Rey postizo para muchos españoles de entonces, reflejo de nuevas e ilusionantes ideas para otros, los que se han venido a llamar afrancesados. Giuseppe Napoleone Buonaparte nació el 7 de enero de 1768 y falleció el 28 de julio de 1844. Hermano del emperador francés, Napoleón Bonaparte, gobernó desde 1806 hasta 1808 el reino de Nápoles por encargo de su hermano pequeño. El 8 de julio de 1808 comenzó oficialmente su reinado en E`spaña, ese día juró el Estatuto de Bayona. Es una constitución, carta otorgada para algunos historiadores, que se creó en la homónima ciudad francesa para España. LLegó a Madrid en plena Guerra de la Independencia, y los saqueos y asesinatos de sus compatriotas no le dejaron muy allanado precisamente el camino.
La derrota en la Batalla de los Arapiles (22 de julio de 1812) le obligó a marcharse de nuestro país. A su paso por Vitoria fue atacado por las tropas del general Wellington que le derrotaron, pero esa es otra historia. El caso es que salió definitivamente de España hacia Francia el 13 de junio de 1813. Pepe Botella se le conocía durante su reinado. Dicen que le gustaba mucho la bebida, dicen pero no era cierto. Para el pueblo de Madrid fue también El rey plazuelas, ya que abrió muchas plazas en nuestra ciudad, derribando en ocasiones iglesias y conventos. Una de esas plazas es la de Oriente. En diciembre de 1809 publicó la fundación de un museo: el Museo Josefino donde está el Museo del Prado. Pero no le llevó a cabo y fue Fernando VII a su regreso quien fundó la pinacoteca (Museo Real de Pintura y Escultura )el 19 de noviembre de 1819. Carlos II ya había proyectado algo similar.
Nuestro portagonista de hoy se fue en 1815 a Estados Unidos. Ese año cayó derrotado definitivamente Napoleón y ya no podía ir de hermanísimo por medio mundo. En una biografía se llamó le premiére et le derniér, el primero y el últimom ningún Bonaparte más fue Rey de España. En 1810, desanimado y sin apoyos entre el pueblo llano que cada vez le odia más, quisó abdicar del trono y marcharse de España, pero su hermano le nombró jefe de todos los ejércitos españoles. De EEUU pasó a Florencia en 1841, donde murió tres años antes. Rey de España durante unos años sí, pero jamás dentro de la misma lista. El único malo malísimo de nuestra Historia. Así ha llegado a nuestros días la figura de este rey cuyas ideas tal vez no fueran en absoluto negativas, pero cuyo método de imponerlas no podía ser tolerado por los españoles. Y no lo fue.
La derrota en la Batalla de los Arapiles (22 de julio de 1812) le obligó a marcharse de nuestro país. A su paso por Vitoria fue atacado por las tropas del general Wellington que le derrotaron, pero esa es otra historia. El caso es que salió definitivamente de España hacia Francia el 13 de junio de 1813. Pepe Botella se le conocía durante su reinado. Dicen que le gustaba mucho la bebida, dicen pero no era cierto. Para el pueblo de Madrid fue también El rey plazuelas, ya que abrió muchas plazas en nuestra ciudad, derribando en ocasiones iglesias y conventos. Una de esas plazas es la de Oriente. En diciembre de 1809 publicó la fundación de un museo: el Museo Josefino donde está el Museo del Prado. Pero no le llevó a cabo y fue Fernando VII a su regreso quien fundó la pinacoteca (Museo Real de Pintura y Escultura )el 19 de noviembre de 1819. Carlos II ya había proyectado algo similar.
Nuestro portagonista de hoy se fue en 1815 a Estados Unidos. Ese año cayó derrotado definitivamente Napoleón y ya no podía ir de hermanísimo por medio mundo. En una biografía se llamó le premiére et le derniér, el primero y el últimom ningún Bonaparte más fue Rey de España. En 1810, desanimado y sin apoyos entre el pueblo llano que cada vez le odia más, quisó abdicar del trono y marcharse de España, pero su hermano le nombró jefe de todos los ejércitos españoles. De EEUU pasó a Florencia en 1841, donde murió tres años antes. Rey de España durante unos años sí, pero jamás dentro de la misma lista. El único malo malísimo de nuestra Historia. Así ha llegado a nuestros días la figura de este rey cuyas ideas tal vez no fueran en absoluto negativas, pero cuyo método de imponerlas no podía ser tolerado por los españoles. Y no lo fue.
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