Comenzaba el artículo del año pasado sobre las mejores series que había visto en 2023 dejando claro que no era un artículo sobre las mejores series del año porque no había visto todas las series emitidas en ese periodo de tiempo ni todas las series que iba a mencionar eran de 2023. De hecho, advertía de que seguro que entre las series que más me gusten en 2024 habrá unas cuantas que no sean de este año. Dicho y hecho. Vi a principios de este año La mesías, que fue la serie más aclamada en 2023, y aunque ya hace mucho tiempo que se estrenó en Movistar y todo el mundo ha hablado largo y tendido de ella, tengo que empezar con esta creación de los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi) el repaso a las series que más me han gustado en 2024. Es una producción excelente, en la que todo está en su sitio, que no es fácil de ver, porque la trama es dura, pero que uno no puede dejar de mirar ante semejante recital visual, interpretativo y narrativo.
Todo en esta serie está bien, impecablemente bien. Los Javis juegan siempre a lo grande y aquí alcanzan cotas de excelencia memorables. La mezcla de géneros, la forma de abordar una historia terrible de fanatismo en la familia, las formidables interpretaciones de todo el elenco, las escenas musicales, la estética alrededor de esta trama que recorre varias décadas. Impresiona su verdad, el cuidado en cada detalle, todo al servicio de la historia.
También es excelente Querer, de Alauda Ruiz de Azúa, otra serie a la que me resultaría imposible ponerle pega alguna. En cuatro capítulos, narra la historia de una mujer que denuncia a su marido por violación reiterada tras treinta años de matrimonio. Las extraordinarias interpretaciones, el excelso guión, la forma de retratar el proceso judicial y el modo en el que cada plano, cada diálogo, cada mirada y cada gesto cuentan algo y lo cuentan además a la perfección, sin maniqueísmo ni brocha gorda. Es muy difícil encontrar una serie mejor que esta.
No son de 2024, pero sí las he visto y me he enamorado de ellas este año Normal People, la historia de una pareja a la que dan vida lo largo de los años con una asombrosa química Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones, y Big Boys, que consigue de un modo admirable colocar una broma o un mensaje irónico en el momento justo tras instantes emotivos. Una mezcla de ternura e irreverencia, de temas serios y frivolidades, que no es nada sencilla y que alcanza la excelencia en esta serie británica cuyas dos únicas temporadas hasta la fecha pueden verse en Filmin.
El régimen me pareció una maravillosa rareza. Cate Blanchett da vida a una gobernante autoritaria de una antigua república soviética que abraza teorías de la conspiración y pseudociencias mientras agita discursos delirantes e intenta retener el poder a toda costa. Es comedia y pura invención, claro, pero retrata muy bien como debe de ser la relación entre asesores supuestamente inteligentes y sabios con líderes autoritarios e irracionales de cuyas manías dependen sus sueldos y el futuro del país. Una ficción que se antoja bastante realista.
2024 también ha sido el año del final de tres series que he disfrutado mucho estos últimos años: Rapa, cuyo desenlace ha estado a la altura de la madurez y la excelencia de esta producción admirable; Billions, cuyas historias de poder, dinero y ambición han funcionado como un reloj a lo largo de todas sus temporadas, y que se despidió en plena forma, y The Good Doctor, que tuvo sus altibajos, pero que se marchó recuperando lo mejor de esta serie sensible y emotiva de cuyos personajes el espectador se encariña con facilidad.
También me ha gustado este año la muy bonaerense y encantadora Nada, el retrato hilarante de la política y la corrupción más chusca de Venga Juan, la mirada irónica del mundo del arte contemporáneo y sus rarezas de Bellas Artes, la aproximación desde la ficción de la fuerte presencia de las bandas criminales en la Costa del Sol que hace Marbella y, por supuesto, el lugar feliz que sigue siendo en su tercera temporada la entrañable Heartstopper, que en esta tanda de episodios adopta un tono más maduro, pero que sigue manteniendo su esencia y su afán por mostrar a un grupo de jóvenes diversos, felices y con una inteligencia emocional admirable.
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