Últimos días de campaña

La verdad es que estos días da miedo ver las noticias en la televisión, escuchar la radio o consultar informaciones en Internet porque sabes que te vas a encontrar con algo que no te gusta, con una mala noticia. Una, como mínimo, ya que a la situación de incertidumbre y desconfianza económica se une el ataque de Corea del Norte a Corea del Sur en el día de ayer. Sobre lo primero, las autoridades españolas están cansadas ya de repetir que España no es Irlanda pero lo que afirman ellos y lo que creen los mercados son dos cosas muy distintas. Y lo cierto es que los indicadores económicos que reflejan el nivel de confianza en la economía española hablan mal de ella. La Bolsa sigue cayendo y al Tesoro le cuesta casi el doble colocar deuda pública. Es decir, los inversores huyen de los valores españoles por segundo día consecutivo (dejándose la Bolsa un 5% en estas dos jornadas) y el interés que hay que dar para que nos compren deuda es mucho mayor.
Hoy me voy a centrar en la campaña catalana que vive sus últimos días, pero quiero hablar algo de esta situación económica tan adversa y también de la tensión en Corea. Sobre lo primero, comienzan a dar miedo también ciertas informaciones de distintos medios extranjeros que ya calculan lo que supondría para la UE tener que rescatar a un país como España. La economía de Irlanda y antes la de Grecia son un porcentaje muy reducido del PIB de la Unión Europea, pero no ocurre lo mismo con España, que sigue siendo una de las primeras economías mundiales. Rescatar a España no resultaría tan aparentemente sencillo como está resultando el rescate a Irlanda. Algo está claro, y es que no hay confianza en la economía española. Vuelven a sonar las voces que piden más recortes tras estos últimos sucesos. El presidente del gobiero, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó en una entrevista en El País el pasado domingo que no están previstos más recortes con las condiciones y las previsiones actuales. El PP sigue afirmando que toda la culpa de que no haya confianza en la economía de nuestro país es del gobierno, y más concretamente de Zapatero. Cuando vienen mal dadas se espera algo más de un partido que aspira a gobernar.
En todo caso, yo no soy un experto en economía y me cuesta mucho llegar a entender las claves de esta situación por la que atraviesa España. No sé si es que en verdad los inversores consideran insuficientes los planes de recortes del gobierno y temen que España pueda suceder a Irlanda en la lista de países que necesitan ayuda de la UE para salir adelante, o es que nuestro país está siendo atacado por los especuladores. Sea lo que sea lo único cierto es que todo el mundo tiene ahora la mirada puesta en España, vuelve a estar en la diana. Habrá que ver cómo se comporta la Bolsa hoy y el resto de indicadores para saber si tenemos que seguir preocupándonos. En todo caso, el gobierno español debe estar muy atento ante todo lo que está pasando porque no son cuestiones menores las que están en juego. La credibilidad de la economía española parece estar bajo mínimos y eso es un grave problema.
Antes de entar a hablar de la campaña catalana, un acercamiento a Corea. Esta mañana una televisión surcoreana ha informado de que se han hallado en la isla atacada por Corea del Norte dos cadáveres de civiles. Se elevaría así el número de fallecidos a cuatro personas, dos militares y dos civiles. Corea del Sur reaccionó al ataque con la advertencia de que actuaría si se repiten hechos tan graves como este. Algunos analistas interpretan este ataque como un intento de mostrar fuerza del sucesor del actual dictador norcoreano. Sería una primera demostración de poder. Corea del Norte es el país más hermético del planeta. Las condiciones de vida de la población están muy alejadas de las que conocemos en Occidente y rara vez pueden entrar periodistas a contar cómo es la vida en este país. Sus autoridades dinamitaron ayer las relaciones con sus vecinos del sur debido a este ataque. Es de esperar que reine la cordura y el sentido común, pero estando en medio unos gobernantes autoritarios como los de Corea del Norte todo se complica más.
Entro ya a hablar de Cataluña y su campaña electoral que entra en su última fase antes de que los ciudadanos acudan a las urnas para decidir quienes les representarán los próximos cuatro años en el Parlamento. La noticia ayer fue que la Junta Electoral central prohibió el debate a dos que iban a llevar a cabo por la noche en TV3 Artus Mas y José Montilla. Después de que se echara atrás este cara a cara, los líderes de CiU y del PSC echan la culpa al otro. Desde CiU se piensa que Montilla aceptó el debate porque sabía que se iba a prohibir, y desde el PSC aseguran que son ellos los que desde el principi han querido el debate. Los catalanes se quedarán sin ver el esperado cara a cara entre los dos candidatos con opciones (uno más que otro) a ser el próximo presidente de la Generalitat catalana. El resto de partidos políticos entendían que se les discriminaba con este debate y algunos de ellos, como el PP o Ciudadanos, presentaron un recurso contra el mismo que es lo que ha propiciado que finalmente no se pueda celebrar este cara a cara.
Los mítines de campaña serán por lo tanto el único lugar en el que veremos a Artur Mas y a José Montilla confrontar sus propuestas y sus ideas sobre Cataluña. Será allí donde se enfrenten y donde se lancen dardos. En el debate a seis que se celebró el domingo, Artur Mas tuvo una actución presidencialista según quienes vieron ese debate en el que según algunas informaciones destacó el líder de Ciudadanos, Albert Rivera por la forma desenfadada de defender sus ideas. Por su parte, la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho ha afirmado que su formación no pactará con CiU si este partido plantea el concierto económico. Para Camaho esto sería perjudicial para España ya que otras comunidades autónomas también qerrían esta situación de privilegio para ellos y serías algo insostenible ya que rompería las reglas del juego. El PP se aleja así de poder pactar con CiU o, visto de otro modo, marca las líneas rojas para un posible pacto con esta formación.
Quedan tres días de campaña, pues el sábado será día de reflexión, y los partidos tiene que acudir ya a sus últimos recursos para tratar de captar votos. Por eso parecía importante el cara a cara entre Mas y Montilla, porque en él uno u otro podrían haber atraído a electores indecisos. Está claro que quien más se jugaba en el debate era el PSC. Para ellos era su última oportunidad de arañar votos. CiU, por su parte, podría haber llevado a cabo una estrategia más conservadora en el debate, sin tomar riesgos innecesarios pues son ellos los que parten con una gran ventaja en todas las encuestas. El resto de partidos (ERC, ICV, Ciudadanos) también lanzan sus últimos mensajes a los electores. El partido que lidera Albert Rivera ha advertido a los votantes del PSC y del PP para, ha dicho, que "no les tomen el pelo". Ciudadanos quiere pescar en estos caladeros como es lógico, pues los votantes del resto de formaciones son más catalanistas. A pocos días de las elecciones, y sabiendo que no habrá un cara a cara que pudiera haber cambiado las cosas, todo el mundo da por hecho que CiU vencerá las elecciones. En todo caso habrá que esperar poco para conocer los resultados. Y para responder a las preguntas que surgen: ¿obtendrá CiU mayoría suficiente para gobernar en solitario? ¿frenará el PSC su caída? ¿Y ERC? ¿Será el PP el tercer partido en Cataluña? ¿Logrará ICV salvarse de la quema de las formaciones del tripartito? ¿Subirán en apoyos Ciudadanos? ¿Entrará algún partido nuevo al Parlamento? Las respuestas, el domingo.

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