Mucho tiempo ha pasado desde que la Unión Ciclista Internacional comenzó a estudiar el caso del posible positivo de Alberto Contador en el pasado Tour de Francia. Hay que recordar que fue un positivo de una cantidad ínfima de clembuterol, una cantidad que todos los expertos coinciden en señalar que no es suficiente, ni mucho menos, para mejorar el rendimiento deportivo de ningún ciclista. El caso es que dar positivo por esa sustancia es considerado como positivo. En fin, si la ley está mal lo que se pueden plantear en la UCI es cambiarla y no castigar por nada al mejor ciclista del momento, al carredor que más ilusiona a los aficionados, al que más espectadores atrae al ciclismo, a la esperanza de un ciclismo limpio y sano, al referente de este deporte los últimos años. Todo eso es lo que se pueden cargar las autoridades ciclistas si acaban por sancionar, y la verdad es que tiene toda la pinta, a Alberto Contador.
La UCI ha seguido el procedimiento habitual en casos de dopaje, y ahí llega la primera mala noticia para Contador, ya que el hecho de que se siga el procedimento habitual en casos de dopaje significa que la Unión Ciclista Internacional considera que este es un caso de dopaje. Por eso se ha pedido a la Real Federación Española de Ciclismo que abra un expediente sancionador al ciclista. Será por lo tanto la federación española la que decida qué sucede con Alberto Contador. Hay mucho en juego. Lo primero la situación de un inocente que no puede ser tratado como culpable. Pero ya he dicho muchas veces en este blog y no me cansaré de repetirlo, que en el ciclimos hay más cosas que no funcionan bien al margen del dopaje. Y una de ellas es, precisamente, la forma en la que se combate del dopaje. Hemos llegado a una situación en la que, con la excusa de que existen tramposos en este deporte (¿en qué ámbito de la vida no los hay?), se consideran culpables a todos los ciclistas hasta que no de demuestre lo contrario. En lugar de ser al revés, ahora el que monta en bicicleta es más sospechoso que un concejal de urbanismo en ciertas localidades españolas.
El tema es que no sólo está en juego la situación de Alberto Contador, quien no se merece el calvario que está pasando, sino también al credibilidad del sistema antidopaje. Si se castiga a una persona que es inocente, que ha sufrido una intoxicación alimentaria, se estará abriendo la puerta a una situación de desprotección total para los ciclistas, una situación que no deberían tolerar los corredores. Ya han tragado demasiado, ya han soportado lo suficiente como para que ahora se te pueda castigar por comer un filete en mal estado. Deberían ser algo más razonables las autoridades ciclistas si no quieren que el chiringuinto del que viven se vaya por el retrete. Si todos los expertos aseguran que esa cantidad de clembuterol no es en absoluto suficiente para poder hablar de dopaje, ¿por qué no tratar de razonar y buscar otras alternativas al hecho de que se haya dopado el ciclista más vigilado del mundo? Sería de tontos doparse siendo el líder del Tour y sabiendo que vas a pasar controles sí o sí.
Yo vengo defendiendo una postura durante todo este tiempo que a mucha gente le puede chirriar. Yo creo en la inocencia de Alberto Contador, creo en sus palabras y creo en su inteligencia como para ser limpio cuando sabes que vas a ser el más vigilado del pelotón. Habrá gente que no crea en Contador y que piense que es un dopado, habrá quien por lo tanto si lee estas líneas no pueda estar en mayor desacuerdo conmigo y con todos los que defendemos la inocencia de Contador. Ya he dicho muchas veces que la pasión que siento por el ciclismo me puede cegar, lo reconozco. Pero también ellos deberán reconocer que este no es un caso normal de dopaje, tampoco ellos pueden hacer oídos sordos ante las palabras de los expertos en esta sustancia y en dopaje que hablan en favor de Contador. Yo no trato de convencer a nadie. Pero lo que si hago es una pregunta, ¿es justo que se haya hundido de este modo a Contador cuando todavía nadie ha podido demostrar que sea culpable de nada?
La propia UCI le dijo al ciclista que creían su versión de la intoxicación. Estaría bien que los que le dijeron eso a Contador saliera ahora a explicar por qué se le abre entonces un expediente, el primer paso para una sanción al ciclista español. Ahora es la Federación Española de Ciclismo la que dedidirá, pero muchos somos los que creemos que casi todo el pescado está vendido. Si la resolución de la RFEC no le gusta a la UCI o a la AMA, podrán recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Así que a Contador se le están complicando las cosas por momentos. Ahora la RFEC tiene una papeleta considerable. Si absuelve a Contador se le acusará de perdonarle por ser español, serán vistos como unos provincianos. Si, por el contrario castiga a Contador, habrá quien piense que lo hacen precisamente para evitar ser criticados y que son más papistas que el Papa. No lo tiene fácil. Deberían hacer lo que la UCI no se ha atrevido a hacer, es decir, tratar de investigar el caso y demostrar si Contador es culpable o inocente. Yo esperaba, o quizás no tanto la verdad, algo de valentía por parte de la UCI. Pero está visto que en este organismo se dedican a tirar la piedra y esconder la mano, no se mojan no cuando en un día de lluvia se les olvidó el paraguas en casa. Eso sí lo tiene todo bajo control y si quieren que se termine castigando a Contador, lo lograrán.
Carlos Castaño, el presidente de la RFEC es quien tendrá ahora la última palabra. Le correponde estudiar la documentación que les ha mandado la UCI y también decidir sobre si es o no un caso de dopaje. El presidente se ha apresurado a decir que no habrá un trato de favor hacia Contador. Lo que sí ha declarado el señor Castaño es que la documentación de este caso es mucho mayor en cantidad que el de otros casos similiares, una prueba más de que ni la misma UCI cree que se trata de un caso normal de dopaje. La Real Federación Española de Ciclismo tiene en su mano tomar una primera decisión sobre el caso, pero la UCI podrá recurrir hasta que la sentencia sea de su gusto. Ya pasó algo similar con Aejandro Valverde, un ciclista que nunca dió positivo en ningún control antidopaje y que sin embargo está sancionado. Si no recuerdo mal la RFEC absolvió a Valverde, o no vió nada ilegal en el caso, pero más tarde se cocino una sentencia más al gusto de los señores de la UCI. Así es la vida del ciclismo hoy en día.
Alberto Contador sigue teniendo el apoyo de casi todo el mundo del ciclismo. Desde luego ayer tuvo que llevarse una decepción muy grande al ver cómo su caso tomaba el camino que toman todos los casos de dopaje. Este apoyo de la gente que le quiere y que le admira debe ser un soporte para este gran campeón del que queremos seguir disfrutando al verle encima de una bicicleta. Ni puedo ni quiero imaginar un Tour 2011 son Alberto Contador. Sería difícil en caso de que así fuera no pensar que han ido a por él y que, como paso con Valverde, sin pillarle creen que sí le tiene cogido. Es una lástima que no se haya acelerado más el proceso y que no sepamos ya si se comete una injusticia o no con el mejor ciclista de la actualidad y de los últimos años. La RFEC tiene un mes por delante para decidir si Contador sigue siendo el vencedor del Tour 2010, que con tanto esfuerzo se llevo en la carretera y que ahora se lo quieren quitar en los despachos, y para saber si el ciclista es o no sancionado. Mala pinta tiene el asunto, pero confío en que reine la cordura al final. Ánimo, campeón.
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