Resumen de la década

Si ya es difícil resumir un año, que a muchos se nos hace muy corto pero que siempre da mucho de sí en cuanto a noticias relevantes, qué decir de una década como esta que también cerraremos cuando suenen las doce campanadas y todo el mundo brinde por un feliz 2011. En el resumen del año se dejan muchas cosas en el tintero, así que ni siquiera me propongo hacer un resumen exhaustivo de la década. Sólo hablaré de los grandes acontecimientos, de esos que todos recordamos sin necesidad de consultar ningún medio de comunicación. En definitiva, de aquellos hechos que tenemos en nuestra memoria y por los que será recordada esta década. Ya digo, dejaré muchos asuntos que quizás merezcan entrar en este resumen de la década pero que, por descuido en la mayoría de los casos, no recordaré poner en esta entrada que tan sólo pretende recordar algún momento de esta década, dar alguna pincelada de la misma.
Si algo ha marcado la década, y desde luego nuestras vidas desde entonces, eso fue lo sucedido en Estados Unidos el día 11 de septiembre de 2001. El calendario marcaba martes, tiempos finales del verano. Un día normal hasta que a primera hora de la mañana en Nueva York, a las 15 horas en España, todo el mundo miraba a las Torres Gemelas. Un símbolo del mundo occidental que se vendría abajo horas más tarde por el atentado suicida tras el secuestro de dos aviones que se estrellaron contra las torres y que provocaron la mayor tragedia de la historia en tiempos de paz. Es uno de esos momentos en los que todos recordamos qué estábamos haciendo cuando nos enteramos de lo que sucedía. Yo recuerdo perfectamente que estaba en casa y que en un primer momento pensé que se trataba de un accidente. Cuando el segundo avión se estrelló contra la otra torre, las sospechas de un atentado se hicieron mas fuertes. Luego vendrían los ataques al Pentágono y también otro avión secuestrado que fue derribado y cayó en Pensilvania. Más de 3.000 personas mueren ese 11 de septiembre de 2001. Una fecha para la historia negra de la Humanidad. Un día en el que todos nos preguntábamos cómo alguien era capaz de haber provocado esa tragedia.
Los atentados de las Torres Gemelas supusieron un durísimo golpe para todos. Que nueve años después todos tengamos en mente lo ocurrido y recordemos a la perfección imágenes de aquel día son dos muestras de que, en efecto, este es el hecho más destacado de la década a nivel mundial. Más tarde el terrorismo islámico también golpearía en España y en Londres, pero este primer gran ataque en Occidente conmocionó a todo el mundo. Estados Unidos, la primera potencia mundial, era atacada en su territorio y perdía miles de vidas de seres humanos inocentes que tan sólo estaban en su puesto de trabajo o cogían un avión. La barbarie del terrorismo, un fenómeno que no por no ser nuevo deja de ser siempre extraordinariamente trágico, nos mostraba una vez más hasta dónde podía llegar esta amenaza. El atentado del once de septiembre provocó una guerra contra Afaganistán, cuna del terrorismo islámico y de los talibanes. Esa guerra comenzó poco después del atentado, y se prolonga hasta nuestros días. También ese conflicto bélico ha dejado muchas personas en el camino. Muchos civiles muertos así como soldados fallecidos. Más tarde llegaría Irak, una nueva guerra encabezada por el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, y apoyada por los presidentes de Reino Unido, Tony Blair, y por el presidente español José María Aznar.
Alguna reacción tenía que tener Estados Unidos tras ese ataque tan tremendo contra su territorio y sus ciudadanos. La respuesta que el gobierno de aquel país decidió tomar fue la de atacar Afganistán y emprender una guerra contra el terrorismo en todo el mundo que compredía acciones fuera del marco de la ley como a apertura de la cárcel de Guantánamo, donde los prisioneros acusados de pertencer a Al Quaeda eran torturados y carecían de cualquier mínimo derecho. Con el atentado de las Torres Gemelas el mundo ponía cara a la amenaza global a la seguridad y la paz más importante en muchos años: Osama Bin Laden. Su captura se convierte en el principal objetivo de Estados Unidos. Se trata del líder de la red de terrorismo islámico que planeó los atentados contra las Torres Gemelas y más actos criminales que sembrarían de sangre de inocentes esta década.
