El futuro político de Zapatero

Una de las grandes cuestiones que se debaten estos días en las tertulias y que centran gran parte de la atención mediática es, sin duda, el futuro político del presidente del gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero ve como cada vez que sale a la luz una encuesta las espectativas electorales del PSOE van bajando y las del PP crecen. Además, ya se ha llevado un primer golpe en las elecciones catalanas en las que el PSC obtuvo los peores resultados de su historia. Por delante, las elecciones de mayo de 2011 en las que se decidirá el futuro de los ayuntamientos de de varias comunidades autónomas, y quizás también el futuro político del presidente del gobierno. Si el PSOE se hunde en estos comicios, podrían abrirse las primeras fracturas dentro del PSOE y se abriría de par en par la puerta del debate sucesorio.
Ayer el presidente dio alguna notici y dejó algunas incógnitas en la tradicional copa de Navidad a los periodistas. Lo que hoy ocupa titulares es su anuncio sobre que ya tenía decidio su futuro político, futuro que sólo conoce él y dos personas más: su esposa y un miembro del PSOE (no quiso desvelar de quién se trataba pero supongo que todos piensan en el mismo nombre que yo). Además de hablar sobre cuál será su decisión en relación a las próximas elecciones generales, declaró que no es el momento adecuado para anunciar lo que hará. Alfredo Pérez Rubalcaba negó que fuera él el confidente del presidente, y hay quien dice que podría ser Felipe González o José Blanco la persona con la que ha hablado sobre su futuro el presidente. El caso es que Zapatero ya habría tomado una decisión. ¿Se presentará a la reeleción? Hay dos lecturas posibles, como es obvio, y las dos están condicionadas, desde mi punto de vista, por el resultado electoral de las elecciones de mayo del próximo año. Si las cosas le salen al PSOE como anuncian todas las encuestas, la situación será muy delicada y Zapatero podría decidir abandonar el barco antes de que se hunda definitivamente, o ser él quien asuma la más que problabe derrota electoral. Inmolarse políticamente para dejar paso a otro líder en el PSOE.
Todo el mundo interpretó el viaje de Rubalcaba a Afganistán tal y como escribí en este mismo espacio cuando se produjo el viaje, es decir, el clave presidencialista. Si hoy hubiera apuestas como la de los partidos de fútbol, está claro que se pagaría poco que el actual ministro del Interior y vicepresidente del gobierno fuera elegido como sucesor de Zapatero al frente del PSOE y como candidato a la presidencia del gobierno frente a Mariano Rajoy en 2012. Ayer el diario ABC informaba en portada de que José Bono, presidente del Congreso de los Diputados y rival de Zapatero en el congreso del PSOE en el que el presidente del gobierno salió elegido secretario general de los socialistas, estaría también en la carrera por la sucesión. Las aspiraciones de Bono pasarían por entrar en la pugna por ser él el candidato del PSOE a las próximas elecciones generales. En este sentido, hay que recordar los elogios que Bono dedicó a Rubalcaba en la cena de periodistas parlamentarios y cómo destacó que parecía ser el elegido por Zapatero.
El discurso oficial dentro del PSOE dicta que el candidato ideal es Zapatero, y que si él no se presentara, sólo en ese caso, se debería abrir un proceso para elegir al nuevo candidato. Lo que no sabemos es si esta es una creencia generalizada dentro del partido, o si es el discurso que se ven obligados a mantener. Es decir, ¿cree todo el mundo del PSOE en Zapatero, en sus posibilidades en unas elecciones después de la gestión de la crisis económica? ¿O existen personas dentro del PSOE que consideran que Zapatero no debería ser el candidato? Esto parece bastante problable. De momento todo lo lejos que llegan los barones del partido es a decir qué fórmula prefieren para, llegado el caso, buscar un candidato. Tomás Gómez se unió al presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, al pedir un proceso de primarias si es preciso reemplazar a Zapatero. Gómez es un defendor a ultranza de las primarias, de la democracia interna. Al fin y al cabo, el ha llegado a ser el candidato socialista a la Comunidad de Madrid gracias a un proceso de primarias. Otras voces no son defensoras de las primarias. En cualquier caso, nadie estaría a favor de que Zapatero eligiera a dedo a su sustituto. No hay más que recordar lo mucho que se criticó a Rajoy por ser elegido a dedo por Aznar en su día como candidato del PP.
