Hoy nos hemos despertado con la noticia de que Corea del Norte, el país más cerrado y extraño del mundo, ha atacado una isla de Corea del Sur. Al principio contábamos con pocas noticias sobre este asunto pero poco a poco vamos conociendo más detalles y según vaya avanzando el día (cuando escribo estas líneas son las nueve de la mañana) sabremos más datos sobre este ataque que deja en el aire la situación de paz en la zona. Los distintos medios de comunicación en sus ediciones digitales informan sobre este ataque. Según el diario El País, hay un soldado muerto y catorce heridos, tres de ellos de gravedad. Además decenas de casas están ardiendo. El ejército surcoreano habría respondido al ataque según fuentes que cita este medio, y se ha decretado el máximo nivel de alerta desde la Guerra de Corea en los años cincuenta. Parece claro que estamos ante la situación más delicada en mucho tiempo en las relaciones entre las do Coreas.
Este ataque llega poco después de que saliera a la luz la existencia de una planta de enriquecimiento de uranio en Corea del Norte. Las autoridades de Corea del Sur han confirmado que se ha respondido al ataque pero que su objetivo es no aumentan la tensión en la zona y provocar un conflicto mayor. Esto es lo que se puede saber a esta hora. La televisión surcoreana está emitiendo imágenes de casas ardiendo en esta isla que ha sido atacada por Corea del Norte. Poco más se sabe. El diario El Mundo habla de que el ataque se ha producido con 200 proyectiles sobre la isla de Yeongpyeong. Por lo demás recoge las mismas informaciones que el diario anteriormente citado. En ABC se puede leer cómo se destaca que el ataque se ha producido contra una zona habitada de Corea del Sur.
La tensión en la zona es máxima desde hace muchos años, pero este ataque puede elevar el nivel de confrontación en un grado muy elevado. Está por ver cuál es la reacción del gobierno de Corea del Sur ante este ataque, y cuáles son los argumentos de las autoridades de Corea del Norte, si es que dan alguna explicación, algo poco probable pues es el país más cerrado del mundo. En todo caso los hechos son de extrema gravedad. Ha muerto, según las cifras que se conocen a estas horas, un soldado surcoreano, pero hay decenas de casas ardiendo y la cifra de afectados no se puede dar por cerrada. De momento poco más se puede hablar de este ataque. Es previsible que centrará la atención mediática en el día de hoy y poco a poco se irán conociendo más detalles de este ataque que dinamita las relaciones entre los dos países.
Hablaré por lo tanto de otras noticias internacionales de importancia. El drama se vivió ayer en Camboya debido a una avalancha en un acto multitudinario al que acude una gran cantidad de personas. 349 personas han muerto por esta estampida. Se trata de una desgracia que deja esta elevada cantidad de fallecidos. El acto en cuestión era un homenaje al agua que se celebra allí para despedir a los monzones. Concluyó de la peor forma posible y según distintos medios las propias autoridades de Camboya aseguraron ayer que la cifra de muertos subirá. También hay cientos de heridos en la mayor tragedia que sufre este país desde 1979. Aún no se conocen las causas de esta avalancha humana. Sólo se sabe que al intentar huir se produjo esta estampida y que el resultado ha sido fatal. Esta tragedia ha conmocionado al país por la magnitud de la misma.
En otro orden de cosas, y relativizando todo después de conocer esta noticia tan grave con tantos fallecidos en Camboya, ayer se concretaron algunas de las condiciones a Irlanda para su rescate. Su economía será rescatada y a cambio tendrán que subir los impuestos y ceder parte de su soberanía a la Unión Europea. Ayer, sorprendentemente, las Bolsas europeas reaccionaron con bajadas generalizadas a este rescate. Lejos de tranquilizar a los mercados, esta situación parece que hace temer un nuevo rescate a algún otro país de la Unión Europea. El IBEX 35 fue el indicador que más bajo de toda Europa, se dejó casi tres puntos. La primera consecuencia inmediata de este rescate a Irlanda ha sido política y es que el Partido Verde, socio del gobierno, ha retirado su apoyo al partido que está en el poder en Irlanda y el primer ministro se ha visto obligado a asegurar que va a convocar elecciones anticipadas en el mes de enero. Además los ciudadanos de este país están indignados con su gobierno, y así lo mostraron en manifestaciones a lo largo del día de ayer. La indignación viene por el hecho en sí de tener que ser rescatados, y sobre todo porque que se les haya ocultado la situación real de su economía.
Otro asunto internacional que sigue preocupando es el del Sáhara y la actuación de Marruecos. En El Aaiún han podido entrar, de visita guiada por las autoridades marroquíes con la complicidad para esta censura del gobierno español, dos periodistas, uno de El País y otro de El Mundo. Sigue sin existir un informe independiente sobre lo que ocurrió en el campamento que desmanteló Marruecos. No podemos saber todavía cuál es la cifra de muertos. Distintas organizaciones hablaban también de torturas a saharauis tras el desmantelamiento del campamento. El gobierno español afirma que es un primer paso que puedan entrar dos periodistas españoles para informar desde El Aaiún. Quizás tenga razón. Pero chirría que el gobierno de España acepte estas condicones y se dé por satisfecho con esta cesión limitada de Marruecos a la libertad de información mientras en corresponsal de ABC sigue sin acreditación y el resto de medios no puede informas desde la zona de lo que pasa allí.
Por último, en este repaso a la información internacional, hay que destacar la terrible situación que se vive en Haití. Las noticias que llegan desde allí nos hablan de una brutal extensión del cólera en el país y además de que las condiciones son pésimas para tratar de combatirlo. No hay unas mínimas condiciones de higiene o de salud y los cadáveres están a la vista de todos como focos de infección. Ayer el presidente extremeño, Fernández Vara, habló claro y dijo que si la comunidad internacional no es capaz de actuar cuando se está muriendo la gente de hambre o del cólera, que entonces no sabe para qué sirve esta comunidad internacional. Y tiene toda la razón del mundo. Cuando ocurrió el terremoto todo el mundo prometió muchas ayudas pero, o éstas no han llegado, o no son suficientes. Lo cierto es que Haití nos necesita y es una situación de alerta humanitaria. Es en estos casos donde, como afirma el presidente de Extremadura, se necesita a la comunidad internacional. En estos casos donde se justifica este mundo en que vivimos y sus instituciones. No podemos quedarnos con los brazos cruzados. Sería muy cruel e injusto.
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