Los jueces están dispuestos a llevar sus protestas a una huega. De este modo, además de las protestas realizadas el pasad año, los magistrados volverán a protestar este año, y no descartan llegar a una huelga para presionar al gobierno. El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo considera que la sanción al juez Tirado por sus irregularidades en la aplicación de la sentencia del presunto asesino de la niña Mari Luz, puede estar detrás de esta protesta de los jueces.
Por lo pronto tanto PP como PSOE dudan de la constitucionalidad de esta posible huelga de los jueces. El ministro ha declarado en la Cadena Ser que "la actitud del Gobierno criticando la levedad de la sanción ha sido enormemente mal recibida por el colectivo judicial, ha sido considerada como una invasión, pero el Gobierno tiene derecho a criticar porque la crítica forma parte del sistema democrático", reiterando en esa idea de que la posible huelga judicial se debería a la actitud del gobierno en el Caso Tirado.
La primera protesta que está convocada por los jueces es para el 18 de febrero, y si no se atienden sus peticiones, podríamos vivir un hecho sin precedentes en nuestro país: la huelga de los jueces que podría parar aún más y retrasar aún más algunas causas pendientes. Lo que piden los jueces es que se regule la carga máxima de trabajo, la supresión del traslado forzoso por ascenso, unas revisiones salariales y poder tener la facultad de señalar juicios y vistas, algo que según el ministro Bermejo ya se está debatiendo en el Congreso de los Diputados, por lo que cree que esta reivindicación es sorprendente.
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