El pestilente caso Bárcenas

El caso Bárcenas está tomando muy mal color para el Partido Popular. Son muchas cosas las que deberá explicar la dirección del PP y, a ser posible, con claridad, transparencia y celeridad. Porque es escandaloso lo que se está conociendo al hilo del descubrimiento de la cuenta en Suiza de su ex gestor y tesorero, Luis Bárcenas, donde llegó a tener 22 millones de euros. Resulta que ayer nos enteramos que había regularizado ese dinero acogiéndose a la amnistía fiscal, o a "la llamada amnistía fiscal", como la llaman ahora en los informativos de TVE asumiendo las tesis y las nomenclaturas gubernamentales. No se podían acoger a la regularización personas con procesos judiciales abiertos, pero parece que lo hizo a través de una sociedad. Eso sí, Hacienda lo niega. Veremos.

Pero no es sólo eso lo que huele a podrido en el caso Bárcenas. Resulta llamativo escuchar a sus abogados defender que ese dinero (22 millones de euros) lo ganó el ex encargado de las cuentas del PP con negocios legales en Latinoamérica y que sólo cometió el descuido, vienen a decir, de no declararlos. Pero ya están regularizados gracias a la vergonzosa amnistía fiscal que promovió precisamente el gobierno del PP, así que asunto zanjado. Lo dicen sin ningún pudor. De momento, la reacción por parte de la dirección del PP a este escándalo ha sido un clásico en la política española: tomarnos por tontos, insultar a la inteligencia de los ciudadanos. El señor Bárcenas no está en el PP, así que no nos incumbe este caso. ¿Cómo? Estaba en el PP, y no como militante de base precisamente, sino con cargos de alta responsabilidad, cuando presuntamente se lo llevaba crudo y cuando acumuló 22 millones de euros en una cuenta en Suiza. ¿Qué importa que ya no esté en el partido? Digo yo que lo relevante será que sí formaba parte de él cuando sucedieron estas presuntas irregularidades. 

Digo que esto no es todo lo que apesta del caso Bárcenas porque hoy el diario El Mundo, en un ejercicio de lo que debe ser un diario, publica una información comprometedora para el PP de la que habrá que ver cuál es el alcance. "Bárcenas pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del PP". Titular a cinco columnas del diario de Unidad Editorial que supone un golpe en la línea de flotación del partido del gobierno. Según esta información, era generalizado el pago de sobresueldos en sobres con dinero en B procedente de comisiones irregulares. Es una bomba informativa que obliga a dar explicaciones. Siempre según esta noticia, Rajoy decidió eliminar este pago en B de sobresueldos en 2008, y no cuando se hizo cargo de la dirección del partido (2004). Conocía estos trapicheos y no informó de ellos.

El Mundo asegura que los sobres con dinero negro a la cúpula iban desde los 5.000 euros al mes para los secretarios de áreas hasta los 15.000 que recibían las más altas instancias. Esta costumbre del pago de sobresueldos en B procedería de la época de Manuel Fraga en tiempos de Alianza Popular y habría seguido con Aznar al frente del partido. La eliminó Rajoy, pero no  cuando llegó a la presidencia del PP en el año 2004, sino cuatro años después. Eso sí, nunca cobró este tipo de partidas. El encargado de estos pagos era Bárcenas y la encargada de poner coto a esta práctica irregular, siempre según El Mundo, fue María Dolores de Cospedal por encargo de Rajoy. 

María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, ya ha respondido a la noticia publicada por El Mundo. Lo ha hecho en los micrófonos de la Cadena Cope en los términos esperados. Ha asegurado que la contabilidad del PP "es clara y diáfana y está auditada por el Tribunal de Cuentas". Y prosigue: "no hay nada en la contabilidad interna que induzca a pensar que hay algo raro o irregular". Veremos. De entrada, no parece en absoluto que esas explicaciones vayan a ser suficientes. Cospedal ha negado esos pagos desde que ella es secretaria general (2008), lo cual no desmiente la información, que dice precisamente que se cortaron los lagos en B en esa fecha. Es un escándalo mayúsculo de presunta corrupción en el seno del PP que dará mucho que hablar y por el que los dirigentes del partido deben responder, como dice últimamente mucho Esperanza Aguirre, caiga quien caiga. Y si se confirma lo que publica El Mundo, atando cabos y contrastando puestos que se ocupaban en aquellos tiempos, parece claro que tendrán que caer algunos mandatarios desde muy arriba.

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