Así será el Tour 2011

Ayer se presentó en París, capital mundial de la reinvindicación estos días, el recorrido de la edición del próximo año del Tour de Francia, la carrera ciclista más importante del mundo. El gran protagonista de la ceremonia de ayer fue, curiosamente, un ausente, Alberto Contador. Su actual situación de suspensión por un posible caso de dopaje por clembuterol provocó que ayer se hablara mucho del vigente campeón de la ronda gala. Así, la mayoría de los corredores asistentes al acto fueron preguntados sobre el tema, Carlos Sastre declaró que espera que se resuelva pronto por el bien de Contador, y también para que dejen de preguntarle a ellos por el asunto. Pero es inevitable, en todas las conversaciones sobre ciclismo, en todo ámbito en que se charle sobre el deporte de la bicicleta sale antes o después este tema. Ayer no podía ser distinto, y no lo fue.
Se preguntó a Andy Schleck, quien sí asistió a la gala, sobre la posibilidad de lograr su primer Tour si es descalificado Contador en la edición de este año ya que él fue segundo, y dijo que había perdido el Tour en la carretera y que no le gustaría ganarlo fuera de ella. De igual opinión se mostró Samuel Sánchez quien declaró no desear subir al podio por un posible positivo de Alberto Contador. El director del Tour de Francia, Cristian Prudhomme también habló sobre este asunto, para dejar claro que ser sospechoso no es lo mismo que ser culpable. También pidió que se aclarara lo antes posible. Al Tour tampoco le beneficia que su actual campeón y gran dominador de la carrera se encuentre en esta situación en la que nadie le ha dicho que haya dado positivo, pero en la que tampoco puede respirar tranquilo pues está siedo sometido a una investigación para ver si, en efecto, lo suyo es un caso de intoxicación alimentaria o un caso de dopaje que sería castigado con dos años de suspensión. Supondría un mazazo enorme para este deporte. Veremos qué sucede.
Pero de lo que se trataba ayer, más allá de los protagonistas de la obra, era presentar el escenario de la misma, y realmente tiene buena pinta. No habrá pavés esta vez, pero sí llegadas de interés que pican hacia arriba en la primera semana de carrera. Ayer se llegó a decir que solo hay dos etapas que son claramente para esprinters. Casi estoy seguro de que serán unas cuantas más, pero es muy buena noticia que el Tour vaya rompiendo poco a poco con la tradición de que haya siete o más días con poco que llevarse a la boca ya que se sabe de antemano que esas etapas serán para los esprinters. Es una tendencia que aplican Giro y Vuelta con gran resultado y así la primera etapa del Tour 2011 acabará picando hacia arriba. Partirá, por cierto, del passage de Gois, ese lugar que solo es transitable cuando la marea está baja. Acabará en un monte, recuerda mucho al Tour en el que la segunda etapa se la llevó hace dos años Alejandro Valverde ya que era una etapa de la primera semana pero cuyo final no era llano. Me gusta que se busque atractivo también en los primeros días de carrera. Así la atención no estará centrada solo en las volatas o en las posibles caídas.
Sin duda lo más destacado es la reducción en el número de kilómetros contrarreloj, pues no habrá etapa prólogo y tan solo tendrán los corredores que afrontar una crono por equipos de 33 kilómetros y la ya clásica crono el día anterior de llegar a París, esta vez será una cronometrada dura de 41 kilómetros. Si al hecho de que hay pocos kilómetros contra el reloj se suma el que haya más montaña, hacen de esta edición del Tour una carrera, a priori, para escaladores. Quizás un Tour pensado para el duelo Contador-Schleck. Dos escaladores puros, aunque Contador es un corredor que lo hace muy bien en las cronos. Una carrera que se decidirá en la montaña aunque la crono final será también decisiva, como siempre.
Las cuatro llegadas en alto son a cuatro colosos: Luz-Ardiden, Plateua de Beille, Galibier y Alpe d´Huez. Además el Galibier se subirá dos veces en este Tour, una por cada cara, debido a que este año se celebran cien años desde la primera vez que se subió este temible puerto que dará mucho espectáculo en esta edición y que será además final de una de las etapas. Hay cuatro llegadas en alto, pero nueve etapas de montaña. Dos en el macizo central, tres en los Pirineos y cuatro en los Alpes. La montaña se vuelve a dejar para después de la primera semana, pero desde luego hay terreno para disfrutar con el espectáculo del ciclismo en un Tour de Francia más montañoso que el de años anteriores. La etapa reina será la penúltima de los Alpes en la que se subirán, sin solución de continuidad, el Telegraphe, el Galibier y el Alpe d´Huez. No es menos interesante la etapa que acaba en Luz-Ardiden y que pasará además por el Tourmalet y por otro puerto de gran dureza.
La primera etapa de alta montaña llega en la etapa 12, quizás un poco tarde, pero desde luego hay un buen escenario para poder hacer daño a los rivales si se llega con buenas piernas a las etapas de los Pirineos primero, y los Alpes más tarde. Me gusta este recorrido con una condición. La primera, que de verdad las llegadas de la primera semana sean tan interesantes como las están vendiendo, es decir, que haya llegadas hacia arriba en estos días que suelen ser de poco interés para los espectadores. Si se logra que no haya una semana del Tour en el que casi no veamos nada noticiable, se habrá dado un paso adelante para que veamos uno de los mejores Tours de los últimos tiempos. En todo caso, sabemos de sobra que no es solo el recorrido el que determina que una carrera funcione o no. Es cierto que es muy importante que se acierte en el recorrido (veamos si no la Vuelta a España de este año, un gran éxito de los organizadores), pero hay veces en que el recorrido es muy interesante y no pasa gran cosa, y ocasiones en las que tampoco parece que haya un escenario muy propicio para la batalla, pero luego sí se da un gran espectáculo.
Por lo tanto, el recorrido es importante y considero que se ha acertado con la reducción de cronos y con el aumento de etapas de montaña. También con hacer algo más atractivas las etapas de la primera semana, las llanas en general, aquellas en las que haya alternativas a un esprint masivo. La actitud y las fuerzas de los corredores será también determinante para que el Tour sea muy atractivo o que se quede en poca cosa. Pero tiene buena pinta, solo falta que el mejor pueda participar. Si es así, no hay duda de que veremos en julio de 2011 un Tour excelente. Ya lo estamos deseando.

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