Remodelación en el gobierno

Ayer se registró un terremoto político de dimensiones considerables en nuestro país. ¿El epicentro? El Palacio de la Moncloa, ¿la causa? el corrimiento de hasta ocho placas tectónicas del gobierno de España, ¿el causante del seísmo? El presidente José Luis Rodríguez Zapatero. El movimiento sísmico sacudió todos los lugares de debate político y están por ver sus consecuencias más inmediatas, y también las que se percibirán solo a largo plazo. El presidente del gobierno había anunciado el domingo que el cambio de ministro de Trabajo iba a ser la única novedad que anunciaría este miércoles, pero una vez más el factor sorpresa ha podido más que la estricta fidelidad a la palabra dada y se ha dado un auténtico cambio radical al gobierno con ministros que se van, ministros que vienen, y ministros que se quedan pero lo hacen con más poder del que tenían antes de esta remodelación.
La crisis de gobierno no se quedó, por lo tanto, en encontrar un sustituto para Celestino Corbacho, ex ministro de Trabajo e Inmigración quien se marcha a la campaña electoral de Cataluña. Fue mucho más allá y se busca un golpe de efecto en la opinión pública. Dar la imagen de que se va a dar batalla hasta el final de cara a las elecciones de 2012, dar la impresión de que hay un plan trazado y unos nuevos actores que deberán ejecutarlo. Y también dar a entender que la crisis está cerca de ser dejada atrás y que los nuevos ministros serán quienes gestionen en nuevo escenario, y quizás recojan los frutos de las impopulares reformas. Todo ello se deduce de las palabras de ayer del presidente que anunció a mediodía los cambios en su gobierno, cambios que conocíamos desde las ocho y cuarto de la mañana por una filtración a los medios.
Si se debe destacar un nombre de la remodelación ministerial que anunció ayer Zapatero tras comunicársela al Jefe del Estado, ese es el de Alfredo Pérez Rubalcaba. Ya era un peso pesado del gobierno con una de las carteras más importantes, la de Interior. Pues bien, a partir de ahora será vicepresidente primero del gobierno y portavoz. Es decir, será el hombre fuerte del ejecutivo en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega quien se va al Consejo de Estado tras haber perdido influencia y poder en esta segunda legislatura, nada que ver con la persona fuerte del gobierno, con la mano derecha del presidente que fue durante los primeros cuatro años de gobierno del PSOE tras 2004.
Zapatero elogió tanto a Rubalcaba como a De la Vega. Ambos son políticos de raza y, desde luego, de lo mejor que ha tenido el presidente en sus equipos estos seis años que lleva en el poder. Rubalcaba se convierte en la mano derecha del presidente, en el hombre fuerte del gobierno. Mantendrá la cartera de Interior por el buen trabajo realizado y por el momento especial que estamso viviendo en la lucha contra el terrorismo. Por cierto, y este es un paréntesis, ¿qué quiso decir ayer el presidente con eso de que los esfuerzos de los batasunos no serán en balde? Espero que no signifique que se va a facilitar su presencia en las elecciones municipales del año próximo como interpretaban ayer algunos medios de comunicación.
Volviendo a Rubalcaba, sin duda el nuevo vicepresidente del gobierno es un animal político, una persona con una enorme capacidad de gestión y también de comunicación con los ciudadanos. Es un político potente, de una extensa experiencia que le ha hecho ganarse algunos enemigos por su papel en momentos importantes de la Historia reciente de España. En todo caso, cualquiera puede reconocer las muchas cualidades del ministro del Interior. Poco discutido será su ascenso en el gobierno ya que es uno de los políticos con más peso de todos los que forman parte del Ejecutivo. Sus rivales políticos no le perdonan sus palabras la jornada de reflexión de las elecciones del 2004 ("los españoles se merecen un gobierno que no les mienta"), ni el proceso de negociación con ETA, pero creo que Rubalcaba dará más fuerza a este gobierno y por tanto es una medida acertada la de nombrarle vicepresidente primero.