El calendario marcaba jueves, era 11 de marzo de 2004 y España vivía pendiente de las elecciones que tres días después se celebrarían en nuestro país y que enfrentarían a José Luis Rodríguez Zapatero y a Mariano Rajoy. Los españoles acudían a su lugar de estudio o de trabajo cuando, de repente, la vida se detuvo pasadas las ocho de la mañana. Las primeras informaciones hablanban de explosiones en trenes de Cercanías en Madrid. Recuerdo que estaba en el colegio y que la profesora nos contó que había habido un atentado en Madrid y que había muchos muertos. Poco después fue a por la radio y escuchamos lo sucedido. Las noticias pasaban de ser preocupantes a contarnos la mayor tragedia terrorista en la Historia de España. Cerca de 200 muertos y cientos de heridos. Un país roto por el dolor, pero unido por la solidaridad con los afectados por este cobarde ataque terrorista. Ese jueves que todo cambió, recuerdo cómo las lágrimas acudían una y otra vez a nuestros ojos cuando veíamos en televisión lo que había pasado. El terrorismo nos había sacudido con fuerza y el país entero estaba conmocionado. Las primeras informaciones oficiales hablaban de que ETA estaba detrás de este ataque, pero finalmente se demostró que, al igual que tres años antes en Nueva York, el atentado era obra del terrorismo islámico.
Aquellos días de marzo fueron los más tristes y trágicos que recuerdo no ya de la década, sino de toda mi vida. Caminar por la calle era ver un deambular de ciudadanos pensativos y ciertamente destrozados. Este ataque terrorista nos afectó a todos de una forma brutal. La solidaridad se multiplicó y recuerdo cómo asistí junto a mi familia a la manifestación del viernes 12 en Madrid. Nunca antes, y tampoco después, había visto tanta gente junta, unida para manifestarse contra un vil atentado terrorista. La clade política se unió, aunque por poco tiempo. De nuevo no estuvieron a la altura de las circunstancias. Pero al ciudadanía sí, los ciudadanos españoles y también todos aquellos ciudadanos de fuera a los que el atentado afectó de lleno nos unimos para mostrar nuestra repulsa ante estos crueles atentados. El Pozo, Santa Eugenia y Atocha se convirtieron en lugares a los que la gente anónima llevaba ramos de flores, mensajes escritos y velas. Un durísimo golpe para todos. Nuestra vida no volvió a ser la misma tras este atentado. Todo cambió para siempre.
En Londres, el 7 de julio de 2005, también hubo atentados islamistas. Un nuevo ataque al mundo occidental por parte de terroristas radicales. 54 personas murieron por esos ataques un día después de que Londres fuera designada como ciudad organizadora de los JJ.OO de 2012. La década nos deja otros asuntos como la publicación de la secuencia del genoma humano (2001), el desastre del Prestige o la entrada del euro (2002), la tragedia del Yak 42 o la creación de Facebook (2003), la boda de los Príncipes de Asturias, la elección de Zapatero como presidente del gobierno español o el tsunami del sudeste asiático (2004), el huracán Katrina o la muerte del Papa Juan Pablo II (2005), la segunda guerra del Líbano (2006), el por qué no te callas del Rey a Chávez (2007), la crisis mundial, la elección de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos, los atentados de Bombai o la tragedia del avión de Spanair que se estrelló en Barajas (2008), la gripe A y también más crisis (2009) y todo lo contado ayer respecto al 2010.
Que la nueva década y el nuevo año que mañana comenzamos traigan de verdad nuestros mejores deseos convertidos en realidad. ¡Feliz 2011!

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