Casi normales

Después de abordar el suicidio de una adolescente, tema tabú por excelencia, en Por trece razones, Brian Yorkey creó un musical con las enfermedades mentales de fondo. Definitivamente, a Yorkey no le van los caminos trillados ni los temas convencionales. Afortunadamente, porque se agradecen obras valientes como las que él crea. Desde la convicción de que se puede hablar de todo con sensibilidad y ternura, sin rehuir aquello que generalmente se mira de reojo, por lo que se pasa de puntillas, Yorkey muestra en Casi normales una familia desgarrada por la melancolía (depresión, trastorno bipolar, ansiedad...) de la madre, a quien da vida una enorme Nina. Su marido, Dan (Nando González), intenta ayudarla a despejar las negras nubes que la persiguen, empeñado en ser normales, en que todo esté bien, en ocular aquello que causa la tristeza devastadora que sufre ella, como si sus cicatrices no fueran parte de su ser. 


Con una escenografía sencilla, unos andamios que simulan ser la casa en la que vive esta peculiar familia, y con los músicos en la planta alta, sonando casi durante las dos horas y cuarta que, sin el descanso, dura este portentoso, sorprendente y emotivo musical. No es un musical normal, y perdón por el juego de palabras. No es habitual que se haga un musical con fármacos antidepresivos, ingresos hospitalarios y enfermedades mentales como contexto. Tampoco lo es que se cante al amor enumerando todo aquello que funciona terriblemente mal en el mundo, como el cambio climático. Ni que las letras de las canciones estén tan bien integradas con la historia, que es una montaña rusa emocional, llena de ternura y sensibilidad. 

Las canciones, pegadizas y emocionantes, hacen mucho por el ritmo trepidante de una obra que se reserva la vía de escape del humor, hasta en los momentos más dramáticos. Sin duda, son también imprescindibles para elevar hasta los niveles de excelencia que alcanza esta obra las inmensas interpretaciones de todo el elenco. Magnífica Jana Gómez, quien da vida a Natalie, la hija que sufre por las ausencias de su madre, por la dejadez de su padre, por la melancolía y falta de cariño que respira en casa. Inmenso Fabio Arrante, interpretando a Henry, "el McGyver de la marihuana", un chaval algo colgado y fumeta, de buen corazón, que se enamora de ella y busca convertirse en su "problema preferido". También cumple con nota Roger Berruezo, en el papel del doctor Madden, quien trata al personaje de Nina. 

Mención aparte merece Guido Balzaretti, quien interpreta a un hijo de la pareja protagonista. Todos los personajes cambian a lo largo de la obra, todos ellos son complejos y hacen un viaje durante el musical, pero quizá el suyo más que ninguna. Es fascinante la emoción que transmite el actor, vocal e interpretativamente impecable. Espléndido. Y, por supuesto, lo mismo cabe decir de Nina, protagonista absoluta de Casi normales, permanentemente presente, llenando el Teatro La Latina con su voz y su emoción, en un papel a la vez suculento para cualquier actriz y complejo, mucho, por las situaciones tan difíciles por las que atraviesa. Se pone al frente del musical y cautiva en cada instante de la función. Inmensa. Excepcional. 

Sin hacer spoilers de la obra, que se ha estrenado ya en 20 países, y que tristemente termina hoy en La Latina, tras apenas siete semanas, diremos que lanza un mensaje poderoso, cuestionando la normalidad, o lo que entendemos por ella, y reivindicando el peso del dolor por lo vivido, porque si algo duele es porque se ha sentido con intensidad, porque aquello que se pierde valió la pena y significó algo. Puede que ninguna palabra esté más vacía que el adjetivo "normal". ¿Qué es exactamente normal? ¿Quién lo define? ¿Por qué todo el mundo quiere ser normal, si nadie del todo qué significa eso? Al final, nos cuenta este emotivo musical, conviene tener claro que se puede ser feliz sin seguir ningún manual, y que no es preciso ser normales, qué aburrido, pudiendo ser, como mucho, casi normales. Un musical, en fin, encantador, que se despide hoy de Madrid tras haber pasado por Canarias, Bilbao y Barcelona. 

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