Las encuestas, eso está claro, dicen que el PSOE tiene un horizonte complicado. La última mala noticia en forma de encuesta llegó ayer desde Andalucía, un feudo tradicional del PSOE que será muy importante para medir el grado de apoyo que le queda a los socialistas de cara a las generales de 2012. La encuesta no es de ningún medio de comunicación, sino que proviene de la misma Junta de Andalucía. Según este sondeo, el PP ganaría las elecciones autonómicas en esta comunidad y estaría rozando la mayoría absoluta con una distancia entre los dos partidos de más de nueve puntos. IU sube dos puntos. La encuesta no deja de traer polémica porque el PP andaluz ha dicho que el sondeo esta cocinado y que la distancia sería mayor si no se hubiera intervenido de este modo. En todo caso, una mayoría de los andaluces quieren un cambio político en su comunidad y todo ello a pesar de que el presidente andaluz es el más valorado de los líderes de esta comunidad autónoma por delante de los que serán sus rivales en las elecciones. Otro dato destacable es que los encuestados no quieren ni a Rajoy ni a Zapatero como candidatos del PP y del PSOE a las elecciones generales.
Desde un punto de vista autonómico, esto supondría la pérdida del poder del PSOE en Andalucía después de muchos años al frente de la Comunidad. Si lo miramos desde el prisma nacional, es la pérdida de una plaza tradicionalmente socialista, es la caída de uno de los pilares en los que se sostiene el apoyo del PSOE y en los que se suele apoyar en las elecciones generales. Según les interese, los partidos políticos interpretarán estas elecciones en clave regional, o en clave nacional. Así, a quien le vaya mal podrá decir que no se estaba votando a Zapatero o a Rajoy, sino a los candidatos de cada partido en cada comunidad. Pero será inevitable que no se haga una lectura a nivel nacional de estas elecciones. Por eso son tan importantes para el futuro político de Zapatero. Si decide seguir, no será lo mismo hacerlo tras salvar la cara en las autonómicas, que presentarse tras cosechar unos terribles resultados en estas elecciones. Si ya hubo quien habló de cambio de ciclo con el hundimiento del PSC en Cataluña, será complicado que el PSOE huya de una lectura similar si obtiene los resultados que auguran las encuestas. Queda aún tiempo para las autonómicas, y mucho más para las generales y en política todo puede cambiar más o menos rápido.
Por último, ayer Zapateor habló de más cosas además de su futuro político. Tocó charlar sobre economía, según informan distintos medios de comunicación que estuvieron presentes en la cena navideña con el presidente. Dijo que el 2010 había sido un año de estrés continuo y que en 2011 tocará desarrollar la reforma laboral y aprobar la reforma de las pensiones. Sobre las encuestas y las elecciones de mayo de 2011, Zapatero dijo que éstas serán complicadas y que para ello no hacen falta encuestas. Además afirmó que las únicas encuestas válidas son las que están cercar de la fecha de las elecciones. En fin, parece que Zapatero ya tiene decidido su futuro pero sólo una persona dentro del PSOE lo conoce. ¿Cuándo anunciará el presidente si se presenta o no a las generales de 2012? ¿Nos estamos precipitando al pedir, a tanto tiempo de distancia, conocer si Zapatero será o no candidato? ¿Cuándo será el momento de anunciarlo públicamente? Sólo una persona, el propio presidene, tiene la respuesta a todas esas preguntas. Algo parece claro, con lo dado que es Zapatero a dar golpes de efecto, será difícil de prever el momento en el que anuncie su futuro político. ¿O no? ¿Mayo de 2011?

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