Bajocero

 

Todas las películas de intriga, en las que sabes que ocurrirá algo que pondrá todo patas arriba, tienen un periodo previo en el que se masca la tragedia, en el que hay una calma previa a la tormenta. Suele durar poco, claro, porque lo esencial de la historia está en su resolución, cuando se disparan la adrenalina y la tensión. En el caso de Bajocero, la película de Lluís Quílez para Netflix, disfrutó especialmente de ese tramo inicial del filme. No es que el desenlace no me convenza, que lo hace, ni que no me guste la acción de sus momentos más trepidantes, pero el guión y las interpretaciones de su elenco hacen muy atractivo ese comienzo de la película, la parte previa al gran momento en el que todo cambia. 

Javier Gutiérrez, tan solvente como acostumbra, da vida a un policía al que se le encarga trasladar de noche, junto a otro compañero, a un grupo de presos. Es un grupo de lo más heterogéneo, con un ganster de la mafia, un político corrupto, un joven encarcelado por trapichear con la droga... Las conversaciones entre los presos y las de ellos con los policías son realmente curiosas, muy divertidas en ocasiones. Se genera ese clima de expectación, a la espera de que ocurra lo que tenga que ocurrir y desencadene la acción. Y, por un lado, estoy deseando que pase, pero por el otro no tengo ninguna prisa, porque disfruto mucho de esas charlas, tan incorrectas, tan llenas de autenticidad. 

El caso, claro, es que ese giro de guión, ese suceso que lo cambia todo, llega. Y la película cumple con nota con lo que se espera de una cinta de género. La información se va conociendo a cuentagotas y, una vez se conoce algo más de la trama, la intriga y la emoción de la acción se imponen. Es una película que consigue ofrecer 106 minutos de tensión, que da al espectador exactamente lo que se espera de ella, y que plantea finalmente un cierto dilema ético, sobre las venganzas y los límites de la Justicia, sobre lo que es capaz de hacer el dolor en una persona normal y corriente. 

Uno de los puntos fuertes de la película es su elenco. Es de esas películas en las que se juntan actores del primer nivel que se ponen al servicio de la historia, sin que nadie quiera llevarse los focos, sumando los talentos individuales para que el conjunto sea más que la suma de las partes. Además del ya mencionado Javier Gutiérrez, sobresalen aquí Karra Elejalde (impresionante), Luis Callejo (otro que es garantía de grandes interpretaciones, sin aspavientos ni trucos baratos) y Patrick Criado (cuyo crecimiento como actor es incesante). Una buena película, en fin, ideal para quien le gusten los thrillers. 

Comentarios