Freire, sexto en un Mundial que se lleva Hushovd

No he podido seguir el Mundial de ciclismo que ha concluido esta mañana (hora española) en Melbourne porque me he levantado a la hora a la que estaba previsto que concluyera la prueba pero ya había acabado así que no he podido ver cómo Óscar Freire ha sido el mejor español en la línea de meta, sexto, y tampoco la victoria de Hushovd, un velocista que ha demostrado que siempre hay que contar con él cuando se trata de llegadas en grupo como la que ha puesto punto y final a los Mundiales que este año no han traído medallas para la delegación española. Habrá por lo tanto que esperar para que Freire trate de hacer todavía más historia en esta prueba que ha ganado ya en tres ocasiones.
Matti Breschel, danés, y Allan Davis, australiano, han sido segundo y tercero, plata y bronce en esta edición del Mundial. La atención mediática estaba centrada también en Australia, pero sobre todo en el asunto de Alberto Contador y su posible positivo en el Tour de Francia, un tema que apunta a resolverse en breve y de manera satisfactoria para los intereses del español, y del ciclismo en general: Ayer habló el presidente de la UCI sobre este y otros asuntos y dio un palo a las autoridades deportivas españolas. Les dijo que tenían que asumir que tienen un problema con el dopaje y que se debe combatir con más fuerza.
La respuesta desde el Consejo Superior de Deportes no se hizo esperar y según leo hoy en la prensa, un miembro de dicha institución ha declarado que tan mal no lo estarán haciendo cuando el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, ha renovado hace poco su presencia en la Agencia Mundial Antidopaje por unos cuantos años más. No parece del todo justa esta crítica del presidente de la Unión Ciclista Internacional contra el gobierno español. Pocos, por no decir ninguno, antes había puesto tanto en la lucha contra el dopaje. Lissavetzky centró su política en este asunto, en ocasiones con decisiones o actitudes equivocadas, a sabes, hacerse la foo con los ciclistas triunfadores en una gran carrera por un lado, y por otro casi perseguir este colectivo y contribuir a que se criminalizara. Esa es la impresión que a mi me daba en ocasiones. Pero con sus errores, lógicos en todo ser humano, no cabe duda que el CSD ha combatido la lacra del dopaje con dureza estos últimos años.
Ha tomado medidas legislativas, no hay que olvidar que se aprobó hace poco una ley contra el dopaje en el Congreso de lo Diputados, y también ha actuado en otros ámbitos como en la creación de una Agencia Estatal contra el Dopaje. Desconozco en qué se basa el presidente McQuain para criticar de este modo al gobierno español. ¿Ha habido muchos casos de dpaje en España estos últimos tiempos? Demasiados sin duda, pero se han detectado, algunos de ellos en España, y se han castigado convenientemente. Se habrán cometido errores, pero creo que se trata de una crítica gratuita y lo único en lo que estoy de acuerdo es en lo de siempre, en que hay que combatir el dopaje con todas las armas de las que contemos. Y también en que hay que hacer más esfuerzos. Pero afirmar que el gobierno español no es consciente del problema del dopaje es faltar a la verdad.
Tomemos por tanto lo realmente interesante y acertado de las delcaraciones del presidente de la UCI. Hay que abrir un debate para luchar contra la gran lacra del deporte en general y del ciclismo en particular. Todos los esfuerzos que hagamos serán pocos. El objetivo no puede ser erradicar el dopaje porque siempre, en todos los ámbitos de la vida ocurre esto, habrá tramposos. Pero sí luchar contra esos tramposos y también, esto es clave como señana hoy el experto de MARCA (Josu Garai) contra los que hacen posible que se cometan las trampas. Es decir, aquellos que suministran la sustancia y que ayudan a mantener esta repugnante práctica del dopaje.
Debemos luchar con todas las fuerzas contra el dopaje para hacer lo más creíble posible esa lucha feroz que proclamamos todos. Otra cosa es que criminalizar a los ciclistas y tener que tenerles localizados las 24 horas del día, los 365 días del año, sea el camino adecuado. Otra cosa es que por una intoxicación alimentaria un corredor tenga que pasar por una pesadilla atroz cuando no ha hecho nada malo ni ilegal. Otra cosa es que a veces parezca que el principal enemigo del ciclismo (al margen del dopaje) está dentro, en sus propias instituciones. Otra cosa es que entre instituciones que combaten el dopaje haya batallas tremendas. Otra cosa, en fin, es que no se esté yendo por el buen camino. Pero en lo esencial estaremos todos de acuerdo: hay que luchar contra el dopaje porque la salud del deporte, su credibilidad y existencia, están en juego.
Sobre Alberto Contador, las declaraciones del presidente de la UCI apuntan a que el corredor español no será sancionado por dopaje. Es algo confuso, pues sí tendría que estar tres meses, desde noviembre,suspendido. En todo caso se reconocería que ha sido una intoxicación alimentaria la que ha provacado este positivo que no es, en absoluto, un caso de dopaje. Así que en este asunto parece que reinara la cordura y que todo quedara en un mal sueño que no tendría por qué haber pasado Alberto Contador. Esperemos que no haya sorpresas y que, cuando se demuestre que no podemos hablar de dopaje, no haya quien desacredite igualmente la trayectoria profesional de este gran campeón. A ver si el año que viene volvemos a ver a Contador brillar en el Tour y a Freire hacerlo en el Mundial. Y que los tramposos nos dejen en paz. Que así sea.

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