Jornada de reflexión en Cataluña

En otros países no tiene la tradición o la costumbre de que el día anterior a las elecciones sea un día de reflexión previo a tomar la decisión de a quién votar en la cita electoral. En España sí es así y por ello en Cataluña viven hoy la jornada de reflexión de cara a las elecciones del domingo. Hoy los candidatos pasarán el día con sus familias y velarán armas para la batalla electoral de mañana en la que unos parten con más ventaja que otros. Es tiempo de valorar lo que ha dado de sí esta campaña marcada por vídeos con poco contenido político y por polémicas de todo tipo. Una campaña con poco contenido que se ha centrado en estrategias dudosas por parte de distintos partidos políticos para atraer la atención del electorado. Uno de los elementos más importantes del día de mañana, más allá del resultado que es lo más trascendente sin duda, es el nivel de participación en las elecciones. Algunos pronósticos hablan de una elevada abstención. Una cita electoral como esta es buena para medir el grado de desapego de los ciudadanos con la clase política.
Esta campaña que, por fin pensarán muchos, dejamos atrás será recordada, si es que es recordada por alguien, por ser la campaña de las polémicas. Abrió fuego el candidato de ERC atacando a los andaluces y afirmando que en Andalucía no paga impuestos ni Dios. No rectificó sus palabrs pues uno de los ejes de su campaña ha sido el discurso victimista típico de algunos nacionalistas. Nostros pagamos mucho, ellos se aprovechan de nuestra aportación. No debería olvidar el señor Puigcercós que el resto de España es el principal comprador de los productos catalanes. Y tampoco que formamos parte, mal que le pese, de un mismo país que tiene que regirse por un principio de solidaridad. Tampoco estaría mal que los líderes de ERC recuerden las inversiones del Estado en Cataluña, o que tiene un Estatuto de autonomía con competencias que pocas comunidades tienen en su poder. Pero debe de ser que los responsables de la campaña de ERC no han encontrado una forma mejor de tratar de dar la vuelta a las encuestas que recurriendo de forma constante a este discurso fácil.
Después llegó le turno para el PP y su videojuego en el que Alicia Sánchez Camacho fulminaba los problemas de Cataluña a base de disparos. Uno de esos problemas que se cargaba la líder del PP catalán eran los inmigrantes ilegales. La estrategia del PP en esta campaña ha estado centrado en tres ejes. El primero, la inmigración. El PP catalán lleva mucho tiempo haciendo un discurso algo peligroso en relación a este asunto. Su líder en una localidad próxima a Barcelona asociaba en un panfleto de muy mal gusto a la inmigración con la delincuencia, y no han dudado en preguntar a los ciudadanos catalaes si en esta comunidad cabían todos con la cantidad de inmigrantes que hay en Cataluña. Supongo que así buscan atraer a los votantes más radicales, esos que votan con sus instintos racistas. Es una lástima que un partido que aspira a gobernar en España haga este discurs y no se plantee la cuestión de la inmigración ilegal con algo más de sentido de Estado y con altura de miras. El segundo eje de la campaña del PP se puede resumir en una frase que diría algo así como "criticamos a CiU por su deriva independentista, pero queremos pactar con ellos para frenar esta dervia". Algo así. El PP catalán ha jugado a hacer ver lo malo malísimo que es CiU, pero ha pretendido demostrar que ellos pueden frenar esta maldad. El tecer eje es el que abrió el otro día Rajoy al afirmar que el cambio empieza en Cataluña. Es la lectura a nivel nacional que se da de esta campaña. Si el PP obtiene unos buenos resultados, sería un primer paso en el camino hacia La Moncloa.
Siguiendo con las polémicas, llegó más tarde el vídeo del PSC en el que se ligaba votar a este partido con el sexo. El vídeo es de las juventudes del PSC. Este partido está ante una delicada situación pues sus expectativas no son nada buenas y pasar del gobierno a perder muchos votos y ocupar escaños de la oposición debe de ser muy duro. Montilla ha renegado del tripartito y ha dicho que no lo volvería a repetir si se diera la posibilidad de hacerlo. Es un intento por evitar una fuga de su electorado tradicional, el menos catalanista, el que no ve con buenos ojos que el PSC entre en una carrera con los independentistas por ver quién es más nacionalista de todos. Y esa imagen es la que ha dado en ocasiones el PSC en estos últimos años en los que ha estado en el gobierno. Montilla anunció también en esta campaña que era la última vez que se presentaba a las elecciones catalanas. Algunos interpretaron esta afirmación como un modo de tirar la toalla antes de tiempo, y otros como un último intento a la desesperada por pedir el voto.
CiU siguió con las polémicas y presentó un vídeo en el que España aparecía como un ladrón que roba, literalmente, la cartera a los catalanes. Es la forma que tiene las juventudes de CiU de apelar a ese discurso victimista que también emplea ERC. CiU ha afrontado esta campaña con cierta tranquilidad pues antes de y durante la misma sus expextativas eran muy buenas. Artus Mas se presenta como el nuevo presidente de la Generalitat, y es el único al que se le ha preguntado por nombres de consejeros en un futuro gobierno. El único temor de CiU es que como las encuestas hablan de una victoria amplia de esta formación, sus votantes se queden en casa. Por eso han tratado de animar a su electorado a producir un cambio en la política catalana. CiU es el partido que partía con más ventaja al inicio de la campaña y parece que mantiene intacta esa condición.
Sin grandes polémicas han estado ICV y Ciudadanos. El partido liderado por Joan Herrera ha sido la única de las formaciones del tripartito que ha reivindicado la labor de estos años de gobierno. Su intención ha sido presentarse como el único partido que defiende sin complejos una salida social y de izquierdas a la crisis económica. ICV pretende huir del terremoto político que se avecina en Cataluña para los miembros del tripartito. Ha llevado a cabo una buena campaña. Ciudadanos, por su parte, está ante una cita clave para ellos. Y es que se juegan mantener o incluso aumentar su presencia en el Parlamento. Para ello han mantenido el discurso que en las pasadas elecciones les dio tan buen resultado. Un discurso en favor del castellano, o al menos no en favor de que se prime al catalán, y antinacionalista.
Esto en relación a los partidos políticos que tienen representación parlamentaria. Son los que realmente han aparecido en los medios. UPyD, partido que se presenta a estas elecciones aunque apenas haya estado presente en los medios de comunicación lamentó ayer el poco seguimiento a su campaña en la prensa. El líder del partido en Cataluña, Antonio Robles, declaró ayer "estamos en Cataluña para quedarnos". Tiene realmente complicado entrar en el Parlamento, pero cuando lograron entrar en el Congreso hace dos años tampoco nadie daba un duro por ellos, por lo que habrá que estar pendientes de posibles sorpresas. Lo que ocurre en este caso es que Ciudadanos ocupa todo el espacio político de UPyD. Reagrupament, escisión de ERC, Solidaridad, partido de Laporta, o Alternativa de Gobierno, de Montserrat Nebrera, han sido otros partidos que pretenden entrar en el Parlamento y no han contado con presencia mediática. El domingo sabremos cómo se configura el nuevo panorama político catalán.

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