La actualidad política está repleta de acontecimientos como la resaca del resultado de las primarias socialistas en Madrid, el anuncio oficial de elecciones en Cataluña para noviembre por parte del president, José Montilla, o la convocatoria de elecciones en la CEOE donde Díaz Ferrán ha cedido ante las crecientes peticiones por parte de distintos empresarios miembros de esta organización de que abandonara el cargo, aunque aún no sabemos si se presentara o no a la reelección. En todo caso hoy me centraré en otra información conocida ayer y que tiene una gran relevancia y es la posible relación entre ETA y el gobierno de Chávez en Venezuela, algo de lo que se venía hablando hace mucho tiempo, información esta que se ve reforzada con la declaración de dos etarras ayer afirmando haber recibido formación en ese país americano, y en el hecho de que un etarra ocupe un cargo en la Administración venezolana.
Dos etarras del comando Donosti declararon ayer que en el año 2008 recibieron formación para sus actividades criminales en el país caribeño, y que actualmente se sigue dando esa formación en Venezuela. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba habló ayer de esta cuestión y el ministerio de Exteriores ya ha pedido explicaciones a Venezuela por los cursos recibidos por estos dos etarras hace dos años en ese país. Lo ha hecho en el "marco de colaboración" de los dos países en la lucha contra el terrorismo. Hay que recordar que hace poco se conocía una investigación de la Audiencia Nacional en la que se establecía una posible conexión entre ETA, la guerrilla de las FARC y también el gobierno de Hugo Chávez.
Ha sido precisamente el juez de este tribunal, Ismael Moreno quien ha emitido un auto en el que destaca que Cubillas, el etarra que vive en Venezuela bajo el amparo del gobierno de aquel país, impartió cursos de adiestramiento a los etarras Atristain y Besance. Cubillas es actualmente jefe de seguridad del Instituto Nacional de Tierras, el que se dedica a expropiar terrenos para el Estado.
Otras reacciones dentro de España han llegado de diferentes partidos políticos como el Partido Popular o el Partido Nacionalista Vasco. El PP ha calificado de "inasumible e inaceptable" que en Venezuela se impartieran cursos de adiestramiento a terroristas de ETA. El principal partido de la oposición pide que, en caso de confirmarse esta situación, la acción del gobierno sea contundente ante la gravedad de los hechos. Por su parte el PNV también dio ayer su opinión sobre esta información. De este modo, el senador Iñaki Anasagasti ha pedido una respuesta con "mucha firmeza" y que se investigue "hasta las últimas consecuencias". La Asociación de Víctimas del Terrorismo habló ayer en boca de su presidenta para afirmar que el gobierno debe pedir explicaciones a Venezuela y, en caso de que no se responda satifactoramente, plantean romper relaciones con Venezuela.
Esto es lo que se ha dicho en España sobre esta investigación judicial que seguirá su curso y que además tiene una vertiente política que hay que ver cómo se desarrolla en adelante tras la petición de explicaciones del gobierno español al venezolano. ¿Y qué se ha dicho en Venezuela? Pues el presidente de aquel país ha querido salir al paso de la información conocida ayer para desmarcarse por completo de una posible vinculación de su ejecutivo con la banda terrorista ETA, ni con ninguna banda criminal. Así, el gobierno venezolano ha restado credibilidad a las palabras de los dos terroristas detenidos el pasado miércoles que afirmaron haber recibido formación en el país caribeño.
El embajador de Venezuela en España, Julián Isaías Rodríguez, aseguró ayer que el gobierno venezolano no tiene relación con ninguna banda terrorista y reiteró su "más enérgica condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones".También mostró el compromiso del gobierno de Caracas para colaborar con el gobierno español en la lucha contra el terrorismo. Lo cierto es que ayer el presidente Chávez anunció en un programa de radio que no se puede dar credibilidad a las palabras de dos terroristas sanguinarios que buscan, según él, ver reducidas sus penas ante la justicia española con estas afirmaciones.
El posible vínculo del gobierno venezolano con ETA y las FARC se viene anunciando desde distintos medios de comunicación hace tiempo ya, y además estas informaciones periodísticas se han visto reafirmadas en investigaciones judiciales basadas en documentos intervenidos a los etarras. Hace poco el gobienro español pidió explicaciones al de Venezuela por lo que se desprendía de una de estas investigaciones y aquello acabó con ambos gobiernos reafirmando su compromiso de colaboración en la lucha contra el terrorismo. Ahora hay nuevos indicios de que en Venezuela se da cobijo a terroristas de ETA y tanto la justicia por un lado, como el gobierno español por el otro, deben actuar con firmeza para esclarecer lo que sería un caso grave de colaboración con la banda criminal que podría suponer un severo empeoramiento de las relaciones entre los dos países, si no la ruptura de las mismas. Urge que se aclare esta situación pero hay cosas que están ya bastante nítidas, como que un etarra ocupa un puesto en la Administración del Estado de Venezuela. Chávez vuelve al centro de la polémica pero en esta ocasión no por declaraciones escéntricas sino por hechos muy graves que deben ser esclarecidos.
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