El colaborador del programa Revista de Actualidad resume en este artículo el año 2008 que dentro de poco vamos a dejar atrás:
Se acaba un año más, un año plagado de noticias impactantes y probablemente decisivo en algunos aspectos. Es el momento de mirar hacia atrás, de mirar hacía ese 1 de enero del 2008 en el que todos hacíamos nuestros planes, probablemente por aquel entonces los grandes retos a solucionar serían el hambre, el cambio climático y el terrorismo. Todas las naciones iban a doblegar esfuerzos por tratar de solucionar estos aspectos, sin embargo algo ha sido capaz de eclipsar todo lo anterior. Eso es la famosa crisis económica que empezó como chascarrillo de taberna y ha acabado con un modelo considerado solvente como era el del capitalismo moderno.
Ya nada vale, no hay norma que no se pueda saltar, ni intervensionismo prohibido. Al grito de Sálvese quién pueda cada uno ha hecho lo que en buena gana le ha apetecido; y en realidad los hay para todos los gustos, desde los que han sacado la chequera hasta los corruptos de siempre. Todo pasa por el dinero, esos papeles que tanto valoramos todos y que cada día vemos con menos frecuencia. El capitalismo se ha quitado la careta pues no había otra solución, hemos sido capaces de vislumbrar solo en parte lo que se cocía en Wall Stret y demás capitales económicas. Cuatro hay que dirigen el Mundo, decían nuestros abuelos y así es, cuatro eran los que dirigían el mundo y muchos los que con nuestro trabajo hemos maquillado el suyo que tan fatídicamente lo han hecho.
Los bancos, cajas, empresas y demás máquinas de coger dinero han fracasado, nos daban dinero cuando no lo necesitábamos, nos lo niegan cuando lo suplicamos y nos lo piden cuando lo necesitan. Esto es una horrible realidad que a mi juicio debe cambiar de manera irreversible, el modelo actual es invalido para mirar al futuro con un mínimo de esperanza.
No solo esto ha pasado en el año, pero seamos conscientes que hace años se pidieron 22 mil millones de euros para resolver el hambre en el mundo y solo en un para de meses se han inyectado 700 mil millones de dólares en el mercado americano por causa de la temible crisis. Sonrojo es lo mínimo que deberíamos sentir todos.
Por lo demás Obama ha conseguido romper barreras férreas, ojala sea fiel a sus principios y leal a sus promesas y consiga llevar a la práctica cuanta esperanza e ilusión ha devuelto a este mundo huérfano de líderes como él. Debería empezar por el conflicto israelí y sus perdonadas acciones bélicas, es el momento de dejar de mirar hacía otro lado. Podría continuar por África y el hambre que la asola, o por Afganistán e Irak envueltos en guerras sin fin. Trabajo tiene también en la India y su convulsa situación, en Pakistán, en China y su inadmisible política dictatorial, o bien en Cuba y el aire de cambio que aún no se respira, también debe pasearse por Rusia y su constante amenaza a la legalidad internacional.
En España el año ha transcurrido entre históricos triunfos deportivos, crisis económica y elecciones generales. Lo mejor el poder asegurar que este ha sido el año más glorioso del deporte patrio y lo peor la amenaza etarra que, por suerte se ve golpeada a diario por la eficaz actuación del estado de derecho. Se tardo meses en reconocer la crisis, pero al final se consiguió. Zapatero ganó las elecciones maquillando la realidad y Rajoy se aferró al cargo por mucho que le moviesen la silla. El nacionalismo se empeña en oscuros objetivos y la monarquía navega tranquila entre mares sosegados.
Año histórico por lo de Obama, pero año también trágico por la crisis y el descubrimiento de que el dinero está por encima de las personas, de que la guerra es un negocio, de que la mentira se apodera de la clase política, pero también de que el hombre es capaz una vez cada cuatro años de romper barreras, conseguir plusmarcas y demostrar el avance de nuestra especie.
No solo esto ha pasado en el año, pero seamos conscientes que hace años se pidieron 22 mil millones de euros para resolver el hambre en el mundo y solo en un para de meses se han inyectado 700 mil millones de dólares en el mercado americano por causa de la temible crisis. Sonrojo es lo mínimo que deberíamos sentir todos.
Por lo demás Obama ha conseguido romper barreras férreas, ojala sea fiel a sus principios y leal a sus promesas y consiga llevar a la práctica cuanta esperanza e ilusión ha devuelto a este mundo huérfano de líderes como él. Debería empezar por el conflicto israelí y sus perdonadas acciones bélicas, es el momento de dejar de mirar hacía otro lado. Podría continuar por África y el hambre que la asola, o por Afganistán e Irak envueltos en guerras sin fin. Trabajo tiene también en la India y su convulsa situación, en Pakistán, en China y su inadmisible política dictatorial, o bien en Cuba y el aire de cambio que aún no se respira, también debe pasearse por Rusia y su constante amenaza a la legalidad internacional.
En España el año ha transcurrido entre históricos triunfos deportivos, crisis económica y elecciones generales. Lo mejor el poder asegurar que este ha sido el año más glorioso del deporte patrio y lo peor la amenaza etarra que, por suerte se ve golpeada a diario por la eficaz actuación del estado de derecho. Se tardo meses en reconocer la crisis, pero al final se consiguió. Zapatero ganó las elecciones maquillando la realidad y Rajoy se aferró al cargo por mucho que le moviesen la silla. El nacionalismo se empeña en oscuros objetivos y la monarquía navega tranquila entre mares sosegados.
Año histórico por lo de Obama, pero año también trágico por la crisis y el descubrimiento de que el dinero está por encima de las personas, de que la guerra es un negocio, de que la mentira se apodera de la clase política, pero también de que el hombre es capaz una vez cada cuatro años de romper barreras, conseguir plusmarcas y demostrar el avance de nuestra especie.
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