocemos es de Sigma Dos para El Mundo. Después del sondeo en el que se reflejaba la mayor distancia histórica entre PP y PSOE en unas hipotéticas elecciones generales (más de 18 puntos de ventaja para los populares) ahora es el turno para conocer cómo están las expectativas de voto en algunas comunidades autónomas en las que se celebrarán elecciones. El titular de esta encuesta es que el PP se llevaría la mayoría absoluta en Castilla La Mancha (plaza socialista), Baleares y Cantabria. Además, según esta encuesta, el PP vencería en Aragón y también en otro feudo de los socialistas:Extremadura.
Ayer el presidente del gobierno declaró en su entrevista con Carlos Herrera en Onda Cero que su presencia como cabeza de lista del PSOE en las elecciones generales de 2012 no dependería de las circunstancias, en clara alusión a lo que pueda pasar en los comicios autonómicos y municipales de mayo. Un día después de esta entrevista conocemos datos de encuestas que aportan un panorama preocupante para el PSOE en el que el PP lograría ganar algunas autonomías que tradicionalmente han sido socialistas. Vamos por partes. En Castilla La Mancha, el PP de María Dolores de Cospedal encabeza la carrera por la presidencia con siete puntos de ventaja sobre el PSOE del actual presidente Barreda. Esta comunidad ha sido siempre un lugar en el que el PSOE ha logrado la victoria en las elecciones. Primero con el dominio absoluto de José Bono y más tarde con su sucesor. Pero ahora las tornas parece que están cambiando y el PP está ante una oportunidad de cambiar esta situación y arrebatarle a los socialistas una de sus plazas fuertes. Para que la victoria en las elecciones de mayo sean ciertamente un gran éxito, el PP sabe que no sólo tiene que ganar en votos o en sus comunidades más propicias como Madrid o Valencia, sino que también necesita lograr quitarle al PSOE el poder en alguna comunidad que tradicionalmente vote socialista.
Sigamos con el repaso de esta encuesta que hoy publica el diario El Mundo. En Baleares la distancia entre el PP y el PSOE sería mucho más elevada que la que se da en Castilla La Mancha donde todavía no se pueden echar las campanas al vuelo desde Génova. Sin embargo en el archipiélago balera la situación es diferente ya que hay, según esta encuesta, 28 puntos separan al PSOE del PP. La ventaja es muy amplia para los populares en esta comunidad. Muy similar a la que tiene el PP en Cantabria donde actualmente gobierna el partido regionalista PRC en coalición con el PSOE y donde el PP lograría separarse de los socialistas en 27 puntos. En Aragón, el PP también sería el partido más votado logrando diez puntos de ventaja sobre el PSOE, pero en este caso el Partido Popular necesitaría el apoyo de algún partido regionalista para poder gobernar. Si a este panorama unimos que en Valencia y Madrid según encuestas recientes, el PSOE no logra hacer sombra a ls mayorías absolutas del PP tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, todo apunta a una derrota amplia del PSOE en las próximas elecciones de mayo. Ya hay quien habla de que podría ser una derrota mayor que la de 1995, en aquel momento la corrupción y los GAL salpicaban al gobienro socialista.
Hay dos aspectos clave en esta cuestión. El primero es el más obvio: la pérdida de poder autonómico del PSOE en favor del PP. El segundo se refiere a la lectura nacional de los resultados de las elecciones de mayo. Respecto al primer elemento que se debe tener en cuenta, digo que es el más obvio porque es el resultado directo de las elecciones. Por mucha lectura nacional que se haga a los resultados de las elecciones autonómicas, lo que se vota es quien gobierna en cada una de las trece comunidades en las que se van a celebrar las elecciones, así como quien se hace con los ayuntamientos. En este sentido, perder poder autonómico es también algo que el PSOE debe valorar en su justa medida. Es decir, considero que es muy importante para todo partido político tener cotas de poder en distintas administraciones, y más aún si se trata de fuedos de tu partido. Si el PSOE asiste a una pérdida de poder autonómico a la vez que constata que el PP le arrebata alguna comunidad autónoma tradicionalmente socialista, será un golpe duro para este partido. La primera lectura es por lo tanto la más directa de las elecciones: quien sale favorecido y quien perjudicado de los comicios. Y el PSOE tiene todas las papeletas de llevarse un varapalo considerable en estas elecciones.
