Peligroso rumbo del PP catalán

Antes de hablar del tema central de esta entrada, hoy es el Día de la Fiesta Nacional y el Día del Pilar. Felicidades por lo tanto a todas las Pilares en este día tan especial en Zaragoza con la ofrenda floral a la virgen y otros actos de celebración. Respecto al Día de la Fiesta Nacional, en recuerdo del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, hoy es el día en el que se hace un desfile militar por Madrid ya que es la jornada de las Fuerzas Armadas, este año más reducido en número de personas que desfilan que ningún otro debido a la crisis. Hoy es un día de corrillos periodísiticos en la recepción que organizan los Reyes en el Palacio Real y a buen seguro que en los telediarios, además de los posibles abucheos, se hablará de alguna información política que salga de esos corrillos.
Me centro ya en la precampaña electoral en Cataluña en la que los políticos comienzan a actuar de forma más descarada con el fin de que todo lo que hagan sea bien recibido por el electorado. Así, como José Montilla viene al desfile de la Fiesta Nacional, sus socios de gobierno le critican por asistir a a celebración de "un genocidio". Todo lo que hacen o dejan de hacer los políticos catalanes puede ser desde ya empleado en su contra, y todas sus acciones están medidas para atraer a los votantes de cara a las elecciones de noviembre. Las encuestas hablan de una victoria electoral de Ciu, una victoria holgada pero que no le otorgaría la mayoría absoluta por lo que tendría que pactar para poder gobernar. Además los sondeos dibujan un panorama ciertamente desolador para los tres partidos de gobierno ya que el PSC, ERC y Iniciativa per Cataluña, especialmente el primero, se hunden en intención de voto.
El Partido Popular de Cataluña es consciente de esta situación previa a las elecciones, y saben también que ellos podrían ser perfectamente los socios de gobierno que necesitaría Ciu para no quedarse otra vez a las puertas de gobernar. Su estrategia de captación de apoyos está siendo peculiar y se está centrando en la inmigración. Si hace un tiempo un alcalde del PP repartía junto a Alicia Sánchez Camacho, líder del PP catalán, folletos en los que no resultaba difícil relacionar inmigración con delincuencia, ahora se da un paso más allá en este peligroso rumbo al querer vetar el padrón a inmigrantes sin papeles. No se trata solo de no aceptarles en el padrón, sino que después se cederían los datos a la Policía para que "actúe en consecuencia". Según el PP catalán se evitaría así la entrada de inmigrantes ilegales en nuestro país, y concretamente en Cataluña que es donde toca vender ahora un proyecto que pueda atraer a los electores.
En el programa del PP catalán se asegura que los muncipios deben ayudar en el control de la inmigración ilegal y que el modo de hacerlo es no convertir el padrón en un modo de entrada de sin papeles por la puerta de atrás. Según informan distintos medios de comunicación, otra promesa de Sánchez Camacho es la de expulsar a los inmigrantes ilegales, especialmente a los que hayan delinquido. La respuesta desde el gobierno central ha llegado en boca de la delegada del gobierno en Madrid, Amparo Valcárcel ha declarado que teme que el PP catalán "puede estar escuchando cantos de sirena que le lleven por caminos que pueden apuntar a la xenofobia".
A nadie se le escapa que en Cataluña existe un partido, liderado por Anglada, que defiende posturas racistas y xenófobas. Las perspetivas electorales de este partido en algunos municipios no son malas. La cuestión ahora es ver si el PP se ha contagiado de esta formación política y va a adptar alguna de sus propuestas políticas convenientemente edulcoradas para atraer al electorado potencial del partido de Anglada. Veamos, este señor dice que en Cataluña "no cabemos todos", y el PP catalán hizo una pregunta en un folleto en el que se ecuestionaba, precisamente, si Cataluña puede recibir a más inmigrantes.
No estoy diciendo que el PP catalán vaya a convertirse en un partido xenófobo radical, ni mucho menos, solo digo que considero que está tomando un rumbo peligroso que nos recuerda, por ejemplo, a la política sobre los gitanos que tiene Francia actualmente y que desde España, eso también es verdad, tampoco el gobierno central criticó en su momento. No sé si este tipo de propuestas atrae votos, supongo que sí atraerá votos de personas que estén en contra de la inmigración y que vean con buenos ojos la expulsión de los sin papeles. Gente para la que esta cuestión sea fundamental y que no votaría a un partido que no prometiera combatir la inmigración ilegal con expulsiones de sin papeles.
Como he dicho antes, nada de lo que se hace o dice en una precampaña electoral es casual. Si el PP catalán anuncia estas propuestas para su programa, o si un dirigente de este partido se dedica a decir que los inmigrantes abusan de la sanidad pública, no hace falta ir a Salamanca para pensar que el PP está haciendo guiños al electorado más antiinmigración. Está por ver si la campaña de esta formación política que aspira a ser clave en el panorama de pactos que se formaría después de las elecciones si Ciu no obtiene mayoría absoluta, se centra o no en el asunto de la inmigración. Los precendetes hacen pensar en que sí va a ser uno de los temas en los que el PP catalán van a basar su campaña. Desde mi punto de vista si el PP sigue por ese camino corre el riesgo de seguir una senda muy peligrosa.

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