La vida es sueño, porque la realidad es demasiado injusta

Ayer el Valencia se proclamó, justamente, campeón de la Copa del Rey. Hizo una final buena (25 minutos le bastaron), y desde aquí nuestra más sincera enhorabuena. Además su extraordinaria afición, sus grandes jugadores, y esa magnífica ciudad, merecían una alegría en año tan triste. Pero la realidad es demasiado injusta, muy pocos se acordaron ayer de uno de los mejores porteros de la historia del club ché, y tampoco de su gran capitán. Tampoco parece muy justo cómo se portaron los dirigentes del equipo valencianista con un entrenador que mantenía al equipo en puestos de Champions cuando fue sustituido (ahora se lucha po no descender). Y no es justo que se cuestione, también ayer y recién ganado el título, al entrenador campeón de Copa.
La vida es sueño, el sueño de un equipo modesto y joven, el de toda una ciudad que ya no estará nunca más a la sombra de la hermana mayor. El sueño de toda la marea azul, y el de la naranja. El de Morientes que nunca antes ganó este título, el de Villa, Mata y Silva entre otros, que irán a la Eurocopa con un título bajo el brazo. El sueño de que las cosas se pueden cambiar, de que hoy ya no rige la ley de que se lo lleve todo elque todo tiene, y no se lleve nada, el que tan poco tiene.
Injusta porque el jueves pasado ganó la viva imagen del poderoso ricachón que cree que el dinero y la individualidad lo es todo, también porque este fin de semana un equipo de los que ayer disputó la final jugó el sábado, y otro el domingo.
Sobre todo es sueño, el sueño (hecho realidad) de que esta frase célebre: "a veces hay que cambiarlo todo para que todo siga igual", es falso. No queremos que todo siga igual, como dice la canción, el rico con sus riquezas y el pobre con su pobreza. No, el modesto es el más rico de espíritu, de juego, de brillantez y de talento. De hecho cuando mejor juega el Valencia es cuando más saca ese equipo grande pero humilde que fue en el pasado y le llevó a la gloria, como ayer. Así es la vida, si te lo propones lo lograrás, no de forma inmeditata, porque nadie dijo que fuera fácil. Pero al final, lo lagrarás Getafe.

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