La tercera escena de la Ópera de París

Hace cinco años, la Ópera Nacional de París lanzó el proyecto 3e Scène (Tercera escena), que convertía Internet en el tercer espacio de la institución, además del Palacio Garnier, creado en 1875, y la Ópera de la Bastilla, nacido en 1989, como conmemoración del bicentenario de la toma de la Bastilla. La tercera escena reúne un conjunto de cortometrajes encargados a directores de cine, escritores, coreógrafos, fotógrafos y distintos artistas, en los que se dialoga con el mundo de la ópera, con el objetivo de atraer a nuevos públicos. Desconocía esta iniciativa, cuyas creaciones se pueden ver en la web de la Ópera de París y en su canal de YouTube, y me la ha descubierto el Instituto Francés de Madrid, que envía a los alumnos estos días raros una serie de recomendaciones para seguir disfrutando de la cultura francesa en casa. 


Esta tercera escena de la Ópera de París es un espacio altamente recomendable. Aún estoy indagando y descubriendo sus creaciones, porque hay muchísimas y de muy diversos estilos, pero lo que he visto hasta ahora me ha fascinado. Por ejemplo, la conexión entre la música callejera y la ópera, que exploran Grand Hôtel Barbès, de Ramzi Ben Sliman, en la que la música de Mozart se fusiona con el breakdance, y Le feu au coeur, de Danielle Arbid, en el que vemos a unos jóvenes "locos de la danza" compartiendo su arte en la calle. En ambos cortometrajes se rompes fronteras y se muestra que la belleza no está sólo encerrada en nobles y vistosos templos de la ópera, también se puede encontrar en la calle. 

Dentro del Palacio de la Ópera de París, pero en sus márgenes, transcurren otras creaciones de la 3e Scène, como De longs discours dans vos cheveux, de Alexandre Steiger, en el que dos figurantes de la ópera Tristán e Isolda recorren el Palacio Garnier mientras hablan del amor. Puro lirismo. En Vers le silence, de Jean Stéphane Bron, asistimos a un ensayo de la Orquesta de la Ópera Nacional de París, en el que se repite de forma magnética y portentosa la Novena Sinfonía de Gustav Mahler. Escuchamos al director decirle a los músicos que "el silencio es mucho más fuerte que las notas" en esta composición. Maravillosa. 

De lo que he visto hasta ahora, también me han gustado mucho Degas et moi, de Arnaud des Palières, que gira en torno a Edgar Degas, entremezclando con enorme belleza la pintura y la danza, pero sin dejar de mostrar al hombre detrás del artista, y Fugue, de Thierry Thieû Niang, en el que dos jóvenes demabulan por el Palacio Garnier. 

Seguiré explorando el proyecto de la tercera escena de la Ópera de París, tan inspirador, tan lleno de propuestas atractivas, pero, fuera de él, hay otros muchos contenidos atractivos en su canal de Youtube, como varios vídeos en los que explican la estricta formación de los bailarines que forman parte de su escuela de danza. Una mina, en fin, para cobijarnos en la belleza desde casa, hasta que podamos volver a salir a la calle y regresar a los teatros, para lo que ya queda un día menos. 

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