Tensión en Ucrania

La situación es muy tensa en Ucrania, donde miles de ciudadanos salen a la calle a protestar contra la decisión de su gobierno de acercarse a la órbita de Rusia y rechazar el acuerdo de asociación que le ofrecía la Unión Europea. El grado de tensión va creciendo y esta madrugada ha habido enfrentamientos violentos con la policía e intentos de asalto de locales públicos en la capital, Kiev. Los manifestantes piden la dimisión de Víctor Yanukóvich, presidente del país,  y de Mikola Azárov, jefe del Gobierno. Los líderes de la oposición critican el acercamiento a Rusia y una actitudes por parte del gobierno que tildan de autoritarias. 

Lo que está ocurriendo en Ucranica tiene un gran interés desde varios puntos de vista. El primero, el nacional, la relevancia de ver cómo de nuevo en esta antigua república soviética la población se divide en dos y hay revueltas que buscan echar abajo el gobierno, como ocurrió hace unos pocos años con la revolución naranja. La división es enorme y no se debe sólo a la postura proeruopea de la oposición, sino también a otros aspectos criticables de la presidencia de Yanukóvich como la detención de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, que sigue en prisión por unas acusaciones de delitos fiscales y económicos poco sostenibles. Precisamente la puesta en libertad de Timoshenko, opositora al actual presidente, es una de las reclamaciones clásicas de la Unión Europea a Ucrania para el tratado de asociación que la UE buscó con ahínco, por la importancia estratégica del país, pero que ha quedado en stand by tras el tanto que se ha apuntado Vladimir Putin.

En efecto, hay un aspecto muy importante en todo esto que va más allá de los debates internos en Ucrania, de la fascinante situación en la que se mueve el país, dividido entre acercarse a la Unión Europea o ponerse bajo la protección de Rusia, siempre con ese afán heredado de tiempos pasados de tener acuerdos con los países de su alrededor. La decisión que tome Ucrania será importante para el futuro de sus ciudadanos. Si acepta el tratado de asociación con la Unión Europea u opta por situarse próximo a Rusia y al proyecto alternativo que está creando Putin y que busca en cierta forma reverdecer el poder antiguo de su país en el mundo, al menos en su área de influencia

Vladimir Putin mantiene ese afán y una de sus prioridades es que Rusia conserve un gran peso en la esfera internacional. Con el conflicto sirio, donde Putin apoya al tirano Bassar al Assad, se apuntó un tanto al negociar en nombre del régimen la destrucción de su armamento químico y así evitar la intervención militar estadounidense en Siria. Ahora, Putin le gana el pulso a la Unión Europea que jugaban en pos de atraer a las antiguas repúblicas soviéticas. Y de ella, la que más importancia geoestratégica y económica tiene, con diferencia, es Ucrania. El tercer país, por ejemplo, que más fondos recibe de Estados Unidos, tras Egipto e Israel. Por su proximidad a Rusia, por sus dimensiones y por su importancia económica. Es un país clave. De ahí la trascendencia que tiene este portazo a la UE. 

En la cumbre de Vilna celebrada el viernes, la UE buscó conseguir acuerdos de asociación con varias repúblicas de la antigua Unión Soviética. Sólo lo logró con Georgia y Moldavia. En el caso de Ucrania, en alusión directa a Rusia, Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, dijo que "la UE no puede aceptar un poder de veto de un tercer país sobre relaciones bilaterales. No cederemos a las presiones de Rusia". La delegación ucraniana defendió que firmar ese tratado de asociación le acarrearía perjuicios económicos, por lo que pidió ayudas económicas por firmar ese acuerdo, algo que la UE no aceptó. No se cerró definitivamente el acuerdo, pero el fracaso de la cumbre refleja el temor a las represalias rusas del gobierno ucraniano. Expresamente se habló en esa cumbre, según informaciones de prensa, sobre cómo se podrá compensar las presiones rusas en los países que firmen su tratado de asociación con la UE. Ya antes del no de Ucrania, Armenia renunció para adherirse a la Unión Aduanera, esa organización que promueve Putin. Ahora, en Ucrania parte de la población se manifiesta pidiendo la dimisión de Yanukóvich y en defensa del acercamiento a la UE. Un pulso lleno de tensión e implicaciones sobre el reparto de fuerzas en la política internacional. 

Comentarios