Hoy hemos vivido una preciosa jornada de ciclismo, un día sensacional para todos los amantes de este épico y colosal deporte que hacen grande corredores como Alberto Contador, Alberto I de España, y Andy Schleck. Los dos se han repartido hoy la gloria y los titulares, y de paso el líder del Tour ha dado una lección a los pocos desmemoriados que le pitaron en el podio estos últimos días. Regalarle la etapa a Andy ha sido su forma de zanjar en la carretera lo que ya había zanjado fuera de ella con su amigo, un corredor de una clase, una garra, y una valentía de esas que marcan épocas, de las que de verdad atraen al espectador.
A diez de meta Schleck ha lanzado un descomunal ataque, quedándose solos, a tantos kilómetros de la mítica cima del Tourmalet, los dos grandes de esta carrera y hoy por hoy los dos mejores escaladores en activo del pelotón internacional. Antes de este demarraje, el equipo Saxo Bank, mostrando una gran fortaleza de la que aparentemente había carecido en días anteriores, se ha dedicado a poner un ritmo frénetico en la cabeza de un pelotón cada vez menos numerosos debido al gran trabajo de esta formación.
Hasta ese momento había sido el Astana, junto al Rabobank y al Omega Farma Lotto, quienes se habían dedicado a marcar el ritmo del grupo del líder y de los grandes de este Tour de Francia que viene a certificar de forma definitiva que el gran duelo en carreteras francesas el mes de julio será el que mantengan dos grandes campeones, dos extraordinarios ciclistas, y dos amigos. Andy y Aberto, la doble A será la que marque la carrera más importante del mundo en los próximos años.
Los dos son grandes corredores y los dos han demostrado que su grandeza va más allá de lo puramente deportivo. Primero Contador pidiendo disculpas por el incidente de la dichosa cadena de Schleck,y después este rogando al público que ni silbara al corredor que, desde Lance Armstrong, más grandeza ha dado a esta carrera. La envidia no es buena consejera, desde luego. La grandeza sí, y los dos grandes protagonistas de este Tour andan sobrados de ella. Fuera y dentro de la carrera. Hoy Contador podía haber ganado en el Tourmalet en la segunda ocasión de la historia de la ronda gala en que este coloso era el final de la etapa. Ha preferido no disputar la victoria parcial para que se la llevara Andy. El abrazo de los dos tras entrar en meta es una de esas imágenes que hablan por sí solas, que valen más que mil palabras.
Sobre Andy, está claro que este año ha dado una subida muy importante en cuanto a su rendimiento se refiere. Se decía de él que siempre tenía un día malo, pero este año no ha sido así. Ha estado colosal todos los días. Es un corredor al que es fácil coger cariño porque siempre que puede, casi siempre, lo intenta y ataca. Un corredor aguerrido y de una calidad excepcional. Para Contador debe ser todo un honor estar a punto de ganar un Tour a Andy, porque la grandeza de tus victorias también depende de la grandeza de tus rivales.
En meta Contador ha recibido felicitaciones de personas de importancia y alcurnía. Otro gran campeón, tanto a nivel personal como deportivo, don Miguel Indurain, le ha abrazado en la línea de llegada. Antes de esto el presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, ha hecho lo propio. Han sido solo dos de las grandes personalidades que no se han querido perder esta gloriosa jornada de ciclismo en la cima del Tourmalet.
Hoy se esperaba la gran batalla de este Tour de Francia, y en parte ha llegado, pero como preámbulo hemos tenido una fuga con dos representantes españoles, Rubén Pérez y José Antonio Flecha, y otro que ha estado en posición de puente, entre los fugados y el pelotón, muchos kilómetros: Carlos Sastre. Como dijimos el otro día, un corredor imprescindible. Su tesón y su lucha es un ejemplo de quien logró en 2008 ganar el Tour de Francia y que este año hasta en dos etapas ha tratado de ponerlo patas arriba. Grande Sastre. Es un lujo poder disfrutar de un corredor como él.
Esta fuga no tuvo mucho futuro debido a que desde atrás se venía dando candela, danto estopa. En todo caso los valientes que intentar desafíar desde lejos a los grandes de la carrera merecen siempre la admiración de los espectadores y del mundo del ciclismo. Además las etapas sin ellos serían aburridas. Ellos le ponen la sal a los kilómetros intermedios de las largas jornadas.
Volviendo a Contador, en este blog hemos podido vibrar con él en dos ocasiones, en su Giro de Italia y en su vuelta ciclista a España. Gracias a él muchos espectadores descubrieron la belleza de la carrera italiana. Contador I de España es uno de los grandes de la historia de este deporte, uno de los grandes de la historia del deporte español. Llea ya dos Tours de Francia, una Vuelta Ciclista a España y un Giro de Italia. Y le quedan años para dar lo mejos de sí. Es un gran campeón y esta a la altura de los más grandes. Su forma de bailar sobre la bicicleta, su disparo cuando logra un gran triunfo y sus grandes hazañas serán siempre recordadas por todos los que las vivimos. Un día podremos decir a nuestros nietos que vimos correr Alberto Contador. Un Alberto Contador que está a un solo paso de adjudicarse su tercer Tour. Como no voy a poder escribir en el blog estos próximos días (casi ya hasta septiembre) escribo hoy mi deseo ferviente de que así sea.
No sería justo no destacar en esta crónica el extraordinario Tour de Francia que están haciendo losiclistas españoles. Joaquim Rodríguez ganó una etapa, la única española este año, pero hemos estado cerca en muchas ocasiones. También el gran descubrimiento de Rafael Valls, excelente escalador. Y cómo no, todos los grandes corrredores españoles que han estado cerca de la victoria de etapa. Y también Samuel Sánchez que está tercero y tiene una gran ocasión, aunque será díficil, de subir al podio de París. A todos ellos, muchas gracias. Gracias por hacer que el amor hacia este deporte siga creciendo, gracias por hacer grande el ciclismo.
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