Quien se va es la política que más poder ha tenido en la Historia de la Democracia en España. Ha sido la primera en ser vicepresidenta primera del gobierno, la primera en presidir un Consejo de Ministros, y una gran defensora de los derechos de la mujer y de los derechos sociales en general. María Teresa Fernández De la Vega es una política excepcional, según dice la gente que le conoce una incansable trabajadora y, desde luego, alguien que cree firmemente en sus principios y los defiende de forma siempre correcta. Para mi es la mejor de todas las personas (hombres y mujeres) que han pasado por los distintos gobiernos de Zapatero. Sin carnét del partido ha llevado a cabo una labor impagable, sobre todo en la primera legislatura en la que era la apagafuegos del gobierno. Allí donde hubiera un problema, iba ella a desfacer entuertos. Creo que se va una política muy válida y extraordinaria. Zapatero dijo de ella que dejara una huella en todos y no le falta razón. Es una mujer que ha hecho mucho por los derechos sociales en España y que ha dado al presidente una fidelidad dificilmente superable.
Otro asceno en el gobierno es el que da Trinidad Jiménez. Pasa de ser ministra de Sanidad a ser la nueva ministra de Exteriores. Se marcha por lo tanto de este ministerio Miguel Ángel Moratinos, un ministro de Exteriores con una gran experiencia internacional a sus espaldas pero que ha llevado a cabo una política discutible con Cuba y Venezuela. A Jiménez se le premia de este modo la fidelidad al presidente del gobierno. Siempre que Zapatero ha querido a Trinidad Jiménez en una función, allí ha estado ella. La última ocasión, disputando las primarias socialistas de Madrid a Tomás Gómez. Trinidad Jiménez ya ha sido Secretaria de Estado para Iberoamérica, por lo que su nueva labor no le pillara desprevenida o sin experiencia previa. Tiene ante sí la delicada situación con Venezuela y su presunta colaboración con ETA, y algún otro problema de calado en política exterior.
La sustitua de Trinidad Jiménez al frente de Sanidad, que pasa a ser Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, es Leire Pajín. Tampoco será nuevo para ella el tener responsabilidades de gobierno, pues fue Secretaria de Estado de Cooperación, antes de convertirse en la número 3 del PSOE. Es una mujer del partido que ha sido la voz del mismo estos últimos años. Tiene un perfil político muy marcado y todo apunta a que será la nueva Bibiana Aído, en lo que respecta a recibir críticas desde la oposición. Ahora que la ministra de Igualdad se ha ido (parece que seguirá como Secretaria de Estado) las críticas se focalizarán en Pajín. Veremos qué tal lo hace.
Otra que se va es Beatriz Corredor, anterior ministra de Vivienda. Sus competencias pasarán a Fomento. La verdad es que Corredor era la ministra menos conocida y valorada. Con Igualdad y Vivienda, Zapatero elimina dos apuestas personales, y aún hay otra a la que también renuncia el presidente. Por primera vez no habrá un gobierno paritario pues, aunque se cumple el cupo de 60-40% que marca la ley, habrá más hombres (nueve) que mujeres (siete). Adiós a la paridad por lo tanto. Y adiós también a una ministra que había estado con Zapatero desde que este comenzó a gobernar en 2004. Se va Elena Espinosa, su puesto al frente del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino será para Rosa Aguila, la ex alcadesa de Córdoba con Izquierda Unida y consejera de la Junta de Andalucía desde que la fichó el PSOE. Ahora pasa a ser ministra. Meteórico ascenso desde su llegada a las filas socialistas.
Ramón Jáuregui y Valeriano Gómez son los dos nuevos miembros del gobierno de los que todavía no he hablado. El primero es el nuevo ministro de la Presidencia. Encargado de labores de comunciación y de relación con las Cortes. Es un político vasco de gran experiencia y del que todos los que le conocen bien destacan su gran capacidad de comunicación. Valeriano Gómez es el nuevo ministro de Trabajo, en sustitución de Celestino Corbacho. Por cierto, el nuevo ministro de Trabajo, qué cosas, acudió a la manifestación del 29-S de la huelga general contra la reforma laboral. En un ejercicio de falta de coherencia, ahora será precisamente él quien aplique la reforma laboral.
Estos son los cambios en el gobierno. Las reacciones del resto de grupos políticos han sido dispares. Para Ciu es un guiño a la izquierda, para IU un giro a la derecha. Y para el PP, se han cambiado los músicos pero hay que cambiar la partitura y el director de orquesta. No necesitamos un cambio en el gobierno, sino un cambio de gobierno, declaró Mariano Rajoy. Un micrófono mal cerrado captó ayer como María Dolores de Cospedal y Javier Arenas reconocían que "este gobierno es mejor". El efecto real que tenga este cambio de gobierno está por ver. De momento muestra que Zapatero ha querido tomar impulso y dar un perfil político y no técnico a su gobierno. El tiempo dirá si ha acertado.

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