CRISIS MUNDIAL:
El mundo vive unos momentos de gran convulsión, unos momentos duros y realmente impredecibles. Nosotros elegimos un modelo financiero basado en el capitalismo, incluso en el liberalismo, un modelo que se cae de manera inevitable y sin que nadie pueda remediarlo. Todos miramos hacia los que hacía unos meses cortaban el bacalao del dinero, los que nos decían si teníamos futuro o no, los que nos contrataban, incluso a los especuladores, en búsqueda de respuestas, unas respuestas que ahora dicen no tener. Es normal que millones de personas se encuentren en medio de una debacle tremenda y que se nos viene encima como una maldición divina sin que exista Mesías alguno al que pedir ayuda.
El mundo vive unos momentos de gran convulsión, unos momentos duros y realmente impredecibles. Nosotros elegimos un modelo financiero basado en el capitalismo, incluso en el liberalismo, un modelo que se cae de manera inevitable y sin que nadie pueda remediarlo. Todos miramos hacia los que hacía unos meses cortaban el bacalao del dinero, los que nos decían si teníamos futuro o no, los que nos contrataban, incluso a los especuladores, en búsqueda de respuestas, unas respuestas que ahora dicen no tener. Es normal que millones de personas se encuentren en medio de una debacle tremenda y que se nos viene encima como una maldición divina sin que exista Mesías alguno al que pedir ayuda.
Eso sí el paro crece, el IPC sigue elevado, las bolsas suben y bajan, el Euríbor se mantiene pero somos, parece ser nosotros, los responsables de todo, pues somos nosotros los que tenemos que dar soluciones. Y ya las estamos dando, pues aportamos cada español miles de euros para salvar a bancos y empresas de capital privado, todo vale y en un grito de sálvese quién pueda cada uno hace lo que le viene a bien hacer.
Los gobiernos que defendían las leyes del mercado se las saltan sin miramientos, los bancos piden dinero, nacionalizaciones y ayuda, pero mi gran pregunta y, creo que la de casi todo el mundo es: ¿dónde estaban los bancos cuando éramos nosotros los que necesitábamos de su ayuda?¿por qué tienen esa gran libertad de abrir y cerrar el grifo hipotecario cuando les viene a bien? Son preguntas sin respuestas, está claro, su objetivo es enriquecerse a través de los ciudadanos y cuando viene vacas flacas seguir enriqueciéndose a nuestra costa con la amenaza de que todo va a ir aún peor si no se les presta esa ayuda.
Hasta ahora las medidas adoptadas por gobiernos de todo el mundo son las necesarias, las lógicas y sobre todo las únicas que se pueden tomar, pero mañana debe ser un nuevo día, un día diferente con un nuevo modelo en el que no se premie al que especula y sí a los ciudadanos de a pie, esos que hoy pagamos de nuevo los platos rotos de los que están por encima nuestra, esos que solo nos dejan ver el sol cuando quieren y que con su desastrosa gestión nos han llevado a esta situación calamitosa.
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