Italia al poder, Ricco al mando y , Contador, caída incluida, aguanta

Riccó ganó su segunda etapa en un gran esprint final. Di LUca atacó y perdió algo de fuerza en los ultimos metros. De hecho entre los dos se colocaron Bettini, Rebellin y Pellizoti entre otros italianos, porque en Italia eso de no ser profeta en su tierra se desmiente cada Giro. Eso sí. Alberto Contador sigue ahí. Y sigue ahí a pesar de haberse visto afectado por la caída del día. Se levantó y al parecer no le afectó en exceso. La suerte del campeón. Ningún favorito perdió hoymucho tiempo pues la etapa fue al esprint entre algunos miembros de la élite del Giro. Mañana jornada muy larga (más de 200 km de nuevo), antes del descanso del lunes. El martes, una crono de gran valor.
Alessandro Spezialetti (LPR Brakes), Mathieu Perget (Caisse d'Epargne), Adam Hansen (High Road), Fortunato Baliani (CSF Group Navigare) y Daniele Nardello (Serramenti PVC) formaron esta vez la etapa del día. Esta vez sin premio gordo.
El mayor espectáculo de ascensiones en esta vuelta a Italia parece quedar reservada para el final de la misma. A priori será entonces cuando se marquen las más determinantes diferencias. El pronóstico se cumple casi en su totalidad.
Pero siempre se pueden sacar algunas otras conclusiones. Es verdad que son conclusiones más morales que numéricas. Y también que estas conclusiones las sacan más los expertos e iniciados en el apasionante deporte del ciclismo, que el público masivo. El caso es que si alguna conclusión se puede sacar de la etapa de hoy junto a la de la de ayer, es que Ricardo Ricco, la cobra encabeza la lista de favoritos morales o anímicos de este Giro. La confianza del capo del Saunier Duval es colosal. Dos etapas y casi todo el pescado por vender. Su descomunal estado de forma es ya algo manifiesto.
Con toda la cautela del mundo, pues es muy poco lo que llevamos y mucho lo que queda, Riccó y Di Luca están un punto (o dos) por encima del resto de aspirantes a la victoria final en Milán. Pero no solo ellos dos. Lo de Piepoli, el vetarano corredor del equipo cántabro del Saunier Duval y compañero de Riccó, es impresionante. Lo lleva siendo muchos años en el Giro. En sus tiempos fue de los mejores escaladores de entonces. Pero es que ¡divina madurez! si a todo el mundo le aporta la estabilidad, la clase y la fuerza que le da a Piepoli. Su compañerismo es el mejor ejemplo de que este lindo deporte es un deporte de equipo. Y los líderes se llevan casi siempre los flashes, pero lo de Leonardo Piepoli es magistral. Él se ha llevado y se lleva flashes en muchas carreras a lo largo de todo el año. Da clases de ciclismo etapa a etapa. Cuando es líder del equipo, y cuando es gregario de lujo. Y encima sin pedir nada a camio. Cuando alguien poco iniciado en la materia vea la clasificación de la etapa, no estará de acuerdo. Piepoli no aparece entre los diez primeros.
Pero su labor de lanzador y de Riccó en la parte final de la etapa, y su oficio de gregario durante todo lo que llevamos de Giro es la lealtad personificada a tu jefe de filas. Ni una fisura en su apoyo. Nada, él es el líder del equipo y a él debo apoyar aunque, y Piepoli lo sabe bien, el clásico escalador se podría haber llevado algunas etapas en las que lanzó a su líder. Y la buiuenas piernas las lleva en esta ocasión también el líder (Riccó ha comenzado el Giro muy enchufado, tal vez demasiado). Pero no debe ser fácil quedar siempre en un segundo plano cuando tu calidad es tan innegable. Es todo un profesional de la bicicleta. Y no hay muchos porfesionales de verdad, con todo lo que implica este término, en este campo y en ninguno. Encontrar a un gran profesional como él es complicado.
Tras las loas a Piepoli, al que también recordamos siendo un formidable compañero de equipo del mejor escalador español de todos los tiempos (al menos hasta que en julio pasado un madrileño terminó dejando clara su clase en las carreteras francesas). Hablo, por supuesto, del Chava Jiménez al que todos tenemos siempre en el corazón. Como al pirata Pantani. Los escaladores de siempre. Siempre en el recuerdo. Pero de nostalgia no vive nadie, y malo del que solo vive de ella. El cislismo no lo necesita.
En la clasificación general, la cosa no ha variado mucho pues las diferencias han sido nulas en meta. Visconti sigue líder. A 34 segundos queda Russ. Aguantan bien los dos. Pero Di Luca (cuarto) y Ricco (quinto) se acercan a ellos. Tercero está el sorprendente Bossisio. Más en los puestos (al ladito ya), que en la diferencia de tiempo (7:27, y 7:33). Pero en este Giro una diferencia así no es tan grande como en otra carrera. Queda mucho por delante. Y como ayer decía Contador, la dureza está por llegar. Di Luca fue quien atacó de forma más decidida en los últimos 250 metros, pero Riccó se llevo su segunda etapa en el instante final. Di Luca perdió fuerzas y acabó por detrás de varios ciclistas italianos. Al palo dio, una vez más, el grillo, Paolo Bettini. Campeón del mundo, campeón olímpico, histórico corredor, siempre busca su etapita, y casi siempre la encuentra. Rebellin (no le olvidemos ni mucho menos). Pellizotti y Petropolli quedaron por delante de Di Luca. Italia al poder, de momento, en el Giro 2008.
Alberto Roa