The Artist, triunfadora de los Oscar 2012




Era lo que todo el mundo esperaba y aparecía así en en todas las quinielas, pero no por ello tiene menos valor lo logrado por The Artist, esa película muda y en blanco y negro que ha cautivado a espectadores y crítica y que ayer se encumbró definitivamente como película del año. Las sorpresas en la gala de ayer se contaron con los dedos de una mano y probablemente sobraría alguno. No vi la ceremonia, que fue en la madrugada española, pero leo en las crónicas que no fue nada del otro mundo. Como digo, no puedo dar una opinión sobre ello, porque no vi nada. Lo que sí es evidente es que The Artist fue la gran triunfadora de la noche con cinco estatuillas: película, dirección, actor, banda sonora y vestuario. Cinco se llevó también La invención de Hugo, de Martin Scorsese, todos ellos técnicos. El triunfo de la película francesa es el triunfo de una idea atrevida y original y de una joya según la inmensa mayoría de los expertos. Se podría titular algo así como "cuando lo tradicional se convierte en algo rompedor y moderno". En tiempos de 3D y profundos cambios en el mundo del cine, ha sido esta genialidad de volver al pasado y rendir homenaje a los orígenes del cine la que ha triunfado en la 84 edición de los Oscar, como era previsible.




La gala de entrega de los Oscar es mucho más que una fiesta que reúne a muchísimas estrellas del séptimo arte. Es todo un símbolo del cine y también del sentido del espectáculo de Estados Unidos que, para lo bueno y para lo malo, todos imitan (imitamos) pero nadie es capaz de igualar. Porque allí todo es un espectáculo. Otro buen ejemplo de ello es el All Star de la NBA, que también se celebró este fin de semana. Ellos son así y, en ese punto en concreto, no hay quien les haga sombra. Podrán tener una gala algo más flojita o una actuación concreta que no esté a la altura, pero son los reyes de esto. The Artist arrasó como estaba previsto. El pasado viernes leí una entrevista con el director de la película, Michel Hazanavicius, realmente interesante. En ella contaba cómo fue creciendo esta película y lo que le gusta de ella. De entre muchas ideas interesantes que contó me quedo con una. Dijo que el mundo del cine está cambiando muchísimo estos últimos años y que tal vez para adentrarnos en un nuevo tiempo y un nuevo modelo es necesario echar la vista atrás y ver cómo era todo en el origen. Y eso, fundalmentalmente, es lo que hace The Artist.


Sorprendió tal vez algo más el Oscar a mejor actor que se llevó el protagonista de la cinta muda, Jean Dujardin. Ni la que para muchos críticos ha sido la mejor actuación de toda la carrera de George Clooney en Los descendientes ha sido capaz de frenar el torbellino de The Artist. Donde también estaba cantado ya el nombre de la ganadora en este caso es en la categoría de mejor actriz por la interpretación de Meryl Streep en La dama de hierro. Dicen las críticas que es la actriz, casi en exclusiva, la que sostiene la película. Emotivo fue el premio de mejor actor secundario que fue para el octogenario Christopher Plummer por Principiantes. Le dijo a la estatuilla "sólo tienes dos años más que yo". La actuación de Octavia Spencer en Criadas y Señoras mereció el Oscar como mejor actriz secundaria. La cinta iraní A separation ganó en la categoría de mejor película de habla no inglesa, confirmándose también como una de las grandes triunfadoras de la temporada de premios.


El mejor guión original fue para Woody Allen que, como de costumbre, no acudió a la gala. No se hubiera entendido que la última genialidad de Allen no fuera ayer reconocida, y creo que esta categoría hace justicia porque el guión de Midnight in Paris sólo puede ser escrito por alguien tan grande como él. Excelente también el guión adaptado de Los descendientes, que ganó en esa categoría por el gran trabajo de Alezander Payne, Nat Faxon y Jim Rash. ¿Y la presencia española? Estaba muy difícil, pero no es tópico decir que la nominación ya era un gran premio. Cayeron las dos bazas españolas (lo de Midnight in Paris, por mucho que Roures pusiera la pasta, me cuesta un poco considerarlo española, la verdad) ante los grandes favoritos en sus respectivas categorías: Rango en la película de animación y The Artist en banda sonora. Aún así, Trueba, Mariscal e Iglesias deben estar felices y orgullosos de que sus trabajos haya merecido estar presentes en la noche más importante del año para el mundo del cine.




Así pues, The Artist y La invención de Hugo empataron a cinco Oscar, pero es la cinta francesa la gran vencedora. No sería justo dejar de valorar los cinco premios de la cinta de Scorsese en aparatados técnicos (dirección de fotografía, dirección artística, mezcla de sonido, edición de sonido y efectos especiales). En cuanto a la cuestión de la moda, que siempre ocupa también una parte importante en este tipo de galas, no haré comentarios porque no soy precisamente un experto. Muy elegante, en cualquier caso, Penélope Cruz, que entregó un Oscar. La noche sirvió para coronar a The Artist y para hablar de cine y ver la mayor concentración de estrellas por metro cuadrado que se puede encontrar en todo el año. Por cierto, este fin de semana vi al fin El discurso del rey, triunfadora de la edición anterior de los Oscar, así que si sigo este ritmo veré The Artist dentro de un año. Nunca es tarde si la dicha es buena. Me gustó mucho la cinta que se llevó cuatro premios en 2011.

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