Y ahora, ¿controles nocturnos?

Las entradas que se publicarán desde hoy hasta el domingo están escritas antes de la fecha de publicación ya que esos días estaré lejos del ordenador. Pero he querido seguir en contacto con esta actividad que tanto me agrada y alegra que es el blog por lo que he escrito cuatro entradas para estos cuatro días. El riesgo más evidente de hacer esto es que pueda surgir alguna noticia de última hora que sea verdaderamente de gran interés y relevancia y yo no escriba de ella en el blog, pero como de todos modos no iba a poder escribir porque no voy a estar cerca del PC estos días, finalmente he optado por esta opción para mantener así mi presencia en el blog.
Hoy escribiré de ciclismo. Siguiendo en la línea de lo que antes comentaba, es posible que cuando esta entrada sea publicada ya sepamos algo del asunto del mundo del ciclismo que más nos preocupa a todos los aficionados a este deporte: la resolución del caso Contador. De hecho hay indicios que nos llevan a pensar que es probable que en estos días que estaré fuera haya novedades en relación al asunto de posible dopaje del mejor ciclista del mundo. Sobre este tema está todo dicho por parte de los aficionados, hay algunos que creemos a Contador y también sabemos que el ciclismo necesita realmente que Contador resulte inocente. Otros se han llevado una nueva dececpción con este deporte con el muchos mantienen una historia de amor y odio. Amor porque saben reconocer que es un deporte con una belleza y un nivel de espectáculo que no es fácil encontrar en otras disciplinas, y odio porque los casos de dopaje te echan para atrás casi irremediablemente.
Yo procuro no hablar del tema del dopaje porque siempre acabo discutiendo. Comprendo que es difícil explicar que el ciclismo es el deporte con más controles, el deporte en el que está más vigilados y por lo tanto en el que más fácil resulta encontrar a los tramposos. Si esto fuera la NBA, en fin, pues la cosa sería distinta. Pero aquí hay unas normas que se hacen cumplir con rigurosos controles. Los ciclistas deben estar las 24 horas del día, los 365 días del año localizables. Si no lo están, el no acudir a un control antidopaje se cuenta como un positivo prácticamente. La polémica llega ahora por unas palabras por parte de un dirigente de la AMA que ha dicho que los controles en la pasada edición del Tour de Francia estuvieron bien, pero que hay que mejorarlo. ¿Cómo? Pues haciendo la vida aún más complicada a los ciclistas, a todos sin exclusión. Ya se sabe, en el mundo del ciclismo desde hace unos años todo el mundo es culpable hasta que no demuestre lo contrario.
La brillante idea de este señor del que no tengo el gusto de conocer el nombre, y no me voy a molestar en buscarlo en este momento, es que se hagan controles nocturnos a los ciclistas. Y para mí eso ya sería el acabose. Pero, que nadie lo dude, se llevará a cabo. La idea es que los ciclistas no puedan dormir tranquilos, no vaya a ser que aquellos que no han cometido ninguna irregularidad cometan la imprudencia de tener la conciencia tranquila. No vaya a ser que no se sientan lo suficientemente perseguidos. Lo que más rabia me da es que aquellos ciclistas que recelen de estas medidas tan absurdas serán rápidamente tachados de deportistas que no colaboran con la justicia y que no quieren erradicar el dopaje del ciclismo. En fin, gente mala, malísima.
Algunos ciclistas ya han opinad sobre estas nuevas medidas que si estos señores de la AMA y de la UCI desean se aplicarán ya el próxio año. Que duerman con nosotros, ha dicho Vincenzo Nibali, el vencedor de la Vuelta Ciclista a España.También ha habido alguno que ha apoyado la aplicación de estas nuevas medidas de control contra el dopaje. Los ciclistas no pueden cargar con la culpa de que en sum mundo, como en el de todos, haya tramposos. Claro que vivimos en un mundo en el que se demuestra que un equipo de fútbol ha comprado partidos y aquí no pasa nada. Pero si un ciclista puede haber dado positivo, para qué queremos más. Es un doble raser inadmisible.
Y sí, los ciclistas han cedido bastante ya para combatir la lacra del dopaje. No hace falta decir que yo no estoy en la postura de aqullos que piensan que todos los ciclistas, sin excepción, van hasta arriba de todo. Si creyera eso, claro está, ni me moletaría en opinar sobre este deporte, ni lo admiraría como lo admiro. La pasión que tengo por el deporte puede cegarme, pero no creo ser el único que cree que hacer controles por la noche a los ciclistas es una exageración. La premisa es hacer la vida imposible a los tramposos, ser más duros con ellos. Pero es que se está sieno duro con todos y entre todos, tramposos y autoridades, están haciendo méritos para que nadie se acerque a este deporte. ¿Quién va a quere ser ciclista de mayor si eso casi está tan mal visto como ser político?
Considero que los ciclistas no deben ceder ante estas intenciones de la sautoridades. Hay que recordar que hoy en día los vampiros ya pueden entrar por sorpresa en el hotel de concentración de los corredores a las seis de la madrugada. Los argumentos para apoyar estas nuevas medidas de control contra el dopaje me parecen algo peregrinos. Eso sí, si con ella se lograra erradicar el dopaje, ¿la apoyaría? Quizás sí. Pero no creo que sea así. O creemos en los controles, o no creemos en ellos. Si nos fíamos, ¿para qué tenemos que ir de noche al hotel donde descansa un ciclista después de 200 kilómetros en las piernas? Los ciclistas no pueden perder su dignidad por cuatro malditos tramposos.

Comentarios