Código Gaudí

 

Hace un par de semanas, el sábado 18 de septiembre, la Filarmónica de Viena ofreció un concierto en la Sagrada Familia de Barcelona. Justo ese día estuve en la ciudad y, aunque no tuve éxito con el sorteo que realizó el templo, sí tuve un momento curioso de fan cuando me encontré por casualidad con los músicos de la orquesta vienesa llegando a su hotel el viernes previo al concierto y, sobre todo, pude ver el recital a través de La 2. Antes de emitir el concierto, el canal público consagrado a la cultura, la ciencia y los contenidos generalmente peor tratados por los medios, emitió el documental Código Gaudí, de Danielle Proskar, que puede verse aún en la web del canal público
El documental, muy interesante, refleja la relación directa entre la vida de Gaudí, que se volvió cada vez más espiritual y religioso, y su obra. La Sagrada Familia es la obra de su vida, la que concluirá, tal vez con suerte, cuando se cumplan cien años de su nacimiento, o ése al menos era el plan antes de la pandemia, porque la financiación de las obras necesarias para cumplir con los planes del genial artista procede casi en exclusiva de las entradas de los visitantes, que han caído en picado estos últimos meses por motivos obvios. Gaudí terminó viviendo en el propio templo, vigilando sus obras de forma constante, y murió arrollado por un tranvía cuando se dirigía a la iglesia de Sant Felipe Neri, tal vez, mientras pensaba en sus planes para esta monumental iglesia, única en el mundo. 

Como se cuenta en el documental, desde su infancia en Reus, cuando fue diagnosticado de fiebres reumáticas, Gaudó se refugió en la naturaleza, muy presente en la Sagrada Familia y en toda su obra. A los 17 años acudió a estudiar a Barcelona, donde es introducido en la alta sociedad por Eusebio Güell, un hombre clave para él. Eran radicalmente opuestos, pero se compenetraron y se entendieron desde el principio, porque compartían inquietudes estéticas. El documental presenta a Gaudí como un artista dandy que se movía en los círculos de la alta sociedad, sí, pero que nunca dejó de sentirse unido a la clase obrera. Concibió su obra como un centro de reconciliación. 

En el documental se muestran las asociaciones de las medidas y proporciones de la Sagrada Familia con el templo de Salomón, el gran templo de Jerusalén. También se explica cómo el legado de Gaudí quedó destruido durante la Guerra Civil, lo que provocó desde entonces a una carrera para intentar descifrar su peculiar lenguaje arquitectónico. Pocos días después del concierto de la Filarmónica de Viena se presentaron los próximos planes de la Sagrada Familia, que pasan por el iluminado de la estrella de la Torre de María el 8 de diciembre, y por el comienzo de las obras de la gran cruz ideada por Gaudí, que será el punto más alto del templo y también de la ciudad. Un templo en construcción que sigue despertando la fascinación de millones de personas en todo el mundo. Una obra majestuosa, casi irreal, que sólo pudo idear un genio como Gaudí. 

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