La segunda lectura que se puede hacer, y que se hará sin duda de estas elecciones, es la clave nacional que tiene toda cita con las urnas. Así, si en las europeas, las gallegas y las catalanas el PP interpretó los resultados como la mayor demostración del cambio de ciclo que se anuncia en España y en el gobienro central, resultará difícil que no se haga una lectura nacional de las elecciones de mayo. Esta lectura muy probablemente dejará en un segundo plano los propios resultados de las elecciones. Será importante, desde luego, ese primer aspecto que señalaba anteriormente (quién logra más poder autonómico y municipal) pero tanto los grandes partidos (sobre todo el que gane) como los medios nacionales se centrarán en este segundo elemento de análisis e interpretación. Ni Zapatero ni Rajoy estará en ninguna de las papeletas electorales, su nombre no aparecerá en ninguna lista, pero será inevitable que el resultado de estas elecciones no sean interpretadas como el resultado de un plebiscito sobre el gobierno central, sobre quien debe ocupar el puesto de presidente del gobierno.
Al PSOE y al gobierno se le presentan en el horizonte dos situaciones delicadas: por un lado, la contestación de los sindicatos a la reforma de las pensiones que podría derivar en una nueva huelga general, y por otro lado, estas elecciones de mayo. Entre medias, obviamente, las muchas dificultades y adversidades y las muy pocas satisfacciones que da tener la responsabilidad de gobernar en momentos tan delicados como estos de la crisis que no cesa. De este modo, al gobienro se le presenta un 2011 complicado. Su mejor arma podría ser que la tendencia que quizás marca el dato del paro de diciembre (disminuyó en 10.000 personas) se convirtiera en una realidad y que, en efecto, la recuperación económica se atisbara de algún modo. Es razonable pensar que se hay cierta recuperación aquellos que se llevan todas las críticas por no saber reaccionar a tiempo ahora se lleven algún elogio si esas reformas tan impopulares surten efecto. Aunque nunca se sabe. Una huega general más sería un palo para las presuntas intenciones del gobierno de mantener buenas relaciones con los sindicatos, relaciones que están completamente rotas a día de hoy. Las elecciones y los disgustos que pueda seguir dando la crisis completan un horizonte nada despejado para el PSOE.
Si el PSOE sufre una severa derrota en mayo, como parece que anuncian todas las encuestas (y cada vez hay menos margen de maniobra), se abrirá el debate sobre la necesidad de que Zapatero deje paso a un nuevo líder de cara a las elecciones de 2012. Es un asunto que si ya hoy está de plena actualidad, podría elevarse su intereses mucho después de mayo si el PSOE se pega el batacazo que anuncian las encuestas. Entonces bastará que alguien dentro del PSOE, a micrófono abierto o cerrado, diga que Zapatero ha sido un lastre, para que se abra un debate en torno a la oportunidad de que el presidente se marche. Hoy todo son conjeturas, pero a partir de mayo habrá datos reales de votos de los ciudadanos y entonces será más complicado mantener la aparente tranquilidad, la tensa calma que reina en el PSOE. Este 2011 es año de elecciones y al estar tan cerca delas generales de 2012, todo lo que suceda será interpretado como un anticipo de lo que puede pasar en las generales.
Por cierto, esta noche es la más mágica del año. Pidamos regalos para todos los que hacen nuestra vida algo más alegre y fácil, y carbón para los que se hayan portado mal el pasado año. Y que la ilusión de tantos niños y no tan niños siga viva.
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