Parece clara la estrategia de ETA de cara a las próximas elecciones autónomicas. Están como locos porque Batasuna-ETA se presente a los comicios. De este modo tratan de hacer ver que es Batasuna y no ETA quien marca la agenda de este perverso mundo terrorista. Así, como ya pasó con el primer comunicado, antes de que los terroristas hicieran público su comunicado, su brazo político sacó a la luz otro texto en el que pedía a ETA más o menos lo que horas después anunciaban los asesinos: que se mostrara dispuesta a ir más allá de un alto al fuego sin más, que este sea verificable.
En todo caso ETA pone una serie de condiciones que son inaceptables por parte de un gobierno más que escarmentado con las mentiras de los terroristas. Deberían ir mucho más allá para poder dar algo de credibilidad a sus anuncios. Más parece una forma de estar presente a toda costa en la opinión pública que una intención real de dejar la violencia. Aunque esto no se puede asegurar, las otras veces que ETA anunció una tregua, esta acabó con lo que único que los terroristas saben hacer: matar vilmente a inocentes. De este modo la cautela debe seguir siendo máxima entre las autoridades. Lo reflejó muy bien Patxi López en una intervención en el Parlamento autónomico vasco, anterior a este último comunicado, en la que aseguró que el final de ETA estaba cerca, pero que no debemos dejarnos llevar por el deseo de que esto ocurra por fin.
La sociedad vasca se merece vivir sin la que dice querer ser su libertadora y es su opresora máxima. España entera merece dejar a un lado la cruel realidad de vivir permanentemente bajo la amenaza de los criminales. Sobre las condiciones que pone ETA para avanzar hasta hacer verificable su alto el fuego, estas son, como digo, muy difíciles de asumir por parte del gobierno. Piden que Batasuna sea legalizada, también que se suspendan las detenciones de etarras y que el gobierno abra un proceso de negociación con la banda. En definitiva esperan que los demócratas nos pongamos también en tregua en nuestra actitud en la lucha contra el terrorismo. Los expertos deberán decir si hay o no avances significativos con estos últimos comunicados etarras. De momento yo no los veo, es cierto que no podemos esperar un cambio radical de la noche a la mañana en este mundo criminal, pero poner estas condiciones, y alguna más, no parece querer avanzar y cambiar de actitud.
Luego está la perversión del lenguaje de la banda. Por ejemplo, pedir que en "Euskal Herria" haya unas condiciones auténticamente democráticas, como si o existieran ya y lo único antidemocrático no fuera, precisamente, ETA. Otra muestra de la burbuja en la que vive la banda es pedir que todos los agentes actúen en "igualdad de condiciones". Digo yo, ¿cómo va a estar a la misma altura una banda criminal, mafiosa y asesina que un gobierno legítimo de un país democrático? ¿Cómo pueden pretender unos asesinos sentarse a negociar en "igualdad de condiciones" con representantes del gobierno? ¿A qué agentes se refiere ETA? Para la banda los terroristas detenidos son "presos políticos" que, además, están siendo maltratados. Y así continúan los criminales pidiendo que se "reestablezcan los derechos políticos y civiles".
En definitiva, los asesinos piden que Batasuna pueda presentarse a las elecciones autónomicas del año próximo. Para ello habría que derogar la Ley de Partidos, o tendría que ser la propia Batasuna la que diera un paso adelante desmarcándose de ETA y condenando la violencia. ¿Qué se puede esperar de un grupo que actúa siempre al amparo de una banda criminal? Batasuna pidió a ETA voluntad real de dejar las armas, pero nadie se puede llevar a engaños y pensar que la corriente política está ganando la batalla interna a la corriente armada. De hecho, en la entrevista que hoy publica el diario Gara se aclara que esta se realizó antes de que los proetarras hicieran ayer público el comunicado en el que pedían a ETA avanzar.
El gobierno no hizo ayer, ni parece que vaya a hacer en un futuro, declaraciones oficiales sobre este comunciado de ETA. En todo caso el diario El País cita a fuentes del Ministerio del Interior en las que se dice que solo se aceptará de ETA el cese definitivo de la violencia, cuando ETA deje las armas, entonces sí habrá movimientos por parte del gobierno, se intuye de estas palabras que recoge la edición digital del periódico de PRISA. Es razonable esta actitud por parte del gobierno. Un gobierno que hace cuatro años puso todo lo que tenía en su mano para que el último alto el fuego de la banda fuera el definitivo. El gobierno se jugó mucho, pidió permiso al Congreso para abrir un proceso de negocicación con los terroristas, se rompió el consenso en esta materia con el Partido Popular y se tiró para delante. No salió bien y ETA rompió el alto el fuego con el atentado de la T4 de Barajas que costó la vida a dos personas.
Otras de las condiciones de ETA son la autodeterminación y el acercamiento de presos a cárceles del País Vasco. El discurso de la banda solo varía en su, según ellos, clara voluntad de que esta vez sea la definitiva. Pero el lenguaje es el mismo al que nos tiene acostumbrados y uno siempre se pregunta si los medios de comunicación hacen bien dando a los comunicados de ETA, o a sus entrevistas en Gara, la relevancia mediática que se le da. Por un lado es lógico, ya que es un asunto capital, pero por otro no hacemos más que poner el altavoz a las palabras de unos asesinos. Es una cuestión complicada y muy delicada, pero en todo caso, siempre hay que tener en cuenta eso, que no son más que palabras poco creíbles, hasta que no se demuestre lo contrario, de una banda criminal.
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